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Embarcaciones Militares
Edad del Remo y la Vela
Buques Fenicios
Buques Fenicios

Las naves fenicias
Uno de los primeros pueblos conocidos por ser grandes navegantes y atrevidos comerciantes son los fenicios. Inicialmente estuvieron asentados en el este del Mediterráneo, en una amplia franja costera que estaba muy expuesta al oleaje, al viento y al resto de fenómenos atmosféricos. Su ímpetu comercial les llevó por todo el Mare Nostrum , que fueron capaces de cruzar hasta el temido océano Atlántico (lo llamaban mar tenebroso), llegando incluso a las islas británicas. De su primera época surgieron núcleos urbanos como Biblos, Tiro y Sidón. Otros pueblos se habían establecido allí siglos antes, como demuestra el yacimiento de Tel Hreiz.
Luego pasaron a dominar el Mediterráneo los romanos, imperio mediterráneo que por necesidad tuvo que tener una marina de guerra para defenderse de Cartago y luego para expandir su imperio. Empleó el trirreme griego al que le hicieron algunas innovaciones como fueron los «cuervos», largas pasarelas que llevaban en su extremo fuertes garfios que se afirmaban en la nave enemiga y por este puente de abordaje pasaban las tropas a combatir al buque adversario. El arma principal era el espolón, sólida pieza de madera recubierta con bronce que a veces tenía forma de tridente.
Entre los siglos V y X los trirremes se convirtieron en los dromones bizantinos, naves de remos que tenían tres mástiles y velas latinas. Del dromón, en el siglo xii, salió la galea y de esta la galera, nave a remos que tenía castillos a proa y popa y que llevaba uno o dos palos con velas latinas.

La galera fue la nave de la Edad Media que navegó el Mediterráneo desde el siglo xv hasta el XVIII sin modificaciones apreciables y participando en multitud de combates, siendo la Batalla de Lepanto, en 1571, la última contienda histórica en que participaron.
Los vikingos, pueblo marítimo originario de Escandinavia estuvo en la escena europea entre los años 700 y 1000. Su actuar violento provocaba terror en las comunidades ya que las arrasaban. Para estas incursiones empleaban una embarcación muy especial, los drakkar, naves muy livianas pues las llevaban en sus incursiones tierra adentro; eran largas, estrechas y livianas, con remos en casi toda la longitud del casco. Versiones posteriores incluían un único mástil con una vela rectangular que facilitaba el trabajo de los remeros, especialmente durante las largas travesías. En combate, el viento variable y la rudimentaria vela convertían a los remeros en el principal medio de propulsión de la nave.
Tras la expansión, cuando desplegaron todo su poder por el litoral mediterráneo, fundaron importantes ciudades en la parte oeste del continente europeo (como por ejemplo Gadir) y en el norte de África (Cartago).

Una vez establecidos en este último continente, se les empezó a llamar cartagineses y también púnicos (derivado del término griego que denominaba a los fenicios).

Han quedado algunas evidencias de las embarcaciones que estos pueblos usaron. Los antiguos egipcios, por ejemplo, utilizaron la denominación de barcos de Biblos para referirse a un tipo de nave concreto que procedía de esta ciudad y que surcaba las aguas del mar.

Desde principios del siglo XIV a.C. la marina fenicia estuvo preparada para llevar a cabo grandes empresas comerciales ultramarinas. Los pecios de Gelidonia y Ulu Burum, así como las fuentes iconográficas procedentes de las pinturas de Tebas, apoyan esta idea. Las naves descubiertas en Mazarrón y en el Bajo de la Campana (en la región de Murcia, España) han abierto una nueva vía de investigación en este sentido.
Recientes trabajos han sacado a la luz muestras de dos tipos de naves, de uso y porte distinto, que utilizaban en el mar. Unos eran grandes barcos mercantes ( gaulos o gauloi) , utilizados en el comercio a grandes distancias para los intercambios en las costas mediterráneas. Los otros, conocidos por su nombre griego como hippos o hippoi , eran naves para la guerra, pero que también se utilizaban para el comercio a menor escala, como los pecios encontrados en Mazarrón. Guerrero ha investigador mucho sobre estas naves fenicias, y gracias a sus trabajos podemos ofrecer una síntesis de cómo eran.
Situación
El territorio de Fenicia se situaba al oeste de Siria. Comprendía una estrecha faja de territorio, aproximadamente de unos 40 a 50 km de ancho por 200 km de largo, cuyos límites fueron: por el norte , con Siria (golfo de Alejandría); por el sur , con Palestina (Monte Carmelo); por el este, con las montañas del Líbano; y por el oeste , con el mar Mediterráneo.

LOS FENICIOS en minutos
Fenicios, mercaderes y navegantes
" Historia de los Fenicios"

Las grandes naves onerarias: gaulos
El barco mercante fenicio tipo es la gôlah (en griego gaulos ). Su evolución se inicia a mediados del segundo milenio y debió influir en los modelos empleados por los griegos a partir del siglo VI a.C. La fisonomía del casco es la habitual de las naves mercantes, curvo y panzudo. Su proa y popa son idénticas y para gobernar la nave se utilizaba un timón de espadilla. Había una baranda protectora a modo de escalamote de tablillas o cañizo.

Su eslora podría variar entre 18 y 25 m., la manga entre 5 y 8 m., con un puntal de 3 a 4 m. Era un barco armado con cuadernas y quilla. El desplazamiento estaría sobre las 150 toneladas. En la cubierta contaba con una empalizada que iba de proa a popa, en ambas bandas, para almacenar la mercancía menos pesada.
Tanto la roda como el codaste se elevaban sobre cubierta y posiblemente algunos de ellos llevasen figuras ornamentales. Sobre la proa había un ánfora, atada a la roda. Esta vasija podría ser una lámpara de aceite para encender fuego en la noche, con objeto de iluminar la cubierta y también para señalar su posición a otras naves de la flota.

Los barcos para la guerra: hippoi
Eran los barcos fenicios que tenían en la roda, a modo de mascarón, una cabeza de caballo. En la Antigüedad la procedencia de los navíos se identificaba por determinadas figuras, en un principio tal vez eran signos totémicos de los distintos clanes, que se colocaban en los lugares más visibles de la nave, principalmente en la roda (llamada akroteria ).
Teniendo en cuenta todos los datos disponibles, Guerrero calcula que eran naves que tenían una eslora que podía oscilar entre los ocho y doce metros, sin bodega cubierta de carga, aunque sí que llevaban sentina. El sistema de propulsión era mixto, vela cuadra y remos. El número de remeros embarcados dependía mucho del tipo de empresa marinera.

La navegación
Con los productos de su industria y del comercio desarrollaron la navegación, recorriendo el Mediterráneo en todas las direcciones, el Mar Egeo y parte del Atlántico.
Al desconocer de la brújula, sus barcos navegaban pegados a las costas. De noche se guiaban observando la posición de las estrellas. Los barcos eran impulsados por remos y por una vela cuadrada, que solo aprovechaba cuando el viento era favorable. Siguieron dos rutas comerciales importantes.
- Por vía marítima: de Europa traían, plata, hierro, plomo, estaño, ámbar, cereales y lana. Del África: marfil, oro, plumas de avestruz y el papiro.
- Por vía terrestre: de Arabia, Mesopotamia, Persia e India utilizando caravanas, traían: vinos, aceites, especias, perfumes, telas, etc.
Los fenicios fueron grandes navegantes por lo cual se expandieron y lograron colonizar muchos lugares, cercanos a sus limites comerciales. Para más información hay un artículo completo sobre su expansión y colonización .
La industria
Los fenicios desarrollaron tres grandes industrias: del tejido, del teñido, del vidrio y los metales
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En la industria del teñido fueron fabricantes de tintes, especialmente de la púrpura — que proporcionaba el caracol marino, murex o múrice —. Confeccionaron tejidos finísimos de color púrpura que fueron delicias de la nobleza del mundo antiguo.
Asimismo fueron creadores del vidrio blanco traslúcido, que debido a la combinación de la arena fundida con óxidos metálicos eran de varios colores.
Finalmente como metalúrgicos fabricaron armas de bronce y hierro; joyas de oro y plata también utensilios de cobre y bronce. En muchas producciones imitaron a otras culturas.
Fuerza Militar y Naval Fenicia
Pocas noticias nos han llegado sobre la organización de los ejércitos de las ciudades fenicias de la costa sirio-palestina, sin embargo son mucho más ricas y detalladas las que hacen referencia a los ejércitos de los grandes imperios orientales más próximos a la cultura fenicia. Sobretodo en lo que se refiere al estatus político y territorial de las ciudades fenicias, las cuales, desprovistas del dominio sobre un hinterland en las tierras del interior las impidió dotarse de grandes ejércitos permanentes. De todas formas es posible que cuando se les presento la necesidad, concurrente en el tiempo con las incursiones de los ejércitos asirios, las ciudades estado habían previsto el reclutamiento de tropas mercenarias, provenientes en buena parte de las zona de Anatolia.
Las figuras antiguas y los hallazgos arqueológicos sugieren la presencia de soldados de infantería armados con lanzas, puñales, hachas y mazas, protegidos con armas defensiva ligeras como cascos, corazas y escudos, aunque estas últimas aparecen raramente representadas de forma muy escasa, la presencia de figuras de arqueros resulta mínima.
De igual forma son muy escasos los datos de los que disponemos de los ejércitos de las ciudades fenicias del Mediterráneo Occidental antes de la conquista cartaginesa. El silencio que las fuentes historias manifiestas sobre los ejércitos fenicios es prácticamente absoluto. Sin embargo, parece claro que dada la relación fundamentalmente comercial que tuvieron los fenicios con las poblaciones ribereñas del Mediterráneo occidental, al menos en la primera fase de la colonización, no se tuvo la necesidad de la utilización de ejércitos numerosos o de la realización de campañas militares. También es obvio que el exiguo número de colonizadores fenicios iniciales no permitió el desarrollo de una actividad política y comercial basada en el dominio por la fuerza de los colonizadores.
Los primeros datos arqueológicos que proporcionan noticias consistentes sobre el armamento de los colonizadores fenicios provienen de la isla de Cerdeña y hacen referencia a los últimos años del siglo VII a.C.y los primeros decenios del siglo VI a.C. Se trata de sepulturas antiguas que contienen, además de restos cerámicos, numerosas armas individuales de carácter ofensivo, las cuales, dada su naturaleza, pueden ser atribuidas a infantes armados "a la ligera".
Además de las armas, principalmente hechas en hierro, se pueden encontrar puntas de lanza con su hoja con forma de hoja acanalada, "tacones" (talloni de lanza, colocadas en la parte inferior de las puntas de las lanzas, pequeños puñales con hojas en forma de lengua de buey y finas puntas [de flecha] con el alma y el botón del mango en bronce. Las vainas de los puñales y las puntas estaban hechas de un material perecedero, probablemente cuero.

TÉCNICAS DE ARQUITECTURA NAVAL DE LA CULTURA FENICIA
Para los constructores navales de la Antigüedad, el barco era concebido o ideado desde una perspectiva “a casco y longitudinal”, por lo que las medidas y las formas de la nave respondían a una visión donde el papel de estructura portante reposaba en el casco y en la carpintería axial (quilla, tracas de aparadura, carlinga, palmejar, etc.) (cf. Nieto 1984: 135-146, Vocabulario de términos náuticos). Se denomina método de construcción a casco primero aquel en el que se parte de la quilla como principal elemento de la carpintería axial, a la que se le han unido la roda y el codaste, para a continuación unírseles a cada costado y “a tope”, las tracas de aparadura, las segundas tracas, terceras y sucesivas, hasta crearse las líneas o formas del casco con la ayuda de tensores, torniquetes, fuego y agua, siendo las cuadernas colocadas con posterioridad.



LA PUNICANA COAGMENTA DE CATÓN
Hemos señalado como súbitamente, en el último cuarto del s. VI a.C. (tab. 2), los griegos de Marsella abandonan la técnica de los cosidos y ligaduras para construir sus barcos, reemplazándolas por la técnica de mortajas y espigas fijadas por clavijas, quedando la carpintería transversal manufacturada de la misma manera que antaño, pero unida al casco por “clavos a punta retorcida”. Según el principio de construcción a casco primero, lo más importante para armar los barcos era que la unión entre las tracas del casco fuera muy sólida y estanca. La técnica fundamental y prácticamente omnipresente en el periodo romano para la construcción naval, salvo algunas construcciones adriáticas regionales, era la unión de las tablas por el sistema de mortajas y espigas, fijadas por clavijas. El término antiguo para referirse a esta técnica de carpintería, era punicana coagmenta “junta al estilo púnico”. Catón (c 200 a.C.).
A partir de la interpretación del texto de Catón, podemos proponer que la punicana coagmenta era una técnica de carpintería que para los romanos tuvo origen en el mundo púnico. La utilización de una técnica de mortajas y espigas, no fijadas por clavijas (Ward 2000: 32), está documentada en la carpintería doméstica egipcia de la Primera Dinastía (c 3100-2890 a.C.), siendo evidente en los restos de las tracas del casco de las numerosas naves reales de Abydos (c 3000 a.C.) descubiertas en el año 2000.
Se trata de un conjunto de varias barcas funerarias, de las que la nº10 ha permitido conocer cómo estaban dispuestas las tracas, que eran prefijadas por espigas, para finalmente ser atadas transversalmente (Ward 2006: 120). Esta técnica de ensamblaje se asemeja a los atados que se documentan en la nave funeraria de Keops (2500-2000 a.C.) descubierta en 1954 (Jenkins 1980).
Vista del interior del casco de la réplica del Jules Verne 9, llamada Gyptis. Se puede observar la disposición de la carpintería transversal con la técnica de unión con el casco, armado este por cosidos.

Las excavaciones realizadas desde 1902 en el entorno de la pirámide de Sesostris I en El-Lisht, a unos 50 km de El Cairo, permitieron el hallazgo de un gran número de tracas de casco de una embarcación completamente desmantelada, enterradas unas a gran distancia de las otras, con una cronología de c 2000 a.C.
El re-estudio de una parte del yacimiento entre 1984 y 1985 permitió conocer que fueron en total 76 las tracas documentadas. Presentaban mortajas rectangulares practicadas en los cantos de las tablas, situadas de manera planificada y que debían estar en contacto entre ellas. Las espigas eran planas y tronco-piramidales, con su anchura máxima en el centro de la espiga y de inferiores dimensiones que las mortajas, por lo que no eran capaces por sí mismas de estructurar el casco.
Según la opinión de Gerhard Kapitän, su función era la de “mantener las tracas ensambladas para realizar posteriores los atados”, si bien nunca llegaron Se puede observar la disposición de la carpintería transversal con la técnica de unión con el casco, armado este por cosidos. a realizarse (Kapitän 1989: 226). Se podría considerar el método de ensamblaje de las tracas de la nave aparecida en El-Lisht como un estadio previo antes del desarrollo de la unión clásica de mortajas y espigas fijadas por clavijas.
Barcos fenicios de Mazarrón
Realización | Siglo VII a. C. |
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Civilización | Fenicia |
Descubrimiento | 1988 (Mazarrón I) 1994 (Mazarrón II) |
Procedencia | Puerto de Mazarrón |
Ubicación actual | Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Mazarrón I) Puerto de Mazarrón (Mazarrón II, en su lugar original bajo el agua) |
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Los barcos fenicios de Mazarrón son dos pecios datados del siglo VII antes de Cristo y que fueron hallados en las costas de Mazarrón, Región de Murcia, España.
El Mazarrón I fue descubierto en el año 1988, siendo sometido a un proceso de excavación, extracción y restauración desde el año 1993, siendo expuesto en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena. No obstante, el Mazarrón II, hallado en 1994 y mejor conservado, permaneció en las aguas protegido por un sarcófago metálico;12 aunque tras dos años de estudio, se pretende a su extracción en el año 2021.3
Asimismo, existe un centro de interpretación de los barcos fenicios ubicado en Mazarrón e inaugurado en junio de 2009.
Mazarrón I
El barco Mazarrón I fue encontrado en la playa de la Isla del Puerto de Mazarrón gracias a la construcción de un puerto náutico que cambió las corrientes marinas de la playa y dejó al descubierto las estructuras de madera del barco. El hallazgo se produjo por arqueólogos del Museo Nacional de Arqueología Marítima y el Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas. Entre 1993 y 1995 se realizó el denominado «Proyecto Nave Fenicia» que permitió la documentación y extracción del pecio.
El pecio, hallado a unos 50 m. de la orilla y a 2,5 m. de profundidad, estaba cubierto por una capa de posidonia oceanica muerta que había sellado herméticamente el barco, lo que ha permitido su conservación. Sus restos son incompletos, apareció solo la quilla (3,98 m.) y restos de cuatro cuadernas unidas a nueve fragmentos de tracas y parte de una de las baras. Se documentaron más de 8.000 restos cerámicos fenicios (más del 70% de los hallazgos), principalmente restos de ánforas, cazuelas, ollas, platos y vasos. Así como restos petréos y metálicos como un escarabeo de plata y una punta de lanza (uno de los pocos ejemplares de metalurgia del Bronce Atlántico ) encontrados en el Mediterráneo.
El Mazarrón I posiblemente fue la primera embarcación fenicia localizada en el Mediterráneo perteneciente al siglo VII a. C. Este pecio ayuda a un mejor conocimiento arqueológico de la dinámica de colonización fenicia de las tierras del interior, al mismo tiempo que significa un punto intermedio entre dos de los enclaves feniciopúnicos litorales tradicionalmente documentados por la investigación: Ibiza y Villaricos , excesivamente lejanos entre sí.

Mazarrón II
El barco Mazarrón II fue descubierto en 1994 por buceadores y se trata del barco antiguo más completo encontrado hasta el momento pues se conserva casi completo desde la proa hasta la popa . Tiene una eslora de 8,10 metros, una manga de 2,25 m. y un puntal aproximado de 1,10 metros. 9 En su interior conserva todas la cuadernas de higuera menos una, cosidas con fibra vegetal. Las tracas de pino que forman el casco están unidas por un sistema de espigas y se empleó una fibra vegetal para calafatear las juntas. Su estado de conservación es excelente y se mantiene casi íntegro bajo un sarcófago protector metálico instalado en el año 2000 en el mismo lugar donde fue encontrado.
El Mazarrón II conserva todos los elementos en posición y curvatura originales, a diferencia del Mazarrón I cuyo material se encontraba disperso. La carga de los dos barcos estaba constituido fundamentalmente por bloques de litargirio para la separación de plata y se ha conservado casi íntegramente en el Mazarrón II, con 2.820 kilos. 6 Los restos del Mazarrón II, que fueron extraídos entre octubre de 1999 y enero de 2001, también se componían de un ánfora de cerámica, una espuerta de fibra vegetal con asa de madera, un molino de mano y varios fragmentos de huesos de animales, así como el ancla , de madera y plomo, que se conservaba en perfecto estado y es la primera encontrada de su género. Los cargamentos de ambos barcos se exponen en la actualidad en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena .
Tras dos años de meditados estudios, en marzo de 2021 el Ministerio de Cultura y Deporte dio luz verde a la extracción del Mazarrón II para su exposición en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, en un proyecto en el que participará la Unesco .