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La Coca
La Coca
En náutica, la
coca
es una embarcación de vela de casco trincado, o tingladillo. El término coca deriva de la palabra latina concha. En alemán es nombrada como kogge, resultante del germánico kok —concha—; afinidad que procura su configuración de alto bordo, corta eslora y amplia manga —estructurada en una o varias cubiertas—. Para Carbonell Relat podría tener raíz semítica, pues en el islam se dió un tipo de buque de poca eslora y muy mangudo llamado kuggi o kuggr, nombre relacionado con el de koggi —tonel en árabe—. Las noticias retrotraen a los Annales Bertiani —año 867— en los que el pueblo frisón es citado bajo el apelativo de cokingi (gente de coca). No obstante, las primeras alusiones como tal embarcación son del siglo XII con los vocablos kogcho y kocho. Dedicadas al comercio y a la guerra, actualmente no se discute su procedencia atlántica aunque si su expansión y evolución . Se introducen —siglo XIII— en el Mediterráneo y pronto adoptan el sistema constructivo de este mar haciéndose con el forro a tope y equipadas con un único mástil que, a principios del XIV, se verá completado con un rudimentario bauprés, armando —ya en el siglo XV— tres mástiles. El arqueo6 se sitúa entre las veinte toneladas de las cocas de un puente y las cuatrocientas para las de tres puentes.
Coca
Las cocas medievales aparecieron en el siglo X y tuvieron su apogeo a finales del siglo XI y durante el siglo XII. Fueron barcos que se usaban generalmente para el comercio marítimo y que llevaban una pequeña tripulación. A veces iban acompañadas por soldados que protegían a la embarcación de asaltos y ladrones que pretendían hacerse con las mercancías transportadas (hasta 200 toneladas). Su manga solía medir 10 metros y la eslora, 20. Las velas también eran de forma cuadrada.
Eran características de mares nórdicos y tenían un casco redondo de unos 20 metros de eslora. La manga era de unos 10 metros y las velas eran cuadradas. Estas se situaban en el único mástil, situado en el centro de la embarcación.

Historia
La coca (del flamenco kok ) apareció por primera vez en el siglo X y fue ampliamente utilizada en el siglo XII, sobre todo para el comercio marítimo de la Liga Hanseática en el mar Báltico.
Su fondo plano les permitía asentarse mejor en el puerto, lo que facilitaba su carga y descarga. Sus altas partes laterales hicieron más difícil el ataque frente a los piratas.
La coca se utilizaba para el transporte de mercancías y tropas, principalmente por ingleses y normandos, y aparecen en el Mediterráneo en el siglo XIII.
Reconstrucción de una coca medieval.

Descripción
Con un único palo con una vela cuadrada, la nave medía de 15-25 metros de largo y tenía una manga de 5 a 8 metros. Las naves más grandes podían transportar una carga de hasta 200 toneladas.
Las cocas generalmente se construían con madera de roble, que era una madera muy abundante en la región báltica. Aunque el tipo de aparejos que tenían impedía navegar a contraviento, las cocas podían ser manejadas por una pequeña tripulación, lo que reducía mucho los costes. Fueron las primeras embarcaciones en incorporar un timón en la popa, el timón de codaste, que formaba parte de la estructura del barco –hasta entonces las embarcaciones usaban el timón de espadilla, un remo grande ubicado en uno de los costados del buque. Además de esto fue una de las primeras embarcaciones que no necesitó remeros. A veces contaban con una pequeña dotación de soldados debido a los peligros que había en los mares de la época.
El cronista Giovanni Villani (c 1277-1348) señaló que las cocas llegaron por primera vez al Mediterráneo en 1304:
… ciertas personas procedentes de Bayona en la Gascuña llegaron a través del estrecho de Sevilla (Gibraltar) en unas embarcaciones denominadas kogge, irrumpiendo en nuestro mar como piratas y causando grandes daños. Inmediatamente después, genoveses, venecianos y catalanes comenzaron a navegar en kogge, abandonando el uso de grandes embarcaciones para poder navegar con mayor seguridad y a un menor coste, lo que supuso un gran cambio en nuestra navegación.
Esta versión mediterránea, la nao, llevaría vela latina con dos o tres palos y timón lateral y estaba construida con juntas a tope en lugar de a tingladillo.
Coca de Mataró
La Coca de Mataró es un exvoto marinero considerado de los más antiguos de Europa y construido en siglo XV, (alrededor de 1450). Este tipo de barco se desarrolló en el siglo X y se usó ampliamente del siglo XII hasta el siglo XIV. Se cree que originariamente estaba en la ermita de Sant Simó de Mataró, hoy en día se conserva (en depósito) en el Maritime Museum Prins Hendrik de Róterdam.
Descripción
La Coca de Mataró, tenía el timón de codaste. se la considera de influencia atlántica, ya que es muy parecida a una coca que se descubrió hundida en Bremen y se conserva en el Museo Marítimo alemán, de las que se utilizaban para el transporte de mercancías y tropas principalmente por parte de ingleses y normandos, y aparecen en el Mediterráneo en el siglo XIII.
Esta embarcación contaba con una tripulación entre cien y ciento cincuenta hombres. El aparejo era redondo y se calcula que tenía un solo mástil. Tenía una sola cubierta principal con dos cubiertas secundarias sobre los dos castillos (a proa y a popa). En el tope del palo mayor estaba el cubículo del vigía.
Historia
Nave típica medieval catalana: la Coca de Mataró, conservada a partir de un exvoto que dieron unos marineros que sobrevivieron a una tormenta.
Se cree que originariamente se encontraba en la ermita de San Simón de Mataró, donde se guardó hasta 1920 cuando apareció en el mercado de antigüedades de Múnich. Más tarde, en 1929, fue subastada en Estados Unidos y la adquirió un anticuario alemán que la hizo llegar a manos de un conocido millonario holandés quien, finalmente, la dejó en depósito en el Maritime Museum Prins Hendrik de Róterdam donde se conserva actualmente.
Según Josep Maria Pons y Guri, la “Coca” sería originaria de Calella, pero su nombre fue sustituido por el más importante de Mataró. Representa una nave de comercio medieval que se identifica con la “coca” del Mar del Norte. Este tipo de barco era empleado para el transporte de mercancías y tropas por ingleses y normandos en el período que va desde siglo XII hasta principios del siglo XIV, en que fue sustituto por el Hulk, otro tipo de barco nórdico. Así mismo, hay constancia documental de cocas nórdicas en el Mediterráneo en manuscritos del siglo XIII.
Uno de los motivos que ha iniciado más polémica ha sido su arboladura. Las diversas opiniones en torno a si el buque fue de un solo palo originariamente, o si tenía dos, mayor y mesana, e incluso tres (en caso de tener palo de trinquete), no han podido resolverse en ninguno de los dos sentidos. Culver fue el primero en publicar un detallado estudio del modelo, y fue en la época en que el exvoto de la Coca ostentaba los tres palos, pero remarcando que, debido a que los palos de trinquete y mesana eran más rústicos y no parecían construidos por el mismo artesano, había la posibilidad de que su construcción original tuviera sólo un único palo mayor.
Con todo sin embargo, hay autores como Landstrom, Nouhuys y Winter defienden la versión de tres palos ( de mayor y mesana). Antes de que la Coca pasara a manos del millonario holandés, aspecto con el que se ha conservado hasta nuestros días, se le desmontaron los palos de trinquete y mesana, dejando únicamente el palo mayor.
La Asociación de comerciantes alemanes conocida como Liga Hanseática dió un notable impulso al desarrollo de la navegación mercante durante los siglos XIV y XV.
En la cima de su desarrollo, en los siglos XIV y XV, el comercio báltico de la Liga Hanseática (o Hansa), consorcio libre de ciudades marítimas germanas que establecía acuerdos comerciales con el extranjero, alcanzó casi el poder y el prestigio de los grandes centros comerciales mediterráneos de Venecia y Génova. Por otra parte, mientras los imperios comerciales de estas dos repúblicas marítimas procuraban expandirse, la Liga Hanseática estaba formada por una unión de empresas comerciales ya afirmadas, con fines de protección y mantener un predominio de mercado ya existente.
Los modestos inicios
El término hanseático procede del alto alemán hansa que significa corporación o sociedad y, por extensión, acuerdo comercial. En 1226, los comerciantes de Coloniá ya habían fundado una en Londres, y fueron imitados en 1266 y 1267 por los de Hamburgo y Ubeck. En 1282, las tres hansas se fusionaron, dando inicio a la Casa de las Corporaciones, pero el nacimiento oficial de la liga Hanseática se produjo mucho antes, en 1256, cuando la ciudad y los grandes centros de Danzig, Hamburgo, Lübeck, Lüneburg, Rostock, Stralsund y Wísmar decidieron unirse se al objeto de abastecer mejor su creciente comercio con los países bálticos vecinos, del Este y del Norte. Aun cuando su objetivo inicial fue estimular su comercio marítimo por el Báltico, rodeado casi totalmente de tierra, pronto tuvieron un posterior y común interés en los prosperos mercados de Holanda e Inglaterra (que ya mantenían relaciones con el Mediterráneo) y, por consiguiente, pretendieron expandirse en aquella dirección, a la que luego dieron preferencia. Gradualmente, la Liga Hanseática englobó a comerciantes de más de 30 ciudades alemanas, constituyendo sus hansas en ocho puertos ingleses (Lynn, Boston, Hull, York, Norwich, Ipswich; Yarmouth y Bristol), así como en Bergen, Noruega, y en Amberes, que entonces era una ciudad holandesa, consiguiendo controlar la mayor parte del tráfico mercante en ambas costas del mar del Norte. Las rutas comerciales discurrían por el Báltico, poco profundo; hacia Occidente, por el mar del Norte, hasta Inglaterra; hacia el Norte, a lo largo de la costa atlántica de Noruega, llevando madera, pescado y minerales; o al Sur, al golfo de Vizcaya y costeando Españía, para llegar al Mediterráneo y cargar sal, vino, seda y especias. En todos los casos había un denominador común: las mercancías viajaban por mar. Por dicho motivo, aun cuando no hubo ningún intento para estandarizar los buques de las diversas ciudades, los afiliados a la liga Hanseática estimularon a los constructores para que diseñaran nuevos tipos de buques mercantes, que respondieran a las exigencias del tráflco en expansión y que estuvieran en vanguardia desde el punto de vista tecnológico.
La Coca Hanseática
Desde el momento que las rutas comerciales llevaban a los buques mercantes cada vez más lejos, era inevitable que se procurase construir una embarcación adecuada para navegar con seguridad ante cualquier situación atmosférica, que fuera robusta y lo suficientemente grande para satisfacer las exigencias de carga. El nuevo tipo de buque mercante se conoce con el nombre de “coca hanseática”. En lugar de ser gobernada con uno o dos remos, como las embarcaciones precedentes, la coca llevaba un timón a estribor de la popa.
A decir verdad, resulta imposible establecer la fecha precisa de esta modificación técnica, puesto que el testimonio más fiable procede de las marcas dejadas con el paso de los años en los sellos de las grandes ciudades: el de Dover, posiblemente de 1284, muestra un buque que aun utiliza espadilla mientras en una escultura (que parece proceder de cien años antes) en una gárgola de la catedral de Winchester, una ciudad de Inglaterra meridional, situada a unos 30 Kms. del mar, muestra claramente el timón y la caña. De todos modos, lo ciero es que a mediados del siglo XIV el timón era de uso común, pues aparece tanto en los selos de las ciudades de la Liga Hanseática como en monedas y cuadros murales.

El sello de Stalsund (1329). Inicialmente, la Liga no se ocupaba de los asuntos políticos del Norte europeo, pero en 1370 el tratado de Stralsund atribuyó a las grandes ciudades de la Liga el control de las zonas de pesca y el derecho a votar al pretendiente del trono de Dinamarca. Además, a través de las monedas y sellos se conocen otros detalles de la coca hanseática; en muchos casos se caracterizaba por la proa recta, en lugar de la típica curvatura de las anteriores embarcaciones nórdicas, y por una línea también recta para el codaste, al que iba fijado el timón. El codaste -anteriormente prolongado por una corta verga en que se podía afirmar un estay, y más tarde por un pequeño castillo que servía como plataforma de combate y de observación- tenía unos 30º de inclinación respecto a la vertical, un valor notable para lo que era habitual en aquella época. La roda y el codaste iban sólidamente fijados a una quilla pronunciada y que sobresalía mucho (más larga que la de las embarcaciones con proa y popa curvadas), lo que daba al buque un ‘agarre’ óptimo en el agua, incluso con mar muy agitada. La quilla, larga y recta, había sido estudiada con toda probabilidad para adaptarse a las condiciones meteorológicas de las costas de la Europa septentrional, frecuentemente bastante malas. Dado que una vela áurica hubiera hecho la embarcación muy difícil de maniobrar y de lenta respuesta al timón, solía emplearse una sola vela cuadra, que se orientaba con brazas para avanzar incluso con viento de través. Resulta imposible determinar las exactas dimensiones de la coca hánseática basándose en los sellos de las ciudades, pero, gracias a los documentos de las cargas y al descubrimiento de los restos de una coca de 1380, ha sido posible determinar que tenía una eslora total de unos 30 metros, una manga de cerca de 8 metros y un calado próximo a los 3 mts; tales dimensiones hacen pensar que su deslazamiento era del orden de las 280 toneladas. La vela única debía tener una superficie de unos 150 m2 y probablemente, estaba hecha con pesada tela amarillenta (el color le era conferido por la solucion, preparada con corteza de árbol, utilizada para impedir su putrefaccion). En cuanto a la estructura, no hay duda de que los constructores nórdicos utilizaban todavía el sistema de tingladillo (el bord einferior de cada tabla quedaba sobre el borde superior de la tabla situada debajo) para el forro del casco, mientras allí donde los costados se unían a la quilla, optaron por el método de construccion de juntas planas (con los bordes de las tablas unos contra otros y llenando la unión con estopa alquitranada que impedía la entrada de agua). Las tablas eran de roble y, de modo especial para la cintas superiores, muy gruesas (50 cms. y a veces más).
Desarrollo y Decadencia
La Liga Hanseatica estuvo reforzándose constantemente durante los siglos XIV y XV, y todo hace suponer que ello estimuló a los constructores locales a perfeccionar las embarcaciones, también debido a que se construían en España, Portugal y el área mediterránea muchos tipos nuevos de barco, cada vez mayores. Poco a poco, la coca de un solo palo fué sustituída por la carraca de dos palos y luego por la de tres, que sobrepasaba las 500 toneladas.
Los genoveses usaron buques de este tipo para su comercio con Inglaterra, y también los venecianos emplearon tipos cada vez más evolucionados. A finales del siglo XV los buques mercantes en construccion tenían un tamaño superior al doble de los anteriores (el Grace de Dieu del rey glés Enrique V, construido en 1418, desplazaba 1.400 t y medía 50 m de eslora total). Un gran buque de la Líga,el Jesus of Lübeck, fue vendido a los ingleses en 1544; se trataba de una carraca de 700 t y cuatro palos, aparejada con velas latinas que John Hawkins utilizó para la trata de esclavosa las Indias Occidentales de 1564 a 1568, año en que fue capturado por los españoles. (Click para agrandar) El Jesus of Lübeck, una carraca de cuatro palos de la Liga Hanseática, vendida a Inglaterra en 1544.

También fueron los llamados “comerciantes aventureros” ingleses, como Hawkins y Fráncis Dráke, los causantes de la decadencia de la Liga Hanseática durante el siglo XVI.. De hecho, el monopolio comercial hacia y desde Europa del Norte había despertado desde tiempo atrás la envidia de los otros países, y los comerciantes ingleses, cuya influencia política estaba adquiriendo cierto peso, ejercieron presión para que su gobierno tomara medidas drásticas. Por lo tanto, Inglaterra anuló los privilegios de que gozaba la Liga Hanseática y lo mismo hirvieron Holanda y Bergen, en Noruega. Lentamente, la Liga quedó reducida a los pocos miembros fundadores, entre los que reinaba el desacuerdo y a finales del siglo XVII su poderío comercial era sólo un recuerdo. Los emporios hanseáticos que sobrevivieron más tiempo fueron los de Bergen (1775), Londres (1852) u Augsburgo (1863).
La Coca de Bremen
El 8 de Octubre de 1962 la draga Arlasíenne, utilizada en trabajos de dragado del Puerto de Bremen, halló restos de madera en el río Wesser. Inmediatamente empezó un trabajo de recuperación y, ante la sorpresa general, apareció una coca hanseática casi entera (tan sólo faltaban el palo y la verga), que había permanecido en el fango durante casi seis siglos. El examen de los restos puso de manifiesto que el barco debió de quedar encallado cuando aún estaba en fase de construcción: de hecho, faltaba toda la cubierta, y a bordo se encontraron útiles y materiales de construcción.
El único lugar donde pudo construirse un barco tan grande se encontraba 4 km más arriba y, por tanto, el equipo de expertos llegó a la conclusión de que tuvo que ser arrastrado de su fondeadero durante una inundación y luego llevado río abajo hasta quedar encallado.
Se recuperó con sumo cuidado todo el maderamen preservándolo para que no sufriera posterior deterioro; luego dieron comienzo los trabajos de reconstrucción y restauración en el Deutsches Schiffahrtsmuseum de Bremerhaven, que confirmó la mayor parte de las hipótesis sobre el aspecto y el diseño de las cocas hanseáticas y proporcionó mucha información sobre los métodos de construccion utilizados.La coca de Bremen tiene 22,5 fn de eslora (30 m de eslora total), 7,5 m de manga y 5,3 m desde la quilla a la borda.
La quilla, de una sola pieza, mide 15,6 m y, contrariamente a lo que se había supuesto antes, presenta una ligera curvatura hacia arriba tanto a proa como a popa. La popa, de 8,4 m, sobrepasa unos 2,5 m a la proa. Efectivamente, parte del fondo está hecho a topo, mientras que el resto está construido a tingladillo. A partir del esquema de los anillos de crecimiento de los maderos, los expertos del museo pudieron llegar a la conclusión de que e1 buque había sido construido con robles cortados hacia el año 1380.
