IX. El Arte de la Navegación
Meteorología
Las Mareas y las Corrientes Marinas
Las Mareas y las Corrientes Marinas

Según Bastidas, aunque el movimiento horizontal del agua que resulta de la misma causa, también se le denominan algunas veces mareas, es preferible designar esta última como corriente de marea, reservando el nombre de marea para el movimiento vertical ascendente y descendente del fenómeno.
Las mareas
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Corrientes Marinas
Climas Las corrientes marinas
¿Qué son las CORRIENTES OCEÁNICAS? ¿Cúales son sus TIPOS?
Las Mareas
La marea es el cambio periódico del nivel del mar producido principalmente por las fuerzas de atracción gravitatoria que ejercen el Sol y la Luna sobre la Tierra. Aunque dicha atracción se ejerce sobre todo el planeta, tanto en su parte sólida como líquida y gaseosa, nos referiremos en este artículo a la atracción de la Luna y el Sol, juntos o por separado, sobre las aguas de los mares y océanos.
Sin embargo, hay que indicar que las mareas de la litosfera son prácticamente insignificantes, con respecto a las que ocurren en el mar u océano (que pueden modificar su nivel en varios metros) y, sobre todo, en la atmósfera, donde puede variar en varios km de altura, aunque en este caso, es mucho mayor el aumento del espesor de la atmósfera producido por la fuerza centrífuga del movimiento de rotación en la zona ecuatorial (donde el espesor de la atmósfera es mucho mayor) que la modificación introducida por las mareas en dicha zona ecuatorial.
Otros fenómenos ocasionales, como los vientos, las lluvias, el desborde de ríos y los tsunamis provocan variaciones del nivel del mar, también ocasionales, pero no pueden ser calificados de mareas, porque no están causados por la fuerza gravitatoria ni tienen periodicidad.

El ciclo de la marea
Es fácil de entender que la fuerza de la gravedad que la luna ejerce sobre la tierra hace elevar el nivel de las aguas del mar en la parte de la tierra que mira alineada hacia la luna, haciendo subir lo que llamamos la marea.
Ahora bien, la tierra tarda 24 horas en dar una vuelta completa así misma, es decir, que desde el punto de vista de un observador, solo una vez cada 24 horas la tierra está alineada con la luna, y por lo tanto, sería de lógica pensar que debería haber una única marea alta a lo largo del día. Como sabemos, esto no ocurre así, a lo largo del día (24 horas) se producen dos mareas altas en un ciclo aproximado de 12 horas, con dos mareas bajas entre medias

Para entender el ciclo de la marea correctamente, debemos pensar que a la vez que la tierra gira sobre su propio eje en movimiento de rotación, la luna gira alrededor de la tierra en traslación, avanzando aproximadamente 12° diarios y tardando 29 días, 12 horas, 44 minutos y 3 segundos en completar su órbita. Este movimiento de traslación de la luna, hace que desde un punto de la tierra tardemos algo más de 24 horas en volver a estar alineados frente a la luna, más exactamente tardaremos 24 horas, 50 minutos y 28 segundos. Esto es lo que llamamos un día lunar y es el tiempo por el que se rige el ciclo de la marea.

Por lo tanto, y teóricamente hablando, el ciclo de la marea es de 12 horas, 25 minutos y 14 segundos entre pleamar y pleamar, y de 6 horas, 12 minutos y 37 segundos entre pleamar y bajamar. Estamos diciendo teóricamente, ya que la realidad no es tan puramente matemática. La tierra no está formada solo de agua, es una superficie irregular con continentes de tierra por el medio que hacen efecto de interferencias en la marea, la geometría de las costas también afecta, el perfil de profundidad de cada costa, las tormentas, las corrientes oceánicas, el viento, la latitud a la que esté situado un punto determinado e incluso la presión atmosférica.
Mareas vivas, mareas muertas
Cuando la luna y el sol se encuentran alineados con la tierra (luna nueva o luna llena), es cuando se produce la mayor fuerza de atracción y por tanto las mareas son más altas y las pleamares son las de mayor valor “mareas vivas” esto ocurre en mayor medida con la luna nueva. Por el contrario, cuando la luna, la tierra y el sol forman un ángulo recto (luna en cuarto creciente o cuarto menguante) la fuerza de atracción de la gravedad resulta mínima, siendo las mareas menores, también llamadas “mareas muertas”.


Vistas a pleamar (marea alta) y bajamar (marea baja) en el puerto de La Flotte en la isla de Ré (Francia) en el golfo de Vizcaya.
Así definimos:
- Marea alta o pleamar: Cuando el agua del mar alcanza el máximo nivel dentro del ciclo de la marea.
- Marea baja o bajamar : Cuando el nivel del agua del ciclo de la marea alcanza su mínimo nivel.
- Hora de la pleamar : Instante en que ocurre la pleamar o momento de mayor amplitud del nivel del mar en un punto determinado.
- Hora de la bajamar: Instante en que ocurre la bajamar o menor amplitud del nivel del mar en un punto determinado.
- Vaciante : Es el periodo entre la pleamar y la bajamar.
- Creciente : Periodo entre la bajamar y la pleamar.

¿Por qué en el Mediterráneo no hay mareas?
En el Mediterráneo las mareas son prácticamente inapreciables, ello se debe, a que es un mar cerrado con una única entrada a través del Estrecho de Gibraltar. Este paso tan pequeño, es incapaz de absorber la gran cantidad de litros de agua del Océano Atlántico, que tiene una profundidad media de 4.000 m y que por tanto, este gran volumen de aguas quedan retenidas en el estrecho, actuando como un grifo que cierra el flujo y crea una fuerte corriente de entrada de millones de metros cúbicos de agua pero incapaces de llenar el Mediterráneo al no haber la velocidad suficiente para el tiempo que dura el ciclo de la marea. Durante la vaciante, pasa lo contrario y en el Estrecho se genera una fuerte corriente de salida hacia el Atlántico.
Al ser el Mar Mediterráneo un Mar pequeño, el efecto de atracción de la luna sobre esta pequeña extensión de agua en los diferentes puntos o costas es muy pequeño y la amplitud de marea que forma es de centímetros y por tanto despreciable para la navegación.
Historia
“El fenómeno de las mareas es conocido desde la antigüedad. Parece ser que Piteas (siglo IV a. C.) fue el primero en señalar la relación entre la amplitud de la marea y las fases de la Luna, así como su periodicidad. Plinio el Viejo (23-79) en su Naturalis Historia describe correctamente el fenómeno y piensa que la marea está relacionada con la Luna y el Sol. Mucho más tarde, Bacon, Kepler y otros trataron de explicar ese fenómeno, admitiendo la atracción de la Luna y del Sol. Pero fue Isaac Newton en su obra Philosophiae Naturalis Principia Mathematica («Principios matemáticos de la Filosofía Natural», 1687) quien dio la explicación de las mareas aceptada actualmente. Más tarde, Pierre-Simon Laplace (1749-1827) y otros científicos ampliaron el estudio de las mareas desde un punto de vista dinámico”.
Las mareas se clasifican en mareas de: Zizigia y de Caudratura.
¿Cuándo tienen lugar las mareas de Zizigia?
Estas se originan cuando el Sol, la Tierra y la Luna forman un ángulo de 180°, es decir, cuando están en línea recta y la Luna se encuentra, en consecuencia, en las fases de Novilunio y Plenilunio. En estos casos las atracciones ejercidas por el Sol y la Luna sobre las grandes masas de agua de la Tierra se suman o complementan dando origen a mareas altas o vivas. En el primer caso, esto es, cuando la Luna se encuentra en Novilunio, se dice que ella y el Sol están en conjunción, en el segundo caso, vale decir, cuando la Luna de halla en Plenilunio, se dice que ella y el Sol están en oposición. En Plenilunio, pese a hallarse el Sol y la Luna en oposición, se produce también marea de Zizigia. Ello se explica porque la atracción que ejerce el Sol sobre una porción de las aguas de la Tierra es similar a la que realiza el disco lunar, dado que si bien es cierto que aquél se encuentra a una distancia cerca de 150 millones de kilómetros de nuestro planeta, también lo que es su masa es mucho mayor que la de la Luna, lo cual determina que las mareas resulten equivalentes por ambos lados.

Si La Tierra careciera de continentes la onda de marea se podría rotar hacia el Oeste junto con la rotación terrestre, pero la barreras que suponen los continentes impiden esta libre rotación de la onda de marea generando 4 tipos de mareas:
- diurnas: 1 ciclo de 24.8 horas con 1 pleamar y 1 bajamar de igual amplitud.
- semidiurnas: 2 ciclos de 12.4 horas cada uno con 1 pleamar y 1 bajamar de igual amplitud en cada ciclo.
- mixtas semidiurnas: 2 ciclos de 12.4 horas cada uno con 1 pleamar y 1 bajamar de diferente amplitud en cada ciclo.
En Chile las mareas son predominantemente de tipo semidiurno mixto.
¿Cuándo tienen lugar las mareas de Cuadratura?
Estas se originan cuando el Sol, la Tierra y la Luna forman un ángulo de 90°, esto es, cuando la Luna se halla en las fases de Cuarto Creciente y Cuarto Menguante. En estos casos las atracciones ejercidas por el Sol y la Luna sobre las aguas de la Tierra no pueden sumarse o complementarse: al contrario, se anulan entre sí dando origen a mareas bajas o muertas.

Tanto en las mareas de Zizigia como las de Cuadratura, se distinguen los siguientes fenómenos
- Flujo: Que es el ascenso del agua provocado por la atracción del Sol y la Luna.
- Pleamar: Es la máxima altura alcanzada por el agua cuando se realiza el flujo.
- Reflujo: Es el descenso que experimente el agua cuando el Sol o la Luna no se encuentra ejerciendo su atracción sobre una Proción líquida determinada de la Tierra.
-
Bajamar:
Es la misma altura lograda por el agua cuando se realiza el
reflujo.
Corrientes Marinas

Una corriente oceánica o corriente marina es un movimiento de las aguas en los océanos y, en menor grado, de los mares más extensos. Estas corrientes tienen multitud de causas, principalmente, el movimiento de rotación terrestre (que actúa de manera distinta y hasta opuesta en el fondo del océano y en la superficie), así como el movimiento de traslación de la Tierra , la configuración de las costas y la ubicación relativa de los continentes . En cambio, los vientos constantes o planetarios constituyen prácticamente una causa inexistente, ya que algunas coincidencias entre las corrientes y los vientos planetarios se deben a que comparten una causa común, es decir, los movimientos astronómicos de la Tierra.
Así pues, suele quedar entendido que el concepto de corrientes marinas se refiere a las corrientes de agua en la superficie de los océanos y mares (como puede verse en el mapa de corrientes) mientras que las corrientes submarinas no serían sino movimientos de compensación de las corrientes superficiales. Esto significa que si en la superficie las aguas superficiales van de este a oeste en la zona intertropical por inercia (debido al movimiento de rotación terrestre, que es de oeste a este), en el fondo del océano, las aguas se desplazarán siguiendo ese movimiento de rotación de oeste a este. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las aguas en el fondo submarino se desplazan con la misma velocidad y dirección que dicho fondo, es decir, con la misma velocidad y dirección que tiene la superficie terrestre por debajo de las aguas oceánicas. En el fondo oceánico, la enorme presión de las aguas es lo que origina una temperatura uniforme de dichas aguas en un valor que se aproxima a los 4 °C, que es cuando el agua alcanza su máxima densidad. Como resulta lógico, no existirá ningún desplazamiento relativo entre el fondo del océano y las aguas que lo cubren porque en dicho fondo, tanto la parte terrestre como oceánica, se desplazan a la misma velocidad. Sin embargo, se presenta una excepción en las corrientes frías de la zona intertropical, lo que se debe a la surgencia o ascenso de aguas frías del fondo submarino cuando llegan al talud continental cerca de la costa.
El movimiento de compensación de las corrientes marinas no solo se produce entre la superficie y el fondo submarino, sino también en la propia superficie ya que, por ejemplo, las corrientes que se originan en las costas occidentales de los continentes en la zona intertropical, que son de aguas frías porque proceden del fondo submarino, después de un viaje de miles de km cruzando los principales océanos llegan a convertirse en corrientes cálidas al llegar a las costas orientales de los continentes (Asia, África, América) contribuyendo así a una compensación de la energía almacenada y después disipada de las aguas oceánicas. Estas influyen en el clima, ya que, de acuerdo a su temperatura, pueden llevar calor y humedad a algunas regiones o inhibir la evaporación y las lluvias en otras (consultar el fenómeno de subsidencia atmosférica ).
Origen
Desde hace unas cuantas décadas se sabe que la estructura de las corrientes marinas a escala global es tridimensional, con movimientos horizontales en la superficie, en los que el viento y, sobre todo, la inercia producida por la rotación terrestre, juegan un importante papel y con movimientos verticales, en los que la configuración del relieve submarino y de las costas modifican los efectos de la rotación de la Tierra, que crea una fuerza centrífuga tendente a «abultar» el nivel oceánico a lo largo de la circunferencia ecuatorial. Se trata de la corriente ecuatorial que se dirige, por inercia, en sentido contrario a la rotación terrestre.
En el fondo submarino tanto del océano Atlántico como del Pacífico, el agua acompaña a la litosfera en el movimiento de rotación terrestre y ello se debe a la enorme presión que soportan esas aguas abisales. Pero al llegar a las costas occidentales de los continentes, el talud continental, que constituye un plano inclinado, actúa como una especie de "ascensor" para elevar esas aguas profundas, haciéndolas subir y creando lo que se denomina surgencia de aguas frías, lo que viene a ocasionar una corriente, esta vez superficial, que se desplaza hacia el ecuador a lo largo de esas costas occidentales y al llegar a la zona ecuatorial son desviadas por la fuerza centrífuga del movimiento de rotación terrestre hasta tomar la dirección contraria a la que tenían las aguas profundas, es decir, de este a oeste.
Las líneas blancas marcan aproximadamente las corrientes superficiales de los mares y océanos del globo terrestre y sus variaciones en el tiempo (de enero de 2005 a octubre de 2007). A grandes rasgos, coinciden bastante bien con el mapa de corrientes de 1943, aunque sus diferencias en detalle resultan mucho mayores. Esta animación corresponde a un estudio muy completo realizado por la NASA.
De esta manera se originan en las costas occidentales de los continentes corrientes de aguas sumamente frías (con relación a la temperatura atmosférica) ya que emergen de gran profundidad: recordemos que las aguas profundas del océano se encuentran a una temperatura aproximada de 4 °C, ya que a esta temperatura es cuando alcanzan su densidad máxima.
Otra razón de las corrientes marinas se encuentra en la estructura interna de la Tierra que genera una fuerza en gran parte contraria a la fuerza centrífuga del movimiento de rotación terrestre. Se trata de la fuerza centrípeta de atracción terrestre hacia el centro de la Tierra como planeta. Esta fuerza centrípeta varía, como es lógico, de acuerdo con la distancia al centro de la Tierra, que es, en líneas generales, máxima en el ecuador (donde la fuerza centrípeta es menor) y mínima en los polos, donde la atracción de la Tierra es mayor.
En resumen, los patrones de circulación de las aguas oceánicas se originan por una compleja síntesis de fuerzas que actúan de forma diversa y variable en el tiempo y en el espacio, siendo las más importantes de estas fuerzas: el movimiento de rotación terrestre y la fuerza centrífuga determinada por dicho movimiento, el movimiento de traslación terrestre y las variaciones estacionales en la latitud y dirección originadas por dicho movimiento, la configuración del fondo submarino, la forma de las costas y su influencia en la dirección de las corrientes, la desigual absorción y transporte de calor por la radiación solar absorbida por las aguas marinas, la influencia mutua entre las corrientes marinas y los vientos, el cambio de nivel de las aguas cálidas superficiales debido a las mareas , la desviación de las corrientes debido al efecto de Coriolis (que, a su vez, también se debe a los efectos de la rotación terrestre), etc.
Los vientos
La creencia de que las corrientes marinas son ocasionadas por los vientos es muy antigua aunque incorrecta, a pesar de que a grandes rasgos suelen coincidir los patrones generales de dirección de los vientos con las direcciones y trayectorias de las corrientes marinas, pero esa coincidencia es aparente (en detalle se diferencian bastante) y se debe, como es lógico, a que tanto los vientos como las corrientes marinas responden a los mismos motivos ocasionados por las respuestas de dos fluidos (aguas marinas y aire atmosférico) a los movimientos de traslación y sobre todo, de rotación, de nuestro planeta. El ejemplo más claro de esta idea se puede ver en los vientos monzónicos entre Asia y el océano Índico: son vientos estacionales que van del Índico al continente asiático (es decir, de sur a norte) en la época de calor y de norte a sur durante la época de frío, mientras que las corrientes marinas en la zona intertropical del océano Índico van de este a oeste todo el año.
Sin embargo, hay que señalar un caso muy frecuente que ocurre en las bandas en las que se mueven los vientos del oeste (que son vientos constantes o planetarios). Dichos vientos pueden acelerar las olas cuando se acercan a las playas orientales de países y continentes en las latitudes medias. Dicha aceleración se produce por la rotación terrestre más que por el viento: las olas de oscilación que se forman en alta mar se convierten en olas de traslación cuando llegan a una playa, donde la profundidad disminuye bruscamente. Cuando esto ocurre la cresta de la ola avanza hacia la playa y cae sobre el agua que se desplaza sobre la arena hacia mar adentro (lo que se llama resaca ). Pero incluso con el viento contrario al mar (de la tierra al océano) aunque dicho viento sea muy débil y solo rice el agua, provoca un ascenso de las aguas más frías del fondo (aun si se trata tan solo de una profundidad de un par de metros) al empujar mar adentro el agua superficial de dicha resaca.
Esquema de los vientos monzónicos en la India, mostrando el monzón de verano, entre junio y agosto (lluvioso) procedente del suroeste, indicado con flechas rojas y la trayectoria del monzón de invierno, seco, del noreste, en color verde.
La rotación terrestre y las corrientes oceánicas
Los efectos de la rotación de la Tierra son visibles en la dirección de las corrientes oceánicas, en los patrones que se observan en la dinámica atmosférica, en el efecto Coriolis, en los patrones de los vientos, especialmente, de los planetarios, en la dinámica fluvial y en la surgencia de aguas frías de las profundidades submarinas en las costas occidentales de los continentes, principalmente de la zona intertropical. También es la responsable del abultamiento ecuatorial de nuestro planeta y, por ende, del achatamiento polar, aunque probablemente, el abultamiento ecuatorial se produjo en períodos de la historia geológica de nuestro planeta en los que su temperatura era mayor, por lo que tenía una especie de consistencia mucho más plástica y fácil de deformar. El abultamiento ecuatorial de la litósfera o parte sólida de la tierra es notable (el diámetro ecuatorial es unos 21 km mayor que el diámetro polar), pero el de la parte líquida (hidrósfera) es aún mayor, lo cual significa que el diámetro polar en la superficie de los océanos sería bastante menor que el ecuatorial y ello se debe a que la hidrósfera es una capa fluida y de menor densidad, por lo que la fuerza centrífuga del movimiento de rotación actúa elevando el nivel del mar en la zona intertropical por encima del nivel que tendría de no existir dicho movimiento de rotación.
Y en el caso de la atmósfera, la deformación es aún mayor, ya que en la zona intertropical, el límite superior de la tropósfera es casi tres veces mayor que el que tiene en las zonas polares lo cual puede demostrarse con la gran altura de las nubes de desarrollo vertical en dicha zona. Un corolario muy conocido de estas ideas se refiere a que la montaña más elevada de nuestro planeta sería el pico Huascarán, en el Perú, o el Chimborazo en Ecuador, si tomáramos en cuenta la altura absoluta de dicha montaña con respecto al centro de la Tierra. El Everest, ubicado en la zona templada, aunque es la montaña más elevada del mundo con respecto al nivel del mar en las costas de la India (en el océano Índico), tendría una altura mucho menor que el Huascarán si midiéramos dicha altura también con relación al centro de la Tierra.
En conclusión, la fuerza centrípeta de la rotación terrestre se debe a la distinta longitud entre el radio terrestre en el ecuador (6.378 km) y el radio polar (6.357 km) que da un resultado de algo más de 21 km.
Efecto Coriolis
El efecto Coriolis, descrito en 1835 por el científico francés Gaspard-Gustave Coriolis es una consecuencia del movimiento de rotación de la Tierra que afecta a todos los cuerpos en movimiento sobre la superficie terrestre, en este caso las aguas marinas, las cuales reaccionan inercialmente a dicho movimiento, tal como sucede con los vientos planetarios, que también se deben a la inercia del movimiento de rotación terrestre. Ello significa que el efecto Coriolis no es una verdadera fuerza sino una consecuencia de la rotación terrestre, es decir, no se trata de que el agua de los mares y océanos se mueva por sí misma, sino que es la litósfera la que gira alrededor del eje terrestre y ello origina las corrientes marinas, que, como hemos dicho, constituyen uno de los efectos más importantes de dicha rotación. La mejor demostración del efecto de Coriolis se comprueba experimentalmente con el péndulo de Foucault: este péndulo está suspendido de un punto para que una vez puesto en movimiento siga siempre la misma dirección. En cada oscilación va marcando un desplazamiento visible en la base del péndulo y dicho desplazamiento está producido, no por la desviación del propio péndulo sino por la rotación terrestre, lo que podríamos decir en síntesis, por el giro terrestre. Así, no es que se desvíe la dirección del movimiento inicial del péndulo sino que el lugar donde está ubicado también gira al igual que todo el planeta. Y la ventaja del empleo del péndulo de Foucault es que, no solo demuestra el movimiento de rotación terrestre sino también el sentido de dicho movimiento, que es de derecha a izquierda (de oeste a este) en el hemisferio norte y de izquierda a derecha en el hemisferio sur (de este a oeste).
El análisis del movimiento del péndulo de Foucault sirve para entender claramente el concepto de las corrientes marinas y de los vientos planetarios como un efecto inercial del movimiento de rotación terrestre. Ello se debe a que tanto el péndulo de Foucault como el agua oceánica y el aire atmosférico se mueven en un espacio tridimensional, que es imposible simplificar cuando hablamos de un plano y un radio de giro en un plano bidimensional. Tratemos de entender la complejidad de un movimiento en un espacio tridimensional: la idea de Foucault fue sostener un péndulo de grandes dimensiones de un punto a gran altura (casi 60 m) con el fin de "aislar" la dirección inicial del péndulo del movimiento de la superficie terrestre.

Como consecuencia de ello, dicha dirección inicial se mantiene mientras el péndulo siga oscilando: el hecho de que el péndulo derribe los pines o esferas siempre hacia la izquierda (mirando desde el propio centro de gravedad del péndulo) nos demuestra que no es que el péndulo vaya desviándose hacia la izquierda, sino que es el círculo donde se ubican los pines o esferitas que progresivamente serán derribadas por el propio péndulo, el que se mueve girando de derecha a izquierda, es decir, en sentido antihorario (nos referimos al hemisferio norte, ya que en el hemisferio sur el sentido de giro es inverso, es decir, en sentido horario, de izquierda a derecha). La diferencia entre el efecto antihorario en el hemisferio norte y el efecto horario en el hemisferio sur se debe, evidentemente, a que mientras que la dirección norte-sur se encuentra en el mismo sentido en los dos hemisferios, el desplazamiento del péndulo siempre es de oeste a este en ambos hemisferios, lo que significa la diferencia en cuanto al avance horario en el sentido de giro opuesto en los dos hemisferios. Todo esto ha sido suficientemente estudiado y descrito en multitud de trabajos, por lo que no tiene mucho sentido explicarlo aquí.
Solo queda añadir que el círculo donde se mueve el péndulo da dos vueltas cada día (una alrededor de la Tierra sobre el paralelo de latitud donde se encuentra el círculo y otra alrededor del centro del mismo círculo). Y en cada oscilación del péndulo, el centro de gravedad del mismo se irá desplazando poco a poco de oeste a este, es decir, en sentido antihorario en el hemisferio norte y en sentido horario en el hemisferio sur.
La insolación y las corrientes marinas
La radiación solar , es decir, la insolación, genera una ligera disminución de la densidad del agua, creando una especie de círculo vicioso: como el agua caliente es menos densa que el agua fría, se dispone en la superficie de los lagos , mares y océanos , ubicándose el agua más fría a mayor profundidad. Y, como el agua caliente está en la superficie, es la que recibe directamente la insolación, por lo que se calienta más. Pero recordemos que el aumento de la evaporación da origen al enfriamiento consiguiente de las aguas que no se han evaporado ya que el calor involucrado en la evaporación procede de dichas aguas. El resultado es que las aguas superficiales se calientan más durante el día y se enfrían también más durante la noche, lo cual da origen a que las aguas profundas tengan una temperatura estable tanto de día como de noche, mientras que las aguas superficiales tienen una temperatura muy variable, siendo mayor al final de la tarde y menor a mediados de la mañana, tal como se indica en el artículo sobre la diatermancia . Esto es claramente evidente en una piscina , estanque o en una playa tranquila, donde la temperatura del agua en los pies es mucho más fría que la que está en la superficie.
El problema descrito se complica cuando tenemos en cuenta las características físicas del agua: el agua no alcanza su máxima densidad a los 0 °C sino a los 4 °C. Ello tiene unas consecuencias muy importantes sobre las corrientes marinas y sobre la surgencia de aguas frías en las costas occidentales de los continentes en la zona intertropical y en las subtropicales.
Tratemos de explicar esta idea que viene constituyendo unos procesos que no suelen ser tomados en cuenta en algunas obras de oceanografía : como el agua del mar alcanza su mayor densidad a los 4 °C, toda el agua oceánica tendrá esa misma temperatura después de cierta profundidad, no solo adonde ya no llegan los rayos solares, sino más abajo, donde la presión de la propia columna de agua obliga a alcanzar esa temperatura. Dicho en otras palabras: el agua de la superficie oceánica puede tener una temperatura superior a 0°, pero a cierta profundidad solo puede tener 4°. Si el agua superficial alcanza menos de 4°, flotará (el caso extremo es la temperatura de 0°, en la que no solo se encontrará en la superficie, sino que se convierte en hielo , cuya densidad es bastante menor que la del agua líquida). Hay que aclarar, que en condiciones normales, el agua superficial no se congela exactamente a 0°, sino unos 2 grados por debajo del punto de congelación, debido a los minerales disueltos que contiene ( sales y otros). Este hecho se conoce desde muy antiguo y se solía utilizar en las fiestas campestres para tener helados recién hechos durante el verano con el empleo de una centrifugadora metálica donde se coloca la leche, azúcar y sabores que se hace girar a gran velocidad sobre pedazos de hielo con abundante sal: el hielo no se funde a 0 °C sino a casi 2 °C bajo cero y esa diferencia enfría a los ingredientes de la mezcla hasta congelarlos.
Una conclusión se deriva de lo dicho: tanto las mayores temperaturas del agua oceánica como las menores se alcanzan en la superficie oceánica y cuando se alcanzan los 4° (bien sea por calentamiento del agua con temperatura entre 0° y 4° o por el enfriamiento de las aguas con temperaturas superiores a dicha cifra), el agua se hunde a cierta profundidad, hasta alcanzar la zona con temperatura uniforme (4 °C aproximadamente). Como es natural, las corrientes cálidas que se dirigen hacia las zonas polares (o mejor dicho, hacia la zona polar ártica, ya que en la zona antártica, la corriente circumpolar impide que las corrientes más o menos cálidas lleguen a la Antártida ), se introducirán por debajo del hielo cuando se vayan enfriando (o calentando, según su temperatura inicial) hasta alcanzar los 4 °C (más exactamente, 3,8 °C).
Clases de corrientes marinas
a. Corrientes marinas superficiales
Este tipo de corrientes marinas son las conocidas como superficiales ocupan entre el 8% y el 10% del agua del océano. Además son ricas en nutrientes, lo que provoca que estén pobladas por una variedad inmensa de vida marina.Los vientos superficiales provocan este tipo de corrientes, que transfieren su energía al agua por rozamiento. La aceleración de Coriolis (efecto que se observa en un sistema en rotación cuando un cuerpo se encuentra en movimiento respecto de dicho sistema de referencia) ocasiona que las masas de agua en movimiento desvíen su trayectoria a unos 45º a la derecha en el hemisferio norte, donde las corrientes se mueven en dirección a las agujas del reloj. En cambio, en el hemisferio sur rotan de manera contraria.
Temperatura
Es distinta de la de las aguas que las contienen. Si ésta es superior se habla de corrientes cálidas y si es inferior, se denominan corrientes frías. Estas diferencias de temperaturas varían entre 4 y 8°C. Estas temperaturas propias de cada una son condicionantes del clima costero, las corrientes cálidas atenúan los fríos invernales impidiendo de este modo el congelamiento de las aguas (algunas corrientes oceánicas trasladan grandes cantidades de calor de las zonas ecuatoriales a las polares), en cambio las corrientes frías que pasan por altas latitudes y los vientos ayudan a la formación de desiertos marginales en los continentes al no proveer humedad atmosférica. El desarrollo biológico también se ve afectado por las diferentes temperaturas de las corrientes, cuando se encuentran corrientes frías y cálidas se originan las zonas de convergencia oceánica, formándose los enormes bancos de pesca. Allí también muere el plancton que ha sido arrastrado por la corriente (Heck).

Dirección
Depende del tipo de corriente. En el hemisferio norte se desplazan desde la zona ecuatorial hacia el norte en sentido horario. En el hemisferio sur lo hacen en sentido antihorario, también desde la zona ecuatorial pero hacia el sur. Este movimiento influye en la distribución de elementos en los océanos, como es el caso de derrames de hidrocarburos. Para determinar, por ejemplo, el destino y la trayectoria de las manchas de petróleo en el mar, que es un proceso extremadamente complejo, la mayoría de los modelos actuales conciben los valores puntuales en una rejilla en función del tiempo, partiendo de un sistema de Navier – Stokes o uno análogo (Calzada, Mut, Marín). En algunas zonas la dirección de las corrientes profundas coincide con la de las superficiales, mientras en otros casos éstas van en contracorriente. La velocidad del desplazamiento oscila entre 2 y 8 Km/h. El conocimiento de las características del campo de las velocidades de las corrientes marinas en la plataforma continental es muy importante en la solución de muchos de los problemas medioambientales. Hay un trabajo (Calzada, Mut, Marín) que propone un método hidrodinámico denominado Método de los Análogos, que muestra detalles de las corrientes en el interior de la bahía de Cárdenas, partiendo de un sistema de ecuaciones de Navier – Stokes. La obtención de este campo a partir de algún software hidrodinámico es decisiva en el momento que se requiera una elevada exactitud.

Velocidad
La velocidad del desplazamiento oscila entre 2 y 8 Km/h. El conocimiento de las características del campo de las velocidades de las corrientes marinas en la plataforma continental es muy importante en la solución de muchos de los problemas medioambientales. Hay un trabajo (Calzada, Mut, Marín) que propone un método hidrodinámico denominado Método de los Análogos, que muestra detalles de las corrientes en el interior de la bahía de Cárdenas, partiendo de un sistema de ecuaciones de Navier – Stokes. La obtención de este campo a partir de algún software hidrodinámico es decisiva en el momento que se requiera una elevada exactitud.

Profundidad
La profundidad varía a lo largo del recorrido de la corriente, puede ser desde la superficie hasta varios kilómetros hacia abajo.

Caudal
Cada corriente tiene un caudal característico en términos generales pero éste puede variar según las condiciones. Por ejemplo, a corriente del Golfo, que influye en el clima y en la productividad pesquera de las costas gallegas constituye el circuito más largo y caudaloso del mundo, además da lugar a una de las mayores despensas marinas del mundo.

Profundidad
La profundidad varía a lo largo del recorrido de la corriente, puede ser desde la superficie hasta varios kilómetros hacia abajo.

Ancho
Las corrientes pueden tener muchos valores diferentes de ancho, normalmente oscilan entre los 30 y 120 Km.
b. Corrientes marinas profundas
Las corrientes profundas también son llamadas ríos submarinos. Esto se debe a su profundidad de más de 100 metros y el impulso que supone su diferencia de densidad en relación con la salinidad y la temperatura. En este tipo de corriente marina el agua densa y helada de los mares polares desciende hacia las capas más profundas del océano. Esto hace que las corrientes se extiendan hacia el ecuador y empujando, las aguas más cálidas se desplacen hacia la superficie. Al ser estas corrientes marinas muy profundas, están altamente condicionadas por la topografía del fondo oceánico. De esta topografía marina podemos destacar el talud continental y las dorsales.
Existen diversos tipos de relieve submarino:

1 El talud continental
Es la zona marina comprendida entre los 200 y los 4000 metros de profundidad. En esta zona podemos encontrarn os grandes cordilleras y valles, los cuales, como comprenderéis impactan directamente en los tipos de corrientes marinas profundas.
Dorsal asísmica
Una dorsal asísmica es una larga y lineal cordillera submarina. Las dorsales asísmica son volcánicamente inactivas y se suelen ubicar en cuencas oceánicas profundas. Un ejemplo es la cadena Walvis en el océano Atlántico . En la mayoría de los casos son alineamientos de relieves volcánicos, nacidos a menudo como islas sobre un punto caliente , y luego reducidos luego en volumen por su enfriamiento, y por el adelgazamiento de la litosfera oceánica que ocurre en ésta a medida que se aleja de la dorsal mediooceánica donde se ha formado.
En esta zona pueden encontrarse profundos valles y cañones submarinos . En los taludes continentales se producen grandes deslizamientos ya que el origen de los mismos está en la acumulación sucesiva de sedimentos procedentes, a veces desde distancias considerables, desde los continentes más cercanos.
Las condiciones de vida oceánica se hacen muy difíciles por lo que el volumen de la biomasa disminuye. A esta región también se le llama zona batial .
Esta unidad morfológica se extiende a partir del borde de la plataforma continental hasta una profundidad de 1000 a 4500 m ; y su pendiente media es de 5° a 7°, aunque a veces alcanza 25º y en ocasiones rebasa los 50°. En amplitud varía de 8 a 10 km hasta 250-270 km.
La morfología del talud continental consiste generalmente en una planicie inclinada, desmembrada en escalones en los que el piso de cada uno limita con un escarpe que se interpreta con frecuencia como falla normal.
Finalmente es necesario constatar que el talud continental es un conjunto de dimensiones del relieve terrestre, y a diferencia de la plataforma continental, que es esencialmente acumulativa, el talud es tectónico.
Cañones submarinos
En la mayoría de los casos los pisos no están cubiertos de sedimentos, siendo frecuente la existencia de depresiones del tipo de los cañones submarinos.
Estas formas (los cañones submarinos) son características del talud continental, y a partir de su límite con la plataforma continental inciden verticalmente, alcanzando en algunos casos 2000 m de corte vertical y cientos de kilómetros de longitud.
El conocimiento progresivo de estas peculiares formas del relieve submarino ha permitido ordenar y clasificar sus características más significativas y aspectos más relevantes:
- Un cañón presenta la forma de V, un curso recto, ocasionalmente sinuoso, y paredes abruptas.
- La mayoría de los cañones pueden estar encajados desde la base del margen continental.
- Se encuentran repartidos en casi todo el mundo, con algunas excepciones donde la inclinación de la plataforma continental es menor a 1°.
- Las rocas de las paredes del cañón van desde rocas blandas hasta el granito.
- La mayoría de los cañones continúan en el piso oceánico a partir de cursos de ríos, aunque ello no sea siempre el caso.
- Los sedimentos en el piso del cañón son generalmente limos, arenas y guijarros, aunque es posible constatar la presencia de sedimentos más gruesos.
- Los ripple marks son comunes en casi todas las profundidades del piso del cañón, presentándose la cara más inclinada de los ripples en el rumbo "hacia abajo" del cañón, señalando la dirección de las corrientes de turbidez y avalanchas de sedimentos que se encauzan por el cañón.
- Las cabezas de los cañones activos reciben una gran cantidad de sedimentos, los cuales son en dicho lugar muy inestables y normalmente transportados hacia la parte más profunda del cañón por avalanchas de barro (corrientes turbias), desprendimientos y/o por corrientes oceánicas inusuales, especialmente en un margen de convergencia donde la actividad sísmica juega un rol importante.
- Los cañones pueden encontrarse tanto en costas estables como inestables, pero mayoritariamente aparecen en costas sumergidas ( mar de Behring , Bahamas , costa oeste de Europa ).
- En la llanura abisal, donde desembocan los cañones, se forman abanicos submarinos .

2 Llanura abisal
La llanura abisal es una extensión de terreno llano en la zona más profunda de los mares y océanos.
Se localiza entre los 3 000 y 7 000 metros de profundidad.
Las llanuras abisales suponen aproximadamente el 50 % del fondo del océano y su profundidad oscila entre los 3 000 y los 6 000 m . Suelen quedar entre el pie del talud continental y una dorsal oceánica o una fosa .
Son las principales zonas de sedimentación del planeta; bajo la capa de sedimentos, se encuentra la corteza oceánica, formada por silicatos magnésicos que componen rocas de tipo basáltico. Estas rocas tienen su origen en las dorsales oceánicas, por la solidificación del magma que por ellas aflora a la superficie, y se destruyen en las zonas de subducción, junto a los continentes, donde se introducen de nuevo en el magma.
Elementos destacados del relieve
Entre los escasos elementos destacados del relieve de las llanuras abisales se encuentran:- Colina volcánica : colina submarina formada por la acumulación de materiales provenientes de una erupción volcánica.
- Isla volcánica : colina volcánica que, por sus dimensiones, llega a emerger de la superficie del mar formando una isla.
- Guyot : estructura tabular submarina cuyo origen no está claro; se considera que pueden tratarse de islas volcánicas que fueron erosionadas al estar emergidas, quedando así su cima plana, y volvieron a hundirse en el fondo del mar.
Vida
Los peces abisales están dotados de bocas grandes y, debido a la falta de luz, no cazan sino que tienden trampas a las presas potenciales; para ello, muchos se sirven de la bioluminiscencia , poseyendo apéndices luminosos que llaman la atención de las presas de modo que estas se acercan a ellos, siendo atrapadas entonces por las potentes mandíbulas de estos peces.
A la llanura abisal no llega la luz del sol ; consecuentemente, apenas alberga vida, conformada principalmente por bacterias quimiosintéticas (que no realizan la fotosíntesis sino un proceso análogo desencadenado por los productos gaseosos provenientes del subsuelo en zonas volcánicas) además de algunos animales invertebrados (p. ej., gusanos ) y vertebrados (algunos peces ).

3 Corrientes litorales
Estos tipos de corrientes marinas también llamadas corrientes de deriva, suelen ocasionarse sobre todo en las zonas costeras, siendo esenciales en los procesos de modelado litoral.Éstas se producen cuando el oleaje incide oblicuamente a la línea de costa. Lo anterior provoca el arrastre de materiales sueltos como arena y cantos, siempre en dirección al avance de las olas. La posterior resaca arrastra dichos materiales mar adentro siempre a favor de la gravedad.
El resultado del anterior desplazamiento de materiales supone la deriva de los sedimentos a lo largo de la costa, todo generado por la corriente litoral.
4 Las dorsales
Las dorsales mediooceánicas son elevaciones submarinas situadas en la parte media de los océanos de la Tierra . Alcanzan una altura media de 200 a 300 metros por encima de la llanura oceánica y poseen un surco central, llamado rift mediooceánico , donde abunda el vulcanismo fisural, emitiéndose magma (lava) continuamente desde el manto sublitosférico a través de fisuras del fondo del océano, y formándose nuevos volcanes y porciones de corteza oceánica . Debido a esto, las rocas son más jóvenes en el centro de la dorsal (cerca de donde está la fisura) que en la periferia. Esto provoca que a lo largo de millones de años, el fondo del océano (y por tanto el océano en sí) vaya creciendo y se expanda, por lo que los continentes a ambos lados de ese océano se alejarán entre sí. Esto es lo que sucede actualmente con el océano Atlántico , que se expande y provoca que Europa y África se alejen del continente americano , proceso que se inició hace unos 180 millones de años. Por otro lado, la permanente renovación del suelo de los océanos por este continuo fluir de magma hace que esta clase de corteza sea, por lo general, considerablemente más joven que las cortezas continentales, al menos en las partes más próximas a la propia dorsal.
Algunas cimas de las dorsales sobresalen por encima del mar y forman islas volcánicas, como Islandia , Santa Elena, Ascensión o la Isla de Malpelo.

Sistema mundial
Las dorsales oceánicas medias del mundo están conectadas y forman la Dorsal Oceánica, un único sistema mundial de dorsales oceánicas medias que forma parte de todos los océanos , lo que la convierte en la cordillera más larga del mundo. La cordillera continua tiene una longitud de 65 000 km (40 400 mi) (varias veces mayor que los Andes , la cordillera continental más larga), y la longitud total del sistema de dorsales oceánicas es de 80 000 km (49 700 mi).

Morfología
En el centro de esparcimiento de una dorsal oceánica media, la profundidad del suelo marino es de aproximadamente 2600 m. En los flancos de las dorsales, la profundidad del fondo marino (o la altura de un lugar en una dorsal oceánica media por encima de un nivel de base) está correlacionada con su edad (edad de la litosfera donde se mide la profundidad). La relación profundidad-edad puede modelarse mediante el enfriamiento de una placa litosférica o semiespacio del manto. Una buena aproximación es que la profundidad del fondo marino en un lugar de una dorsal oceánica media en expansión es proporcional a la raíz cuadrada de la edad del fondo marino. La forma general de las dorsales es el resultado de la isostasia de Pratt: cerca del eje de la dorsal hay un manto caliente de baja densidad que sostiene la corteza oceánica. A medida que la placa oceánica se enfría, alejándose del eje de la dorsal, la litosfera del manto oceánico (la parte más fría y densa del manto que, junto con la corteza, forma las placas oceánicas) se espesa y la densidad aumenta. Así, los fondos marinos más antiguos están subyacentes por material más denso y son más profundos.
La velocidad de propagación es la velocidad a la que se ensancha una cuenca oceánica debido a la propagación del fondo marino. Las tasas pueden calcularse cartografiando las anomalías magnéticas marinas que se extienden a lo largo de las dorsales oceánicas. Cuando el basalto cristalizado extruido en el eje de una dorsal se enfría por debajo del punto de Curie de los óxidos de hierro y titanio correspondientes, las direcciones del campo magnético paralelas al campo magnético terrestre quedan grabadas en dichos óxidos. Las orientaciones del campo conservadas en la corteza oceánica constituyen un registro de las direcciones del campo magnético terrestre con el tiempo. Dado que el campo ha invertido sus direcciones a intervalos conocidos a lo largo de su historia, el patrón de inversiones geomagnéticas en la corteza oceánica puede utilizarse como indicador de la edad; dada la edad de la corteza y la distancia desde el eje de la dorsal, pueden calcularse las tasas de extensión

Tres imágenes Landsat muestran la expansión de proyectos masivos de evaporación de sal en el Mar Muerto y sus alrededores, a lo largo de 39 años desde el espacio.
Las velocidades de propagación oscilan aproximadamente entre 10-200 mm/año. Las dorsales de propagación lenta, como la Dorsal del Atlántico Medio, se han extendido mucho menos. Atlantic Ridge se han extendido mucho menos (mostrando un perfil más pronunciado) que dorsales más rápidas como la Dorsal del Pacífico Oriental (perfil suave) durante la misma cantidad de tiempo y enfriamiento y la consiguiente profundización batimétrica. Las dorsales de propagación lenta (menos de 40 mm/año) suelen tener valles de grietas grandes, a veces de hasta 10-20 km (6. 2-12,4 mi), y un terreno muy accidentado en la cresta de la cresta que puede tener relief de hasta 1000 m (1093,6 yd). Por el contrario, las dorsales que se extienden con rapidez (más de 90 mm/año), como la Dorsal del Pacífico Oriental, carecen de valles de rift. La velocidad de propagación del Océano Atlántico Norte es de ~ 25 mm/año, mientras que en la región del Pacífico es de 80-145 mm/año. La tasa más alta conocida es de más de 200 mm/año en el Mioceno en la Subida del Pacífico Oriental. Las dorsales que se extienden a velocidades <20 mm/año se denominan dorsales de extensión ultralenta (por ejemplo, la Dorsal de Gakkel en el Océano Ártico y la Dorsal india suroccidental).
El centro o eje de propagación suele estar conectado a una falla transformante orientada en ángulo recto respecto al eje. En muchos lugares, los flancos de las dorsales oceánicas medias están marcados por cicatrices inactivas de fallas transformantes denominadas zonas de fractura. A velocidades de propagación más rápidas, los ejes suelen mostrar centros de propagación superpuestos que carecen de fallas de transformación que los conecten. La profundidad del eje cambia de forma sistemática con profundidades menores entre desplazamientos como fallas de transformación y centros de propagación superpuestos que dividen el eje en segmentos. Una hipótesis para las diferentes profundidades a lo largo del eje son las variaciones en el suministro de magma al centro de propagación. Las dorsales de propagación ultralenta forman segmentos de dorsal tanto magmáticos como amagmáticos (actualmente carecen de actividad volcánica) sin fallas de transformación.
Etapas principales de la formación de una dorsal oceánica
- A - Rift continental: abombamiento y hundimiento central. Fractura en puntos triples y formación de aulacógenos.
- B - Mar Rojo Celeste: Formación de fallas normales.
- C - Océano estrecho: Sedimentación onlap (progradante)
- D - Atlántico: Margen continental pasivo madura
Teorías alternativas del mecanismo
Existen dos procesos a los que se cree responsable de la separación que se observa en las dorsales del centro de los océanos, y no está claro cual de ellos es el principal. La subducción y el empuje de las dorsales son los dos procesos más populares con los que se trata de explicar el proceso. En el caso del empuje de las dorsales, se sostiene que el peso de la cordillera empuja al resto de la placa, alejándola del centro y acercándola a una zona de subducción. En la zona de subducción, el peso de la placa que está siendo "tirada" hacia abajo, atrae al resto de la placa hacia el lugar.
La otra teoría que intenta explicar la formación de nueva corteza oceánica en el centro de las dorsales submarinas es el cinto transportador en el manto (diagramado en la segunda imagen). Sin embargo, los que se oponen a esta teoría indican que la parte superior del manto, la astenosfera , es demasiado flexible para que la fricción generada pueda empujar a una placa tectónica.
Velocidad de expansión del fondo oceánico
La velocidad de creación de nuevo material en el fondo del océano, conocida generalmente como velocidad de expansión, es pequeña y se mide en milímetros/año. Para una clasificación rápida, se subdividen las velocidades en:
- rápidas: más de 200 mm /año;
- medianas: alrededor de 60 mm/año;
- lentas: menos de 20 mm/año.
El nuevo material formado en las dorsales mesoceánicas, al ir enfriándose y transformándose en roca, se alinean de acuerdo al campo magnético terrestre . Estudiando su orientación, se han podido determinar las variaciones que ha tenido el campo magnético a lo largo de la historia del planeta.
El proceso por el cual una fisura como el Gran Valle del Rift pasa a convertirse en una dorsal oceánica no es aún del todo entendido, aunque se cree que el área del mar Rojo es un ejemplo, en el cual el golfo de Suez , en el Norte, representaría las etapas más tempranas, el Norte del mar Rojo una etapa intermedia y el Sur de este una etapa más avanzada de la formación.
Zonas de fractura
Se denominan zonas de fractura de las dorsales a las grietas que atraviesan sus crestas, marcando la dirección del deslizamiento según el rumbo de las llamadas fallas transformantes, resultado de la compensación de las tensiones a que se somete la dorsal y todo el fondo marino por las diferentes velocidades a que se produce la expansión del suelo marino a lo largo de las dorsales. Un ejemplo de estas zonas de fractura es la famosa falla de San Andrés (que emerge al exterior en California, Estados Unidos), aunque la mayoría son submarinas.
Estructura
La cadena presenta un relieve muy accidentado, con laderas amplias y crestas marcadas a menudo por una profunda hendidura longitudinal, llamada valle de hundimiento o rift, a lo largo de la cual se producen numerosos sismos superficiales y erupciones volcánicas que vierten lavas de basalto. A los lados de la dorsal va aumentando poco a poco el grosor de la corteza volcánica y el espesor de los sedimentos; la actividad sísmica se atenúa más rápidamente. Fuera de las crestas no hay sino volcanes dispersos que forman montañas aisladas. Las crestas de la dorsal pueden estar desplazadas lateralmente a lo largo de tramos extensos que corresponden a zonas de fractura.
En los límites entre dos placas la lava ardiente fundida asciende hasta la superficie, se enfría y se solidifica al tiempo que la corteza más antigua se va separando a ambos lados de la dorsal. En algunos puntos del Atlántico medio la dorsal se desplaza unos 2 cm al año, mientras que en el Pacífico oriental se mueve más deprisa, a razón de unos 14 cm anuales. El cambio gradual del volumen sumergido de las dorsales oceánicas provoca modificaciones muy ligeras del nivel del mar a una escala geológica de tiempos.
En las crestas de las dorsales hay también fumarolas o grietas hidrotermales de las que brota vapor rico en minerales a una temperatura de hasta 350 °C a través de las grietas del fondo marino. Estas fuentes de agua depositan estructuras columnares de sulfuros metálicos que mantienen colonias de animales poco comunes. Los compuestos que emiten estos manantiales de agua caliente desempeñan una importante función en el mantenimiento de la composición del agua marina.
Historia
Dado que las dorsales mediooceánicas generalmente están sumergidas en las profundidades del océano, hasta la década de 1950 no se pudieron conocer al examinar detalladamente el fondo oceánico, que en ese momento se conoció en toda su extensión.
El Vema , un barco del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia , atravesó el océano Atlántico y registró datos sobre el fondo del océano desde la superficie del océano. Un equipo liderado por Marie Tharp y Bruce Heezen analizó los datos y concluyó que había una enorme cadena montañosa en el medio. Los científicos la llamaron dorsal mesoatlántica .
Al principio, se creía que la dorsal era un fenómeno específico del océano Atlántico. Sin embargo, a medida que continuaban los estudios del fondo oceánico en todo el mundo, se descubrió que cada océano tenía partes del sistema de dorsales mediooceánicas. Aunque el sistema de dorsales se extiende aproximadamente en la mitad del océano Atlántico, otras dorsales está ubicadas lejos del centro en otros océanos.
Alfred Wegener propuso la teoría de la deriva continental en 1912. Afirmó:
the Mid-Atlantic Ridge... zone in which the floor of the Atlantic, as it keeps spreading, is continuously tearing open and making space for fresh, relatively fluid and hot sima [rising] from depth.
(...) la zona de la dorsal mesoatlántica... en la que el suelo del Atlántico, a medida que se sigue extendiendo, se está abriendo continuamente y deja espacio para una sima fresca, relativamente fluida y caliente [ascendiendo] desde la profundidad.
Sin embargo, Wegener no siguió esta observación en sus trabajos posteriores y su teoría fue descartada por los geólogos porque no había ningún mecanismo que explicase cómo los continentes podían atravesar la corteza oceánica, y la teoría fue en gran parte olvidada.
Tras el descubrimiento de la extensión mundial de las dorsales mediooceánicas en la década de 1950, los geólogos se enfrentaron a una nueva tarea: explicar cómo se podría haber formado una estructura geológica tan enorme. En la década de 1960, los geólogos descubrieron y comenzaron a proponer mecanismos para la expansión del fondo oceánico. El descubrimiento de las dorsales mediooceánicas y el proceso de propagación del lecho marino permitieron que la teoría de Wegener se expandiera de manera que incluyera el movimiento de la corteza oceánica y de los continentes . La tectónica de placas era una explicación adecuada para la propagación del lecho marino y su aceptación de la tectónica de placas por la mayoría de los geólogos resultó en un importante cambio de paradigma en el pensamiento geológico.
Se estima que se producen 20 erupciones volcánicas cada año a lo largo de las dorsales mediooceánicas y que cada año se forman 2,5 km² de nuevo lecho marino mediante este proceso. Con un grosor de la corteza de 1−2 km, esto equivale a aproximadamente a 4 km³ de nueva corteza oceánica formada cada año.

Cordillera oceánica y química de las aguas profundas

Edad de la corteza oceánica: rojo más reciente y azul, más antiguo.

Placas en la corteza de la tierra, según la teoría de la tectónica de placas.

Rayado magnético del fondo marino.
Lista de dorsales oceánicas
- Dorsal de Adén
- Dorsal del Explorador
- Dorsal de Gorda
- Dorsal de Juan de Fuca
- Dorsal Antártico-Americana
-
Dorsal del Pacífico Oriental
- Dorsal de Nazca
- Dorsal de Chile
- Dorsal de Galápagos
- Dorsal del Scotia
- Dorsal de Gakkel (Dorsal mesoártica)
- Dorsal Antártico-Pacífico
- Dorsal del Índico Oriental
-
Dorsal Índico Central
- Dorsal Arábigo-Índica (Dorsal de Carlsberg)
- Dorsal del Índico Occidental
-
Dorsal mesoatlántica
- Dorsal de Knipovich (entre Groenlandia y Svalbard)
- Dorsal Mohns (entre Svalbard e Islandia)
- Dorsal de Kolbeinsey (Norte de Islandia)
- Dorsal de Reykjanes (Sur de Islandia)
- Dorsal del Atlántico norte
- Dorsal del Atlántico sur, que enlaza a través de la Dorsal Africano-Antártica con la Dorsal del Índico Occidental

Distribución mundial de las dorsales oceánicas.

5 Fosas oceánicas
Las fosas oceánicas , también conocidas como fosas marinas, son estrechas y profundas trincheras que suelen encontrarse adosadas a los bordes continentales o junto a arcos de islas volcánicas, especialmente en el Pacífico.
La temperatura del agua en las fosas marinas se mantiene fija en casi 4º, que es la que tiene el agua a una profundidad grande. Aunque no lo parezca, en las fosas oceánicas existe vida marina, como por ejemplo algunos tipos de moluscos y peces, en especial, de especies bioluminiscentes de pequeño tamaño.
En el Pacífico occidental se encuentra el mayor número de fosas y las más profundas, con seis fosas que superan los 10 000 m de profundidad.
Durante muchos años sorprendió que las zonas más profundas del océano no se hallasen en su centro, sino junto a las costas de islas volcánicas y continentes. El fenómeno es perfectamente comprensible ahora a la luz de la teoría de la tectónica de placas.
Procesos geológicos asociados a las fosas marinas
Las fosas marinas se forman en las zonas de subducción, lugares de la corteza terrestre donde dos placas litosféricas convergen, colisionan, y una de ellas (la de mayor densidad) se introduce (subduce) bajo la otra. Como resultado produce una gran depresión en el suelo submarino; un buen ejemplo de ello es el de la fosa de Perú-Chile que es el resultado del choque entre una placa continental sudamericana y la placa oceánica de Nazca.
Dichas zonas de subducción están asociadas a una intensa actividad sísmica provocada por las tensiones, compresiones y rozamiento entre las dos placas. Los grandes terremotos y tsunamis de Japón o Indonesia están causados por este fenómeno.
Cuando la placa que subduce alcanza la astenosfera se funde , y los materiales fundidos, más ligeros, ascienden originando volcanes . Según la naturaleza de las placas que convergen se pueden distinguir dos casos:
-
Si las dos placas que colisionan están compuestas por litosfera oceánica, la intensa actividad volcánica origina arcos de islas, como las Aleutianas, Japón, Filipinas, Islas de la Sonda o las Antillas. Junto a estas islas existen profundas fosas submarinas (fosa de las Marianas, fosa de Japón , fosa de Puerto Rico, etc.).
-
Si una placa oceánica subduce bajo una continental, junto a la intensa actividad volcánica se produce un orógeno, es decir, se origina una cordillera; tal es el caso de la placa de Nazca que al subducir bajo la placa Sudamericana originó los Andes. Como en el caso anterior, hay asociada también una fosa oceánica (fosa de Perú-Chile).

Morfología
Las fosas oceánicas tienen una anchura de 50 a 100 kilómetros (31,1 a 62,1 mi) y una forma de V asimétrica, con la pendiente más pronunciada (de 8 a 20 grados) en el lado interior (de superposición) de la fosa y la pendiente más suave (alrededor de 5 grados) en el lado exterior (de subducción) de la fosa. El fondo de la fosa marca el límite entre las placas subductora y cabalgante, conocido como cizalla basal o décollement de subducción. La profundidad de la fosa depende de la profundidad inicial de la litosfera oceánica cuando comienza su inmersión en la fosa, del ángulo con el que se sumerge la losa y de la cantidad de sedimentación en la fosa. Tanto la profundidad inicial como el ángulo de subducción son mayores para la litosfera oceánica más antigua, lo que se refleja en las profundas fosas del Pacífico occidental. Aquí, los fondos de las fosas de las Marianas y de Tonga-Kermadec se encuentran hasta 10-11 kilómetros (6,2-6,8 mi) por debajo del nivel del mar. En el Pacífico oriental, donde la litosfera oceánica en subducción es mucho más joven, la profundidad de la fosa Perú-Chile es de unos 7 a 8 kilómetros (4,3 a 5 mi).
Aunque estrechas, las fosas oceánicas son extraordinariamente largas y continuas, y forman las mayores depresiones lineales de la Tierra. Una fosa puede tener miles de kilómetros de longitud. La mayoría de las zanjas son convexas hacia la losa de subducción, lo que se atribuye a la geometría esférica de la Tierra.
La asimetría de la fosa refleja los diferentes mecanismos físicos que determinan el ángulo de inclinación interior y exterior. El ángulo de talud exterior de la fosa viene determinado por el radio de curvatura de la losa en subducción, determinado por su espesor elástico. Dado que la litosfera oceánica se engrosa con la edad, el ángulo de inclinación exterior viene determinado en última instancia por la edad de la losa subductora. El ángulo del talud interior viene determinado por el ángulo de reposo del borde de la placa que lo sobrepasa.3 Esto refleja los frecuentes terremotos que se producen a lo largo de la fosa y que evitan el sobredesnivel del talud interior.
A medida que la placa en subducción se aproxima a la fosa, se curva ligeramente hacia arriba antes de iniciar su caída hacia las profundidades. Como resultado, el talud exterior de la fosa está delimitado por un alto exterior de la fosa . Éste es sutil, a menudo de sólo decenas de metros de altura, y suele estar situado a unas decenas de kilómetros del eje de la fosa. En el talud exterior, donde la placa comienza a curvarse hacia la fosa, la parte superior de la losa en subducción está fracturada por fallas de flexión que dan al talud exterior de la fosa una topografía de horst y graben . La formación de estas fallas de flexión se suprime cuando las dorsales oceánicas o los grandes montes submarinos subducen hacia la fosa, pero las fallas de flexión atraviesan los montes submarinos más pequeños. Cuando la losa en subducción sólo está ligeramente recubierta de sedimentos, el talud exterior mostrará a menudo crestas de expansión del fondo oceánico oblicuas a las crestas de horst y graben.
La
Fosa Perú-Chile
está situada justo a la izquierda de la línea nítida entre el océano profundo azul (a la izquierda) y la plataforma continental azul claro, a lo largo de la costa oeste de Sudamérica. Se extiende a lo largo de un límite oceánico-continental, donde la
Placa de Nazca
oceánica subduce bajo la
Placa Sudamericana
continental.

Sedimentación
La morfología de la fosa está fuertemente modificada por la cantidad de sedimentación en la fosa. Esta varía desde prácticamente ninguna sedimentación, como en la fosa de Tonga-Kermadec, hasta casi completamente llena de sedimentos, como en la fosa sur de las Antillas Menores o la fosa oriental de Alaska. La sedimentación depende en gran medida de la proximidad de la fosa a una fuente de sedimentos continentales. El rango de sedimentación queda bien ilustrado por la fosa chilena. La porción norte de Chile de la fosa, que se encuentra a lo largo del Desierto de Atacama con su muy lenta tasa de meteorización, es carente de sedimentos, con 20 a unos pocos cientos de metros de sedimentos en el fondo de la fosa. La morfología tectónica de este segmento de la fosa está totalmente expuesta en el fondo del océano. El segmento central de Chile de la fosa está moderadamente sedimentado, con sedimentos superpuestos sobre sedimentos pelágicos o el basamento oceánico de la losa en subducción, pero la morfología de la fosa sigue siendo claramente discernible. El segmento sur de Chile de la fosa está totalmente sedimentado, hasta el punto de que la elevación y el talud exteriores ya no son perceptibles. Otras fosas totalmente sedimentadas son la Fosa de Makran, donde los sedimentos son de hasta 7,5 kilómetros (4,7 mi) de espesor; la zona de subducción de Cascadia, que está completamente enterrada por 3 a 4 kilómetros (1,9 a 2,5 mi) de sedimentos; y la zona de subducción más septentrional de Sumatra, que está enterrada bajo 6 kilómetros (3,7 mi) de sedimentos.
En ocasiones, los sedimentos son transportados a lo largo del eje de una fosa oceánica. La fosa central de Chile experimenta el transporte de sedimentos desde los abanicos de origen a lo largo de un canal axial. 8 Se ha documentado un transporte similar de sedimentos en la fosa de las Aleutianas.
Además de la sedimentación procedente de los ríos que desembocan en una fosa, también se produce sedimentación por deslizamientos de tierra en la pendiente tectónica interior, a menudo provocados por terremotos de megaconstrucción . El deslizamiento de Reloca, en la fosa central de Chile, es un ejemplo de este proceso.
Márgenes erosivos frente a márgenes de acreción
Los márgenes convergentes se clasifican en erosivos o acrecionales, y esto influye mucho en la morfología del talud interior de la fosa. Los márgenes erosivos, como las fosas del norte de Perú-Chile, Tonga-Kermadec y Mariana, corresponden a fosas con escasez de sedimentos. La losa en subducción erosiona el material de la parte inferior de la losa en cabalgamiento, reduciendo su volumen. El borde de la losa experimenta subsidencia y empinamiento, con fallamiento normal. La pendiente está sustentada por rocas ígneas y metamórficas relativamente fuertes, que mantienen un elevado ángulo de reposo. Más de la mitad de los márgenes convergentes son márgenes erosivos.
Los márgenes de acreción, como los del sur de Perú-Chile, Cascadia y Aleutianas, están asociados a fosas de moderada a fuertemente sedimentadas. A medida que la placa subduce, los sedimentos son "arrastrados" hacia el borde de la placa que la cabalga, produciendo una cuña de acreción o un prisma de acreción . De este modo, la placa dominante se expande hacia el exterior. Debido a la falta de resistencia de los sedimentos, su ángulo de reposo es menor que el de la roca que forma el talud interior de las fosas de los márgenes erosivos. El talud interior está subyacente por imbricada láminas de empuje de sedimentos. La topografía de la vertiente interior es accidentada por erosión en masa localizada. Cascadia prácticamente no tiene expresión batimétrica de la elevación exterior y la fosa, debido a la completa colmatación de sedimentos, pero la pendiente interior de la fosa es compleja, con muchas crestas de empuje. Éstas compiten con la formación de cañones por los ríos que drenan hacia la fosa. Los taludes interiores de los márgenes erosivos rara vez muestran crestas de empuje.
Los prismas de acreción crecen de dos formas. La primera es por acreción frontal, en la que los sedimentos son raspados de la placa descendente y emplazados en la parte frontal del prisma de acreción. A medida que crece la cuña de acreción, los sedimentos más antiguos alejados de la fosa se van litificando , y las fallas y otros rasgos estructurales se inclinan por rotación hacia la fosa. 12 El otro mecanismo de crecimiento de los prismas de acreción es la socavación{sfn|Stern|2005}}. (también conocido como acreción basal ) de sedimentos subducidos, junto con algo de corteza oceánica , a lo largo de las partes poco profundas del décollement de subducción. El Complejo franciscano de California se interpreta como un antiguo prisma de acreción en el que la subducción se registra como mezclas tectónicas y estructuras dúplex.
Terremotos
Los frecuentes terremotos de megaconstrucción modifican el talud interior de la fosa provocando grandes corrimientos de tierra. Éstos dejan escarpas semicirculares con pendientes de hasta 20 grados en las cabeceras y paredes laterales.
La subducción de montes submarinos y dorsales asísmicas en la fosa puede aumentar la fluencia asísmica y reducir la gravedad de los terremotos. Por el contrario, la subducción de grandes cantidades de sedimentos puede permitir que las rupturas a lo largo del declive de subducción se propaguen a grandes distancias y produzcan megaterremotos.


6 Plataforma Continental
La plataforma continental es la superficie de un fondo submarino próximo a la costa y con profundidades inferiores a 200 metros. Su amplitud desde la costa es variable, desde escasos metros hasta cientos de kilómetros. Es la continuación submarina de los continentes, es decir, su basamento geológico está constituido por corteza continental. En ella abunda la vida animal y vegetal por lo que es de gran importancia económica.
El agua que la cubre suele contener vida marina en abundancia y la mayor parte de la pesca se realiza en esta zona. Aquí se encuentra la cuarta parte de la producción mundial de petróleo y gas procedente de las rocas que se encuentran debajo.

En el derecho internacional
El Convenio de Ginebra de 1958 sobre plataforma continental, en su artículo 1, entendía por plataforma continental:
La plataforma continental circunda a los continentes hasta una profundidad media de 200 m , lo cual, dada su escasa pendiente, representa una anchura de cerca de 90 km en promedio. Su límite exterior se caracteriza precisamente por un cambio brusco de esta pendiente: el fondo, en cuya base se halla el fondo del océano .
Artículo 1 del Convenio de Ginebra de 1958
Este concepto, a efectos de derecho internacional, fue modificado por la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982 (Convemar), que estableció:
La plataforma continental de un Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos en que el borde exterior del margen continental no llegue a esa distancia.
El margen continental comprende la prolongación sumergida de la masa continental del Estado ribereño y está constituido por el lecho y el subsuelo de la plataforma, el talud y la emersión continental. No comprende el fondo oceánico profundo con sus crestas oceánicas ni su subsuelo. Los puntos fijos que constituyen la línea del límite exterior de la plataforma continental en el lecho del mar, deben estar situados a una distancia que no exceda de 350 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial o de 100 millas marinas contadas desde la isóbata de 2500 metros, que es una línea que une profundidades de 2500 metros.
Distribución geográfica
Las plataformas continentales cubren un área de unos 27 millones de km2, lo que equivale a un 7% de la superficie de los océanos. 3 La anchura de la plataforma continental varía considerablemente: no es raro que una zona no tenga prácticamente ninguna plataforma, sobre todo cuando el borde delantero de una placa oceánica en avance se sumerge bajo la corteza continental en una zona de subducción en alta mar, como ocurre en la costa de Chile o en la costa occidental de Sumatra. La plataforma más grande, la de Siberia, en el océano Ártico, tiene una anchura de 1.500 kilómetros. El Mar de China Meridional se extiende sobre otra extensa zona de plataforma continental, la Plataforma de Sonda, que une Borneo, Sumatra y Java con el continente asiático.Otras masas de agua conocidas que recubren las plataformas continentales son el Mar del Norte y el Golfo Pérsico. La anchura media de las plataformas continentales es de unos 80 km. La profundidad de la plataforma también varía, pero en general se limita a aguas de menos de 100 m (328,1 pies). 4 La pendiente de la plataforma suele ser bastante baja, del orden de 0,5°; el relieve vertical también es mínimo, de menos de 20 m (65,6 pies).
Si bien la plataforma continental es analizada como una provincia fisiográfica del océano, no forma parte de la propia cuenca oceánica profunda, sino de los márgenes inundados del continente. Los márgenes pasivos continentales tales como la mayoría de las costas del Atlántico tienen plataformas anchas y poco profundas, a base de gruesas capas de depósitos sedimentarios producto de importantes procesos erosivos del continente adyacente. Los márgenes continentales activos tienen plataformas angostas relativamente pronunciadas, a causa de terremotos frecuentes que desplazan el sedimento hacia las profundidades marinas.

Relevancia económica
Debido a que es relativamente más accesible, la plataforma continental es la parte del suelo oceánico mejor conocida. La mayor parte de la exploración oceánica comercial, como la extracción de minerales metálicos, minerales no metálicos y de hidrocarburos, tiene lugar en la plataforma continental.
La definición legal de plataforma continental difiere significativamente de la definición geológica. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) establece que la plataforma se extiende hasta el límite del margen continental, pero no menos de 370 km ni más de 650 km desde la línea de base. Así, las islas volcánicas habitadas como las Islas Canarias , que no tienen plataforma continental propiamente dicha, tienen plataforma continental legal, mientras que las islas inhabitables no tienen plataforma continental.
En 1930, muchas naciones empezaron a darse cuenta del valor de sus plataformas continentales y solicitaron nuevas leyes que sustituyeran a las anteriores, que limitaban su territorio a sólo tres millas de la costa. En 1945, Estados Unidos fue el primero en obtener el control de la plataforma continental. Las leyes internacionales evolucionaron, y en 1982 se promulgó la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar para regular los recursos marinos y la contaminación en todo el mundo. Las leyes internacionales siguen siendo muy debatidas y sufren cambios para permitir un acceso justo al tiempo que se protegen los recursos que pertenecen a las distintas naciones.
Pesca
Las plataformas continentales son un oasis en el océano para las plantas y los animales debido a la abundancia de luz solar, las aguas poco profundas y los sedimentos con cargas de nutrientes a través de la escorrentía de los ríos, la acción de las olas y, en algunas zonas, el afloramiento. Aunque muchas zonas de la plataforma reciben una cantidad importante de nutrientes procedentes del afloramiento de aguas oceánicas más profundas.
Además de la gran cantidad de vida bentónica, la plataforma continental alberga una gran variedad de especies como el atún, la sardina, la caballa y el bacalao . La gente ha dependido de la plataforma continental durante miles de años para obtener el 90% de la producción pesquera del mundo y, más recientemente, para el petróleo. Según la teoría abiogénica, los combustibles fósiles se formaron cuando antiguas plantas y animales cayeron a la roca sedimentaria del fondo oceánico.
Los arrastreros de fondo que recorren las plataformas continentales desembarcan anualmente unos 19 millones de toneladas de peces e invertebrados, casi una cuarta parte de los desembarcos marinos salvajes. La extensión de la huella de la pesca de arrastre de fondo (el área del lecho marino que se arrastra al menos una vez en una región y un período de tiempo determinados) ha sido cuantificada utilizando datos del sistema de seguimiento de buques por satélite (VMS) de alta resolución y los cuadernos de bitácora en 24 plataformas continentales y taludes hasta 1.000 m de profundidad durante al menos 2 años. La huella de la pesca de arrastre varió notablemente entre regiones: desde <10% de la superficie del lecho marino en aguas australianas y neozelandesas, las Islas Aleutianas, el Mar de Bering oriental, el sur de Chile y el Golfo de Alaska hasta >50% en algunos mares europeos. En general, el 14% de los 7,8 millones de km2 de las zonas estudiadas fueron arrastrados y el 86% no fueron arrastrados. La actividad de arrastre fue agregada; las zonas de mayor intensidad de arrastre, que representaban el 90% de la actividad, comprendían el 77% de la huella en promedio.

7 Corrientes de mareas
Las corrientes de mareas son unos tipos de corrientes marinas generadas en coordinación con la marea alta o la marea baja. Al moverse las mareas cercanas a la orilla de manera vertical, el agua se mueve de forma horizontal, lo que ocasiona corrientes.Se trata de la única tipología de mareas que pueden generarse a través de la conexión gravitacional entre el sol, la tierra y la luna.
8 Mar epicontinental
Un mar epicontinental es una masa de agua salada con una gran extensión pero con escasa profundidad que se extiende sobre una plataforma
Los mares epicontinentales se suelen asociar con las transgresiones marinas de principios del Cenozoico . Pueden ser cálidos o fríos: de hecho, a finales de la última era glacial todavía quedaban unos cuantos, cuando el aumento del nivel del mar superaba la velocidad de isostasia en algunas zonas. Un importante mar epicontinental en la prehistoria , concretamente entre el Mesozoico y Cenozoico , fue el estrecho de Turgai , que separaba el continente europeo del sureste asiático .
En la actualidad, los mares epicontinentales suponen un gran aprovechamiento económico, ya que en ellos la posibilidad de pesca es muy grande. Se asientan sobre plataformas continentales, con lechos marinos a una profundidad media de 200 m o menos. Ejemplos significativos de mares epicontinentales actuales son el golfo Pérsico , el mar del Norte , el mar argentino , la bahía de Hudson y el mar de China Oriental .
El caso especial de los mares cerrados
En los grandes mares cerrados (o casi cerrados) como es el caso del mar Mediterráneo, Báltico, mar de las Antillas, golfo de México y otros), las corrientes marinas reflejan nítidamente el efecto del movimiento de rotación terrestre y no la dirección de los vientos y ello constituye una magnífica prueba de lo que se ha señalado al comienzo con respecto al origen de las corrientes oceánicas.
La diferencia más notable entre mares y océanos abiertos se observa en que en los primeros es posible ver un desplazamiento de las corrientes en forma circular adaptándose, como es lógico, a la configuración de las costas, sin que se vea casi ninguna coincidencia entre dirección de los vientos y dirección de las corrientes, mientras que en los océanos abiertos se pueden comprobar algunas de las grandes coincidencias entre corrientes marinas y los vientos constantes o planetarios. Pero en este último caso, la aparente coincidencia entre algunas corrientes y los vientos planetarios no se debe a que dichos vientos muevan las corrientes marinas, sino todo lo contrario, los vientos planetarios (alisios, vientos del oeste, etc.) son causados por las diferencias de presión atmosférica creadas por dichas corrientes. Algunos ejemplos servirán para demostrar claramente la idea de que son las corrientes oceánicas las que determinan la dirección, características y trayectoria de los vientos planetarios y no al contrario.

Las corrientes marinas en el mar Mediterráneo
El mar Mediterráneo, así como todos lo s mares internos de su cuenca (Adriático, Tirreno, Jónico, etc.) y el mar Negro presentan todos ellos una corriente marina paralela a la costa meridional en sentido oeste – este y una corriente paralela a la costa norte en sentido inverso, es decir, de este a oeste. La razón de la dirección de esta corriente circular se debe al movimiento de rotación terrestre y no a la dirección de los vientos que, generalmente vienen del suroeste (son los vientos del oeste) durante casi todo el año, aunque también pueden soplar desde cualquier dirección atendiendo a la posición momentánea de los centros de acción (ciclones y anticiclones). Curiosamente, los vientos que traen mayor peligro a las embarcaciones deportivas (en el caso del mar Mediterráneo) son los vientos de Levante, es decir, del este, al ser de mayor intensidad.
Como consecuencia de la dirección de dichas corrientes en el Mediterráneo, la geometría de los puertos debe protegerlos mediante escolleras y malecones ubicados siempre a su izquierda viendo el puerto desde la costa hacia mar adentro. Así el puerto quedará protegido, no de los vientos (que pueden soplar en cualquier dirección), sino de las corrientes que son las que pueden ocasionar consecuencias más negativas para la navegación y para la seguridad de los puertos.

Las corrientes marinas en el mar Báltico
Las corrientes marinas del mar Báltico s iguen exactamente el mismo patrón que en el mar Mediterráneo pero las costas tienen distintas características, además de que en este caso, existe un superávit de agua que pasa al mar del Norte a través de los estrechos daneses, al contrario de lo que sucede en el estrecho de Gibraltar. En el caso del Báltico, lo mismo que se ha explicado en el Mediterráneo, las aguas siguen un movimiento circular en sentido antihorario: las costas del sureste (Alemania, Polonia, países bálticos) son bajas y arenosas por lo que se forman barras y cordones litorales que se alargan de izquierda a derecha y que encierran a una especie de laguna litoral que recibe el nombre, en alemán, de haff, término que equivale al de albufera en español.
Lo mismo que sucede con la Albufera y el Mar Menor en España, las lagunas de las costas surorientales del mar Báltico crecieron por el lado izquierdo y se abren por el derecho (mirando hacia el mar abierto) para dar paso a las aguas sobrantes de la laguna. Se trata del mismo diseño que los puertos en el Mediterráneo pero en este caso tiene un origen natural. O, dicho en sentido inverso, la entrada de los puertos para la navegación siempre debe estar ubicada en el punto opuesto a la dirección de las corrientes litorales. Si no fuera así, los puertos quedarían inutilizados en poco tiempo.
Diferencias de Temperaturas de Corrientes Marinas

Corrientes Cálidas
El flujo de las aguas superficiales de los océanos que tiene su origen en la zona intertropical y se dirige, a partir de las costas orientales de los continentes (América del Norte y Asia) hacia las latitudes medias y altas en dirección contraria a la rotación terrestre, como por ejemplo la corriente del Golfo o la de la Kuroshio o corriente del Japón.
En el hemisferio sur, estas corrientes son casi inexistentes, por la configuración de las costas y por el hecho de que en las latitudes de clima templado y frío no existen casi tierras.

Corrientes Frías
El flujo de aguas frías que se mueven como consecuencia del movimiento de rotación terrestre, es decir de este a oeste, a partir de las costas occidentales de los continentes por el ascenso de aguas frías de grandes profundidades en la zona intertropical y subtropical. Ejemplos de corrientes frías: la de Canarias, la de Benguela, la de Humboldt o del Perú, y la de California, todas ellas en las costas occidentales de los continentes de la zona intertropical y subtropical.
Las corrientes de Oyashio (en el océano Pacífico) y la de Groenlandia o corriente del Labrador, también se producen por el ascenso de aguas frías y podrían definirse como una compensación al efecto de las corrientes cálidas cuando alcanzan las altas latitudes en las costas occidentales de los continentes.

Estas corrientes frías solo se presentan en la zona ártica ya que la zona antártica es mucho más uniforme y solo tiene una corriente continua circumpolar en la que no existe un ascenso de aguas frías provocado por el relieve submarino. Por lo que se señala arriba, la corriente circumpolar antártica presenta aguas superiores a 4º en primer lugar, porque son superficiales y en segundo lugar, porque absorben cierta cantidad de radiación solar por el hecho de desplazarse permanentemente en la misma dirección y sin el ascenso de aguas frías por recorrer un círculo casi completamente sin tierras. En este sentido, la circulación antártica es relativamente sencilla: un giro perpetuo de 360º alrededor de la Antártida y a cierta distancia de este continente, que sirve de barrera tanto a las aguas cálidas procedentes de la zona intertropical (a diferencia de la corriente del Golfo en el océano Atlántico Norte y la de Kuroshio en el Pacífico Norte), como a los icebergs procedentes de los hielos antárticos (a diferencia también de Atlántico Norte, donde la corriente fría de Groenlandia puede llegar a traer icebergs a latitudes más bajas del noreste de los Estados Unidos y del este de Canadá (latitudes similares a las de Francia y el Reino Unido). La corriente de Groenlandia Occidental o corriente del Labrador fue la responsable del desplazamiento del iceberg que ocasionó el naufragio del Titanic en abril de 1912, unos 1500 km al este de Nueva York y casi a la misma latitud que esta ciudad.
Corriente Ecuatorial
La corriente ecuatorial se desplaza de este a oeste por inercia ya que las aguas presentan una resistencia a acompañar a nuestro planeta en su movimiento de rotación. Pero en las latitudes medias y altas, las corrientes se mueven de oeste a este debido también al mismo principio de inercia, aunque en este caso, se trata de un efecto inercial que va aumentando progresivamente a medida que aumente la latitud, incrementándose su velocidad y llegando a superar ligeramente a la propia velocidad de la rotación terrestre. Por otra parte, como esta circulación oceánica tiene un patrón similar al de los vientos planetarios, interactúan mutuamente, tanto en su velocidad de desplazamiento como a la cantidad de calor que trasladan. Involucran el movimiento de grandes masas de aguas, afectando la temperatura de la capa superior y repartiendo una enorme cantidad de humedad y, por ende, de calor, en el sentido de los meridianos. Por esta razón, las corrientes oceánicas son las que explican las enormes diferencias climáticas entre las costas americanas y europeas del Atlántico Norte, por citar un ejemplo muy conocido.

Formas de Corrientes Marinas

Corrientes de marea
Son corrientes periódicas con ciclo diario que son producidas por la atracción lunar y en menor grado, del sol. Son corrientes superficiales de las aguas del mar y, por lo tanto, involucran en su mayor parte, aguas cálidas. Aunque poco estudiadas, estas corrientes de marea involucran enormes desplazamientos de agua del hemisferio norte al sur y viceversa.
Obviamente, si la posición del sol y la luna coinciden en el mismo hemisferio (durante la luna llena o luna nueva en el verano del hemisferio norte), las mareas resultantes atraen una gran cantidad de agua que puede cruzar el ecuador terrestre en el océano Pacífico y más aún, en el océano Atlántico, debido en este último caso a la configuración de las costas sudamericanas, que desvían la corriente ecuatorial y por ende, las mareas vivas hacia el noroeste, a lo largo de la costa sudamericana del noreste del Brasil, de las Guayanas, de Venezuela y de las Antillas. Y durante el invierno en el hemisferio norte ocurre el proceso inverso.

Corrientes de oleaje
Son las que modifican en gran parte el litoral y son producidas por los vientos, en especial, por las tempestades o huracanes que se asocian al movimiento de las masas de aire tanto de origen continental como marítimo.
Desviación hacia el noroeste de gran parte de la corriente ecuatorial del sur, al encontrarse el cabo San Roque, punta más oriental de la América del Sur, unos 5° de latitud al sur del ecuador terrestre, que es la línea que pasa por la desembocadura del río Amazonas junto a la isla de Marajó.

Corrientes de deriva litoral
Constituyen la resultante de la acción de las corrientes oceánicas al llegar a las costas cuyo trazado presenta alguna inclinación o desviación con respecto a la dirección original de las mismas. El ejemplo de la corriente ecuatorial atlántica al llegar a las costas del Brasil (como puede verse en el mapa de corrientes, es muy claro en este sentido, ya que casi todas las aguas de la misma son desviadas hacia el noroeste porque las costas tienen esta dirección.
La corriente de deriva litoral brasileña o corriente del noreste del Brasil, lleva una gran cantidad de aguas cálidas hacia las costas de las Guayanas, costa oriental de Venezuela y las Pequeñas Antillas. Es por este motivo por el que las costas atlánticas de las Guayanas y de Venezuela, presentan un clima más lluvioso que las del noreste del Brasil, ya en el hemisferio sur. También tiene otras dos consecuencias muy importantes: la desviación del ecuador térmico hacia el hemisferio norte y la menor incidencia de los huracanes en las costas meridionales del Brasil.

Corrientes de densidad
Se presentan en las zonas de contacto de dos masas de agua con distinta densidad, por lo general debido al encuentro de aguas de distinta temperatura aunque esta idea puede dar origen a cierta confusión, ya que la mayor densidad del agua se presenta a 4 ºC y casi siempre pensamos que las aguas frías son más densas, lo cual es cierto pero solo hasta que alcanza la temperatura indicada.
De esta forma se generan corrientes verticales unidas por desplazamientos horizontales para reemplazar el agua movida. Por ejemplo, el agua de la superficie puede sufrir un aumento de salinidad por evaporación. Este intercambio de aguas de distinta densidad pueden presentarse en tres áreas de contacto:
En los estrechos entre mares u océanos distintos, como sucede en el estrecho de Gibraltar, las aguas del Atlántico se introducen al Mediterráneo como una cuña por su mayor densidad, mientras que las del Mediterráneo, generalmente más cálidas, pasan hacia el Atlántico por arriba por su menor densidad. En este caso, las aguas del Atlántico tienen un volumen muy superior a las del Mediterráneo, porque este mar es deficitario en agua debido al clima más seco y a la fuerte evaporación de sus aguas. Los estrechos daneses, en cambio, intercambian agua del mar del Norte con la procedente del mar Báltico pero en forma distinta, ya que el mar Báltico tiene un superávit de agua que sale hacia el mar del Norte, principalmente por el canal que separa Dinamarca con Suecia, es decir, junto a las costas de este último país.
Temperaturas superficiales del océano Pacífico correspondientes al 16 de septiembre de 2013. Puede verse que las mayores temperaturas no se corresponden con el ecuador geográfico sino con el paralelo de 10º N, lo cual se debe a la influencia de las aguas frías de la corriente de Humboldt, justo al sur del ecuador.
A lo largo del ecuador
, donde las corrientes frías pueden encontrarse junto a corrientes más cálidas con la misma dirección este a oeste, pero de otro hemisferio. En este caso, a lo largo del ecuador existe una misma corriente ecuatorial pero donde coexisten aguas de muy distinta temperatura, como puede verse en el cartograma de las temperaturas superficiales del océano Pacífico.
A lo largo del círculo polar ártico
, donde las corrientes procedentes del océano Ártico hacia el sur son de aguas muy frías (menos de 4 ºC) y por lo tanto son superficiales al tener menor densidad (recordemos que la mayor densidad del agua se presenta en torno a los 4 ºC). De hecho, la corriente de Groenlandia Oriental trae hacia el sur una gran capa de hielo flotante, lo que explica que la costa oriental de Groenlandia esté prácticamente despoblada. En cambio, en la costa occidental de Groenlandia emergen aguas profundas que, por definición, tienen una temperatura en torno a los 4 ºC, lo que explica que sea una costa libre de hielos y, en consecuencia, concentre la casi totalidad de la población de Groenlandia.

Corriente de arrastre
Ocurren en la superficie de la masa de agua, son por la acción directa del viento. Son de mayor intensidad cuando el viento es constante sobre una masa de agua que es extensa, por ejemplo, los vientos alisios que soplan en el Atlántico y Pacífico creando corrientes de grandes masas de agua en dirección W.
Principales corrientes
Océano Atlántico
-
Corriente de las Antillas
-
Corriente del Atlántico Norte
-
Corriente del Atlántico Sur
-
Corriente de Benguela
-
Corriente del Brasil
-
Corriente del Cabo de Hornos
-
Corriente de las Canarias
-
Corriente del Caribe
-
Corriente Ecuatorial del Norte
-
Corriente Ecuatorial del Sur
-
Corriente del Golfo
-
Corriente de Groenlandia Occidental
-
Corriente de Groenlandia Oriental
-
Corriente de Guinea
-
Corriente de Labrador
-
Corriente de Madagascar
-
Corriente de las Malvinas
-
Corriente del norte de Brasil
-
Corriente de Noruega
-
Corriente de Portugal
-
Corriente de Spitzbergen
Océano Pacífico
-
Corriente de Alaska
-
Corriente de las Aleutianas
-
Corriente de Australia Oriental
-
Corriente de California
-
Corriente de Cromwell
-
Corriente Ecuatorial del Norte
-
Corriente Ecuatorial del Sur
-
Corriente de Humboldt
-
Corriente de Kamchatka
-
Corriente de Kuroshio (o Corriente de Japón)
-
Corriente de Mindanao
-
Corriente del Niño
-
Corriente de Oyashio
-
Corriente del Pacífico Norte
Océano Antártico
-
Corriente Antártica
-
Corriente Circumpolar Antártica
-
Giro Weddell
Océano Ártico
-
Corriente de Groenlandia Occidental
-
Corriente de Groenlandia Oriental
-
Corriente de Noruega
Océano Índico
-
Corriente de las Agujas
-
Corriente de Australia Occidental
-
Corriente Ecuatorial del Sur
-
Corriente del este de Madagascar
-
Corriente de Leeuwin
-
Corriente de Madagascar
-
Corriente del Monzón
-
Corriente de Mozambique
-
Corriente de Somalia
Circulación termohalina
En oceanografía física se denomina circulación termohalina ( CTH ) o, metafóricamente, cinta transportadora oceánica , a una parte de la circulación oceánica a gran escala que es determinada por los gradientes de densidad globales producto del calor en la superficie y los flujos de agua dulce. Es muy importante por su significativa participación en el flujo neto de calor desde las regiones tropicales hacia las polares, y su influencia sobre el clima terrestre.
El adjetivo termohalino deriva de las palabras griegas θερμος [thermos] "caliente" que hace referencia a la temperatura y άλος [halos] "de la sal" que hace referencia al contenido de sal, factores que juntos determinan la densidad del agua de mar. Las corrientes superficiales de las aguas marinas (tales como la corriente del Golfo) se dirigen desde el océano Atlántico ecuatorial, hacia las latitudes templadas y, eventualmente, a las latitudes árticas, enfriándose en su recorrido y hundiéndose a latitudes cercanas al polo (formando la Masa de agua profunda del Atlántico Norte). Esta agua densa luego fluye hacia las cuencas oceánicas. Mientras que gran parte de la misma surge en el Océano del Sur, las aguas más antiguas (con un tiempo de tránsito de unos 1600 años) surgen en el Océano Pacífico Norte (Primeau, 2005). Por lo que se produce un considerable grado de mezclado entre las cuencas oceánicas, reduciendo las diferencias entre ellas y convirtiendo a los océanos de la Tierra en un sistema global. En su recorrido, las masas de agua transportan tanto energía (en forma de calor) como materia (sólidos, sustancias disueltas y gases) alrededor del globo. Por lo tanto, el estado de la circulación ejerce un gran impacto en el clima sobre la Tierra.
En conjunto la circulación global puede describirse como un flujo relativamente superficial de agua que se calienta en el Pacífico y el Índico hasta el Atlántico , en cuyas latitudes tropicales sigue recibiendo calor, para finalmente hundirse en el Atlántico Norte, retornando en niveles más profundos.
La circulación es debida a convección, es decir que se produce por diferencias de densidad, con las masas más densas tendiendo a hundirse y las menos densas a ascender. En el caso de las masas oceánicas las diferencias de densidad dependen de dos factores: la temperatura y la salinidad . La densidad decrece cuando aumenta la temperatura y crece con la salinidad.
Las masas que se hunden en el Atlántico y en la banda oceánica meridional lo hacen por el efecto de vientos que, al provocar la evaporación del agua, reducen su temperatura a la vez que provocan la concentración de las sales. La formación de hielo cuando crece la banquisa separa agua pura, dejando una salmuera que o rellena las grietas o se mezcla con el agua oceánica, amplificando el efecto. Las masas enfriadas, más densas, se trasladan por gravedad por los fondos polares.
En el Atlántico Norte la densificación debida a la evaporación da origen a una masa de agua fría y densa que circula a lo largo del Atlántico en un camino de retorno al Pacífico, teniendo vedada por la actual distribución de los continentes la vía directa por el noroeste.
Un incremento en el flujo de agua dulce en la superficie del Atlántico Norte, puede llevar a un significativo debilitamiento o un completo colapso en la circulación termohalina. Este sería el resultado neto de varios retroalimentadores.
Las corrientes marinas actúan como reguladores térmicos.
Se dice que las corrientes marinas en el mundo funcionan como un cinturón termohalino, pues la circulación profunda en el mar es regulada por diferencias de densidad que son regidas principalmente por la salinidad y la temperatura. La circulación marina en general es un complejo sistema en el cual interactúan la atmósfera y el océano, donde el océano capta la luz infrarroja y debido al alto calor específico del agua es capaz de retener el calor absorbido. La atmósfera está presente en este intercambio de calor y, con sus vientos, genera corrientes superficiales.
La circulación profunda funciona de otra manera ya que, como se ha mencionado anteriormente, la densidad del agua juega el papel principal. Por ejemplo, en la Corriente del Golfo las aguas calientes y con más alta salinidad son llevadas a altas latitudes, confiriendo de esta manera el clima templado que allí se observa, pues de otra manera el clima sería mucho más frío (esta corriente es de las más fuertes y llega a desplazarse a 2 m/s). En los años ochenta, el oceanografo Wallace Broecker sugirió por primera vez el término del cinturón termohalino, en el cual explica como la circulación en todo el océano funciona por diferencia de densidades, y como esto afecta al clima.
Animación de la circulación termohalina
También la formación de banquisa contribuye al aumento de la salinidad, al formarse la banquisa se forma una masa de hielo con "burbujas" de agua aún líquidas por la alta salinidad en el interior. Estas "burbujas" tienden a derretir el hielo que las rodea y a escapar de la masa de hielo y hundirse, debido a su mayor densidad. Este proceso se llama Exclusión en salmuera". (literalmente exclusión del agua salada ) . En cambio, en el Mar de Weddell el proceso de enfriamiento operado por los vientos es intensificado por el fenómeno de la exclusión de salmuera.
El resultado es que el agua profunda en el Antártico ( Antarctic Bottom Water AABW) se hunde y escurre hacia el norte en las profundidades del Océano Atlántico, donde, a causa de su elevada densidad se baja por debajo del agua profunda del Atlántico norte ( Atlántico Norte Deep Water NADW). Una vez más, el flujo en el Pacífico está limitado esta vez en el Pasaje de Drake, entre Cabo de Hornos en América del Sur y la Península Antártica
Tenga en cuenta que, a diferencia del agua dulce, el agua salada no tiene una densidad máxima a 4 °C, sino que, aumenta su densidad en la medida en que la temperatura disminuye hasta su punto de congelación a aproximadamente -1.8 °C (considerando el valor de la salinidad media del océano 35 psu).
Animación de la circulación termohalina
Movimiento de masas de aguas profundas
La formación y el movimiento de las masas de aguas profundas en el Océano Atlántico Norte crean masas de agua que se hunden y que llenan la cuenca y fluyen muy lentamente hacia las profundas llanuras abisales del Atlántico. Este enfriamiento en latitudes altas y el calentamiento en latitudes bajas impulsan el movimiento de las aguas profundas en un flujo polar hacia el sur. El agua profunda fluye a través de la cuenca del Océano Antártico alrededor de Sudáfrica , donde se divide en dos rutas: una hacia el Océano Índico y otra que pasa por Australia hacia el Pacífico.
En el Océano Índico, parte del agua fría y salada del Atlántico, atraída por el flujo de agua más cálida y menos salada de la parte superior del océano desde el Pacífico tropical, provoca un intercambio vertical de agua densa que se hunde con agua más ligera de arriba. Se conoce como vuelco. En el Océano Pacífico, el resto del agua fría y salada del Atlántico sufre un forzamiento halino, y se vuelve más cálida y menos salada más rápidamente.
El flujo submarino de agua fría y salada hace que el nivel del mar del Atlántico sea ligeramente más bajo que el del Pacífico y la salinidad o halinidad del agua en el Atlántico más alta que la del Pacífico. Esto genera un flujo grande pero lento de agua oceánica superior más cálida y menos salada desde el Pacífico tropical hasta el Océano Índico a través del archipiélago de Indonesia para reemplazar el agua fría y salada del fondo antártico. Esto también se conoce como "forzamiento halino" (ganancia neta de agua dulce en latitudes altas y evaporación en latitudes bajas). Esta agua más cálida y menos salada del Pacífico fluye a través del Atlántico Sur hasta Groenlandia, donde se enfría y sufre un enfriamiento por evaporación .y se hunde en el fondo del océano, proporcionando una circulación termohalina continua. 6
Por lo tanto, un nombre reciente y popular para la circulación termohalina, que enfatiza la naturaleza vertical y el carácter de polo a polo de este tipo de circulación oceánica, es la circulación de vuelco meridional.
Corriente del Golfo
La corriente del Golfo, junto con su extensión norte hacia Europa, la Deriva del Atlántico Norte, es una poderosa, cálida y rápida corriente oceánica atlántica que se origina en la punta de Florida, y sigue las costas orientales de Estados Unidos y Newfoundland antes de cruzar el océano Atlántico. El proceso de intensificación del oeste hace que la Corriente del Golfo sea una corriente que se acelera hacia el norte frente a la costa oriental de América del Norte.
Aproximadamente a la altura de 40°0′N 30°0′O, se divide en dos, con la corriente del norte cruzando hacia el norte de Europa y la del sur recirculando frente a África Occidental. La corriente del Golfo influye en el clima de la costa este de Norteamérica, desde Florida hasta Terranova, y en la costa oeste de Europa. Aunque se ha debatido recientemente, hay consenso en que el clima de Europa Occidental y Europa del Norte es más cálido de lo que sería en otras circunstancias debido a la deriva del Atlántico Norte, una de las ramas de la cola de la corriente del Golfo. Forma parte del Giro del Atlántico Norte. Su presencia ha propiciado el desarrollo de fuertes ciclones de todo tipo, tanto en la atmósfera como en el océano. La corriente del Golfo es también una importante fuente potencial de generación de energía renovable

Surgencia
Las surgencias de aguas marinas constituyen un fenómeno oceanográfico que consiste en el ascenso de masas profundas de agua, desde la zona abisal del océano hacia la superficie en las zonas de la plataforma continental. A este fenómeno también se le llama afloramiento o emersión y las aguas superficiales presentan una temperatura acorde con la profundidad de donde proceden y que contrasta enormemente con la temperatura atmosférica en las latitudes correspondientes.
Surgencia costera
La surgencia costera es la más conocida e importante, y la más relacionada con las actividades humanas ya que da origen a zonas pesqueras muy productivas y a una modificación sustancial del clima en las zonas de emersión, tanto en las costas como en las corrientes marinas y las áreas que ellas atraviesan. Las aguas profundas arrastran hacia la superficie nutrientes que incluyen nitrato y fosfato , que son producto de la descomposición de materia orgánica hundida por gravedad en las profundidades submarinas y que son devueltas por el ascenso de esas aguas profundas hacia la superficie costera de escasa profundidad. Cuando es traída a la superficie, estos nutrientes son utilizados por el fitoplancton , junto con CO2 (dióxido de carbono) disuelto y energía solar, para producir compuestos orgánicos a través del proceso de fotosíntesis . De esta manera las regiones de surgencias resultan en lugares de muy altos niveles de producción primaria de la cantidad de carbono fijado por el fitoplancton) en comparación a otras áreas del océano. La alta producción primaria induce la actividad de la cadena alimentaria ya que el fitoplancton es la base del alimento de toda la fauna oceánica.
Regiones de surgencia costera
Algunas regiones de surgencias incluyen:
- España (Canarias, costa atlántica de Galicia ) y Portugal
- Costa Noroccidental de África ( Marruecos , Mauritania , Islas Canarias , Islas de Cabo Verde )
- Perú
- Chile
- Mar Arábigo
- Sudáfrica occidental, Namibia
- Nueva Zelanda oriental
- Australia Occidental
- California , tanto en México como en los Estados Unidos
- Alaska , en las costas del Golfo de Alaska .
- Groenlandia , costa occidental.
- Noruega , costa occidental.
- Islandia , costa occidental.
- Venezuela y Colombia en las costas noroccidentales (oeste de las penínsulas de Paraguaná y La Guajira, respectivamente).
- Costas en torno a la Antártica .
Origen del fenómeno
La clave de la física que da el levantamiento a las surgencias costeras es el movimiento de rotación terrestre que da origen a una compensación inercial de la diferencia de velocidad entre las aguas superficiales y las profundas y entre las aguas superficiales de la zona intertropical y de las zonas templadas y polares. La surgencia de aguas profundas y frías ocurre especialmente en las costas occidentales de los continentes en la zona intertropical alcanzando latitudes subtropicales, como puede verse en la localización de climas desérticos en estas costas. Por el contrario, las costas orientales de los continentes tienen, en las mismas latitudes, climas más cálidos y lluviosos, producidos por aguas más cálidas. También ocurre en las latitudes árticas (Costa Occidental de Groenlandia , por ejemplo) y, en las antárticas alrededor de la Antártica. Como es lógico, en este caso, las costas menos frías son las occidentales y es por ello que la población de Groenlandia se concentra en la costa occidental, siendo mucho más fría la costa oriental ya que en ella predominan las aguas superficiales procedentes de la zona ártica .El papel que tienen los vientos dominantes o planetarios en la surgencia de aguas frías es insignificante, como se descubrió ya a comienzos del siglo xvi en la costa oriental de la Florida, cuando barcos con viento del Noreste (viento en popa porque estos barcos iban hacia el suroeste en un rumbo casi paralelo a dicha costa) retrocedían en contra del viento porque la corriente del Golfo , muy fuerte en esta zona, los empujaba en dicho sentido, tal como lo explicó Pedro Mártir de Anglería en uno de los libros más importantes de la época para estudiar la ciencia que explicaba las nuevas tierras recién descubiertas. Lo que sucede en este caso es que tanto las corrientes marinas como los vientos planetarios suelen tener un mismo patrón en su recorrido (el ejemplo citado por Anglería era una excepción eventual, ya que también allí el viento sopla a menudo hacia el noroeste) y la surgencia de las aguas frías de la corriente de las islas Canarias no se debe a los vientos alisios sino al ascenso de aguas frías en el talud continental africano ya que si se debiera a los vientos, las aguas no podrían ser tan frías. En otras palabras: si la corriente fría de las Canarias se debiera a los vientos que soplan en la superficie, las aguas no serían tan frías.

Un fenómeno relacionado se encuentra en el ecuador . Los vientos orientales (que se dirigen al oeste) soplando a lo largo del ecuador en la cuenca del Atlántico llevan agua hacia la derecha (hacia el norte) y esos mismos vientos en la parte sur del ecuador llevan el agua hacia el sur ( efecto Coriolis , en cada hemisferio inducen a la masa en movimiento a desplazarse hacia la derecha al norte y hacia la izquierda en el sur), la divergencia generada en el ecuador resulta en una surgencia con agua rica en nutrientes, y resulta en el notable hecho que en la región ecuatorial se puede ver desde el espacio una ancha línea de altas concentraciones de fitoplancton.
Surgencias de gran escala se pueden también encontrar en el Océano Antártico . Aquí, los vientos occidentales (que se dirigen al este) soplan alrededor de la Antártica , llevando un flujo de agua significante en dirección al norte. Desde ahí no hay continentes en una amplitud de latitud entre Sudamérica y la punta de la Península Antártica , algo de estas aguas es arrastrada desde grandes profundidades. En muchos modelos numéricos y síntesis observacionales, las surgencias del Océano Antártico representan la principal manera por la cual la profunda y densa agua es traída a la superficie. Surgencias más superficiales producidas por el viento se encuentran también en el Atlántico Norte y el Pacífico Norte, asociadas con las circulaciones del giro subtropical en el sentido de las agujas del reloj.
Algunos modelos de la circulación oceánica sugieren que surgencias de gran escala ocurren en los trópicos , como flujos por presión converge agua hacia las bajas latitudes donde es difusamente calentada desde arriba. Los coeficientes de difusión requeridos, sin embargo, parecen ser mayores que los observados en el océano real. No obstante, algunas surgencias difusas probablemente ocurran.
Las surgencias localizadas pueden ser debidas a la desviación de corrientes profundas por un monte submarino abasteciendo de una isla rica de nutrientes en áreas del océano donde de la productividad de otra manera sería baja. Estos proporcionan las islas de la vida en tales áreas y son importantes para las migraciones de especies y la pesca humana. Las surgencias también pueden ocurrir cuando los ciclones tropicales permanecen sobre un área, moviéndose a velocidades de menos de 5 mph (8 km/h).
¿Qué es una corriente de resaca?
Una corriente de resaca es una corriente superficial (o sub-superficial) de agua que se aleja de la orilla y se dirige hacia mar adentro. Es como un canal o río de agua que se mueve de forma
rápida (¡hasta 8 pies por segundo!). No es una corriente que te hunde, sino que te hala mar adentro.
¿Cómo se forma?
Las corrientes de resaca se generan por un rompimiento irregular de la ola a lo largo de su cresta. El agua que se acumula en la costa usualmente busca regresar al mar por el camino de menor resistencia, creándose un canal de poca resistencia que devuelve el agua mar adentro, y es este canal lo que conocemos como la corriente de resaca. Las corrientes de resaca tienen a ser más fuertes cuando hay marejadas fuertes. Estas corrientes algunas veces son visibles, y otras veces invisibles, dependiendo de la intensidad de la corriente y del tipo de sedimento que se encuentre en la playa. Cuando hay sedimentos finos, y por lo tanto fáciles de suspenderse en el agua, estas corrientes se pueden apreciar a simple vista. Se puede ver como una mancha de sedimentos sobre la superficie del agua, con tonos cafés, que penetran mar adentro. Cuando los sedimentos en la playa son gruesos, es más difícil de identificarlas, y solo algunas veces se perciben a través de diferencias en color del agua (un espacio claro entre espuma) o por la misma espuma de las olas que parece retroceder mar adentro.
Tanto las grandes marejadas como las corrientes de resaca se manifiestan de manera intermitente. Es necesario que cuando llegues a la playa con tus amigos o con tu familia dediques de 15 a 20 minutos a observar las condiciones en la orilla del mar. Es posible que llegues a la playa y todo se vea en calma, pero unos minutos más tarde llegan grandes olas y se forman las corrientes de resaca. Por eso, resulta muy importante observar detenidamente antes de entrar al agua.
¿Qué hacer?
- No entres en pánico.
- Si te encuentras en problemas en el agua, levanta una mano y mantente a flote, hasta que llegue ayuda.
- Al nadar no lo hagas en contra de la corriente. Espera que la corriente de resaca te “suelte” y entonces nada perpendicular a la playa por 20-40 metros (unos 100 pies), hacia donde las olas estén rompiendo. Las mismas olas te llevarán de regreso a la playa.
Reglas de seguridad a seguir:
Nadar en una piscina no es lo mismo que nadar en el mar. Las corrientes de resaca pueden extenuar al más fuerte de los nadadores.
Evita ir a las playas que estén bajo Advertencia de Resaca Fuerte.
- Al planificar tu día de playa, ve a la página de Internet del Servicio Nacional de Meteorología y verifica si hay Advertencia de Resaca Fuerte vigente o si se advierte la posibilidad de resacas en los boletines o pronósticos marítimos.
- Revisa el nivel de riesgo para la playa que tienes interés visitar. Encontrarás esta información en la página de Internet de CariCOOS consultando el producto que aparece en páginas web.
- Nada en áreas seguras, preferiblemente donde haya presencia de salvavidas.
- Evita nadar grandes distancias sin supervisión.
- No nades después de comer o bajo la influencia del alcohol.
- Mantente pendiente de los cambios físicos que usualmente experimenta el mar.
- Sal del mar cuando sientas que una corriente está ligeramente halándote.

¡Observe las condiciones en la orilla del mar durante 15-20 minutos antes de entrar al agua!
Mantén a todo tu grupo a la vista en todo momento.
No hay porqué tenerle miedo al mar,
pues si lo respetamos y cumplimos con reglas de seguridad,
siempre lo vamos a poder disfrutar.