Clasificación de Embarcaciones
Finalidad
Veleros
Veleros Antiguos
Los Navíos
Navíos de Línea
Navíos de Línea
Navios
En náutica, el navío de línea es un tipo de buque de guerra de tres palos con aparejo de velas cuadras y de dos a tres cubiertas artilladas.
Descripción
Se le llamó así porque fue el tipo de buque utilizado en una nueva formación de combate de las escuadras navales, formación utilizada entre los siglos xvii y xix y en la que los navíos se alineaban los unos detrás de los otros para formar un muro de artillería que pudiera disparar simultáneamente densas salvas contra la flota enemiga. No todos los navíos podían ser considerados de línea y generalmente no se consideraban como tales los menores de 64 cañones, aunque en numerosos combates de la Real Armada navíos de 60 o incluso de 50 cañones formaron línea con sus «hermanos mayores». Como en el caso de la batalla de Sicié de 1744.
Pero esto obedecía más a una falta de buques que obligaban a utilizar estos navíos, que habían sido concebidos en un principio como buques de escolta , para el corso o meramente como transportes armados.
El rey de la línea de combate era el navío de tres puentes , buques que en la Real Armada estaban armados desde 94 cañones los más pequeños, hasta 112 los famosos «meregildos». Aunque es bien sabido la excepcional figura del Santísima Trinidad de 136 piezas. Buque que se escapaba de cualquier clasificación gracias a sus únicos cuatro puentes .
Tras los hermosos y potentes navíos de 112 cañones le seguían los de 80 cañones, que por potencia de fuego y dimensiones parecían tres puentes rebajados a dos cubiertas.
Si el 112 era el rey los navíos de 74 cañones eran los más populares , debido a su gran presencia en todas las flotas dado su gran maniobrabilidad y potencia de fuego que podía dar. En España fueron clasificados en un principio como buques de 70 cañones . Por Real Orden de 25 de febrero de 1780, S.M. resolvió elevar sus navíos de 70 cañones a la clase de 74, tal como era común en el resto de Europa. Para ello dispuso que:
Se hagan los camarotes del alcázar de unos bastidores endebles que con facilidad se desarmen y sin catres de firme, a fin que en una acción puedan servirse de la porta que comprenden, pasando de una banda a la con que se baten el cañón correspondiente, como asimismo que en medio de la toldilla se lleven dos cañones de a 6, delante del palo de mesana prolongados de popa a proa, trincados con cabriones, y que se pongan alrededor de sus cureñas las convenientes argollas para su seguridad en caso de balances, haciendo en cada costado dos medios puntos, con sus cáncamos y demás utensilios para el manejo de esta artillería, cuya Real providencia se pondrá en práctica en el navío Terrible, y en los demás que sucesivamente se construyan o carenen.
Historia
El concepto de navío apareció a finales del siglo xvi, en Inglaterra, como evolución de los buques existentes, como el galeón, ante los avances de la artillería naval y las mejoras técnicas en los buques de vela. Las flotas debían presentar una línea de buques cada vez más artillados, para desarbolar y destruir los buques enemigos, llegando al abordaje como último recurso, superando la concepción existente hasta entonces de que el combate naval era una extensión del terrestre, en el que había que abordar siempre al enemigo para luchar cuerpo a cuerpo. En el siglo xvii se desarrolla el concepto, que llegará a su cumbre en el siglo xviii con el navío de línea, diseñado para formar estas líneas artilleras navales y maniobrar junto al resto de la escuadra.
En la Armada Española del xviii los navíos se clasificaban en tres clases, según su número de cañones: entre los 100 que como mínimo debía portar uno de primera clase y los 60 que armaba uno de tercera. El navío de línea con más cañones jamás construido fue el español Santísima Trinidad , armado con 136 cañones y 4 morteros, que fue botado en 1769 en La Habana (Cuba), y se hundió al sur de Cádiz, tras su captura en la batalla de Trafalgar (1805).
EL Navío Santísima Trinidad
Navíos de Línea
Un Navío del Siglo XVIII
Navíos de Línea SA
Los navíos consumían, para su construcción y mantenimiento, gran cantidad de maderas y otros materiales. Para protegerse de los impactos enemigos, el casco se formaba superponiendo tablones gruesos de roble o encina, para formar capas de hasta medio metro de espesor, o más en los puentes. La obra viva se forraba con planchas metálicas de cobre para impedir la acción de parásitos marinos y se alternaban capas de estopa y alquitranados para aumentar la duración de los materiales. La artillería más pesada (piezas de 42 a 32 libras) iba en el puente inferior y se iban colocando piezas cada vez más ligeras en los superiores. Su desplazamiento oscilaba entre las 1200 y 3500 toneladas. Al ser un buque lento y que requería gran número de tripulantes para su maniobra, las marinas de guerra disponían de gran cantidad de buques menores, como fragatas, corbetas, goletas o bergantines, para misiones que requerían movilidad y acción independiente de la flota.
El ingeniero francés Charles Henri Dupuy de Lôme inició la última etapa del navío de línea con el Napoléon, un enorme navío que tenía el apoyo de un motor a vapor.
El navío fue desapareciendo de las armadas en la segunda mitad del siglo xix, a partir de la entrada en servicio de las fragatas blindadas, cuyo primer ejemplar fue la francesa La Gloire , curiosamente también diseñada por Dupuy de Lôme, en 1859, seguida al año siguiente de la inglesa HMS Warrior; si bien se usaría una última vez en combate en la batalla de Lissa en el contexto de la Tercera Guerra de Independencia Italiana en la que el navío de linea Austriaco SMS Kaiser aunque no era la nave capitana del almirante Tegetthoff tuvo una intensa participación frente a las fragatas blindadas Italianas.
Principales partes de un navío de línea
Estas eran las partes principales de un navío de línea (basadas en un navío de 2 puentes y 74 cañones de 1805):
- Cubierta de la primera batería : situada justo por encima de la línea de flotación, y por tanto la más inferior. En esta cubierta se encontraba el almacén de la pólvora, llamado santabárbara, lo que lo convertía en uno de los lugares más peligrosos del barco. Un impacto en la santabárbara podía hacer que el navío entero saltara por los aires en cuestión de segundos. Esta cubierta artillaba los cañones más pesados del navío, normalmente de 36 libras. En un “74 cañones” esta cubierta artillaba unos 28 cañones.
- Cubierta de la segunda batería : justo encima de la primera cubierta se hallaba la segunda cubierta, donde se encontraban importantes departamentos como los habitáculos de los oficiales o los almacenes y despensas de comida. Artillaba unos 30 cañones, de menor calibre que los de la primera batería y que solían ser los de 24 libras.
- Cubierta principal : la más alta de las cubiertas, lugar donde se realizaban la mayoría de tareas importantes de a bordo: observación, maniobra, guardias, combate, etc. Esta cubierta artillaba unos 16 cañones, los más ligeros del navío, que solían ser de 18 libras. También se encontraban sobre esta cubierta las carronadas, un tipo de cañón más ligero que el resto, de diseño inglés, que se usaban principalmente para barrer con metralla las cubiertas superiores del enemigo. En la Armada Española se usaron poco, y solo navíos de primera clase como el Santa Ana o el Santísima Trinidad llegaron a incorporarlas.
- Palo trinquete : de los tres mástiles que componían un navío de línea, el trinquete era el situado más a proa. Las principales velas que montaba eran (de inferior a superior): la vela de trinquete, el velacho o gavia de trinquete y el juanete de proa.
1) Pañol de municiones.
2) Santabárbara.
3) Antepañol. Cuarto donde se cargaban de pólvora los cartuchos.
4) Tapabalazo. Vía de agua tapada con tablas de madera y planchas de plomo.
5) Tiro doble. Requerido para quebrar el casco del barco enemigo.
6) Cañón con cureña y aparejos.
7) Cubierta Principal
Diagrama ilustrando un navío de primera, y sección de un navío de tercera categoría (Cyclopaedia de 1728).
- Palo mesana : el situado más a popa, sus principales velas eran (de inferior a superior): la cangreja, donde muchas veces se situaba la bandera de la nación, la sobremesana, y el juanete de sobremesana o perroquete.
- Palo mayor : el más grande e importante de los tres, situado entre el trinquete y el de mesana, montaba las velas más importantes del navío y era prácticamente imprescindible para la navegación. Es por esto que era uno de los principales objetivos en caso de combate, ya que podía dejar el barco inmovilizado. Las principales velas que montaba eran (de inferior a superior): la vela mayor, la vela de gavia y el juanete mayor.
- Castillo de proa : una elevación situada a proa y dotada de su propia cubierta. Aquí se realizaban tareas principalmente de observación, y, algunas veces, de combate. El ancla también estaba situada aquí. Del castillo de proa y de las amuras de proa se proyectaba hacia adelante el beque, que servía para sostener el bauprés, el palo que se encuentra más a proa, y también servía de retrete a la marinería (los oficiales gozaban de la intimidad de cabinas-retrete situadas en las galerías laterales de popa. Los desechos se evacuaban directamente en el mar).
- Castillo de popa : opuesto al castillo de proa, a popa, se encuentra esta otra elevación de cubiertas. Originalmente la primera cubierta del castillo era el alcázar, palabra que es también sinónima de castillo, pero que en el siglo XVIII se refería ya a la parte trasera de la cubierta principal. La cubierta más elevada de un navío del siglo XVIII era, pues, la siguiente en elevación: la toldilla.
- Combés : situado entre el palo de trinquete y el palo mayor. Se dividía en dos partes: el hueco del combés, lugar por donde se trasladaban las mercancías desde la cubierta superior o desde el puerto hasta las cubiertas inferiores del navío, y el pasamanos, que bordeaba el hueco del combés y permitía el paso desde el alcázar hasta el castillo de proa.
- Alcázar : el alcázar era la parte de la cubierta superior situada entre el palo mayor y la popa, comprendiendo la parte del castillo de popa que llegaba hasta la toldilla. Sobre la parte de popa del alcázar se construía la mencionada toldilla, una cubierta que se extendía desde el palo de mesana hasta el coronamiento de popa. Bajo la toldilla se instalaban las dependencias del capitán y los camarotes de los oficiales de mayor rango. El alcázar y la toldilla constituían el centro neurálgico del navío. Los oficiales subían a la toldilla para obtener una mejor perspectiva de la cubierta y de las cercanías; pero cuando empezaba el combate, descendían al alcázar, ya que en la toldilla quedaban demasiado expuestos a la metralla. En ella solo permanecían los marinos encargados de las piezas artilleras y el oficial de banderas para izar y arriar los banderines de señales.
Por Real Orden de 25 de febrero de 1780, S.M. resolvió elevar sus navíos de 70 cañones a la clase de 74, tal como era común en el resto de Europa. Para ello dispuso que:
Se hagan los camarotes del alcázar de unos bastidores endebles que con facilidad se desarmen y sin catres de firme, a fin que en una acción puedan servirse de la porta que comprenden, pasando de una banda a la con que se baten el cañón correspondiente, como asimismo que en medio de la toldilla se lleven dos cañones de a 6, delante del palo de mesana prolongados de popa a proa, trincados con cabriones, y que se pongan alrededor de sus cureñas las convenientes argollas para su seguridad en caso de balances, haciendo en cada costado dos medios puntos, con sus cáncamos y demás utensilios para el manejo de esta artillería, cuya Real providencia se pondrá en práctica en el navío Terrible, y en los demás que sucesivamente se construyan o carenen.
Vistas por cubiertas
Vamos a ir diseccionando nuestro navío de línea desde las cubiertas superiores a las inferiores. Empezamos por la que es la cubierta más pequeña y superior del buque.
La toldilla del navío
En esta pequeña cubierta iban instalados los catres de los pilotos, además de dos piezas de artillería por banda. O bien obuses marinos o carronadas, según su disponibilidad.

01. Faroles de popa.
02. Pescantes para suspender el botecillo.
03. Remates de los jardines o leoneras.
04. Camarotes de pilotos.
05. Estantes para banderas, agujas de marear, correderas.
06. Cajones para faroles de señales.
07. Obuses o carronadas.
08. Mesa de guarnición de mesana.
09..Camarotes de oficiales.
10. Fogonadura del palo mesana.
11. Escala para bajar a la cámara.
Vamos a ir diseccionando nuestro navío de línea desde las cubiertas superiores a las inferiores. Empezamos por la que es la cubierta más pequeña y superior del buque.
La toldilla del navío En esta pequeña cubierta iban instalados los catres de los pilotos, además de dos piezas de artillería por banda. O bien obuses marinos o carronadas, según su disponibilidad.

Sección horizontal de la cubierta del alcázar y castillo de proa
Aquí nos encontramos con los cañones de menor calibre. El navío Montañés tenía en su botadura diez cañones de 8 libras en el alcázar y seis de 8 libras en el castillo. Lógicamente este armamento cambió durante su vida operativa.

Cubierta del alcázar y castillo de proa de un navío español de dos puentes y 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Sección horizontal de la cubierta del alcázar y castillo de proa
- Galería.
- Jardines.
- Cámara alta.
- Estantes para armas.
- Camarote del Comandante.
- Capilla.
- Camarotes de los oficiales más antiguos.
- Ventanas de luz para los camarotes.
- Rueda de timón y bitácora.
- Fogonadura del palo de mesana.
- Escala para la 2ª batería y cámara de oficiales.
- Alcázar.
- Batería de alcázar y castillo.
- La misma con cañones en batería.
- Chilleras para balas.
- La misma con cañones en retirada, chilleras para metralla y palanquetas.
- Enjaretado para ventilar 2ª batería.
- Escotilla de la 2ª batería.
- Mesas de guarnición del palo mayor.
- Propao del alcazar y fogonadura del palo mayor.
- Pasamanos.
- Escala del combés y 2ª batería.
- Escotilla mayor.
- Cabestrante del castillo.
- Propao del castillo y campana de proa.
- Chimenea de los fogones.
- Cabestrante del combés.
- Mesas de guarnición del trinquete.
- Fogonadura del palo trinquete.
- Miras de popa.
- Propao de proa y fogonadura del bauprés.
- Serviolas.
- Pescantes de las amuras del trinquete.
- Frontón de proa.
- Beques de la tropa.
- Tajamar
Sección horizontal por la cubierta de combés o segunda batería
- Espejo de popa y ventanas.
- Cajones para efectos del rancho.
- Jardines de cámara baja, beques para oficiales.
- Cabeza de timón para la caña.
- Mesa de la cámara baja.
- Camarotes de oficiales.
- Caja y guardas para los guardines de timón
- Repostería y alacenas.
- Mamparas de división de la cámara baja.
- Fogonadura del palo mesana.
- Caja para tacos.
- Bajada a entrepuente y santabárbara.
- Enjaretado para dar luz a batería y entrepuente.
- Cabestrante mayor.
- Escotilla y escala de despensa.
- Fogonadura del palo mayor.
- Bombas españolas.
- Escotilla mayor.
- Combés y 2ª batería.
- Artillería en batería.
- Artillería en retirada.
- Portas para artillería.
- Chilleras para balas.
- Cabestrante del combés.
- Escotilla de proa.
- Fogones.
- Horno.
- Fogonadura del palo trinquete.
- Fogonadura del bauprés.
- Pala de tajamar.
- Brazales y curbas banda
Sección horizontal por la cubierta de combés o segunda batería
En esta batería encontramos treinta cañones de 18 libras.

Sección horizontal por la cubierta de combés o segunda batería de un navío español de dos puentes de 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Sección horizontal por la cubierta de entrepuentes o primera batería
En esta batería, la más espaciosa del navío y que servía de zona de descanso y comida de la dotación, se encontraban los cañones más pesados y de mayor calibre : veintiocho cañones de 24 libras, aunque en la batalla de Trafalgar el navío Montañés llevó de a 36 libras.

Cubierta de entrepuentes o primera batería de un navío español de 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Sección horizontal por la cubierta de entrepuentes o primera batería
- Timón y codaste.
- Yugo principal.
- Portas de los guarda-timones.
- Escotilla del pañol de jarcia del condestable.
- Camarotes de capellanes.
- Santabárbara.
- Escotilla pañol pólvora.
- Carlinga de mesana y rancho de guardiasmarinas.
- Cabestrante mayor.
- Escotilla de despensa.
- Caja de bombas inglesas.
- Bombas españolas.
- Fogonadura del palo mayor.
- Escotilla mayor.
- Artillería 1ª batería en posición de combate.
- Artillería en retirada y sus portas.
- Chilleras para balas.
- Cables abitados y abozados.
- Escotilla de proa.
- Bitas.
- Fogonadura del palo trinquete.
- Carlinga del bauprés.
- Escotilla pañol del contramaestre.
- Caja de agua para los derrames de proa.
- Escobenes.
- Branque y para el tajamar.
- Cuaderna maestra y mayor manga del buque.
- Puntales para 2ª cubierta.
Vista horizontal del sollado
- Pañol del condestable.
- Escotilla para bajar a encender el farol para encartuchar.
- Escotilla para bajar al pañol de pólvora.
- Pañoles para pan y menestras.
- Corredor para ir a las escotillas 2 y 3.
- Sitio donde se reparte la ración llamado despensa.
- Escotilla de la despensa.
- Caja de aguas, bombas y carlinga del palo mayor.
- Caja de balas.
- Escotilla mayor.
- Sollado donde se coloca el cargo del bote, lancha y serení.
- Callejones de combate.
- Sobreplanes.
- Pañoles del carpintero, calafate, farolero y sangrador.
- Escotilla de proa.
- Pañol de velas.
- Pañol del contramaestre y fogonadura del trinquete.
- Escotilla para bajar al pañol del contramaestre en la bodega.
- Entradas a los callejones de combate.
Vistas generales del navío
Vista horizontal del sollado
A la lumbre del agua nos encontramos con el sollado.

Sollado de un navío español de dos puentes y 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Tercera sección horizontal de la bodega, que manifiesta la colocación de la 3ª andana de pipería, cables, etc
Bajo la línea de flotación está la espaciosa bodega.

Sección de la bodega de un navío español de dos puentes y 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Tercera sección horizontal de la bodega
- Pala de timón y codaste.
- Pañol de jarcia del condestable.
- Sitio donde se coloca el farol para encartuchar y comunica su luz por la división de cristales que se manifiesta en el mamparo opuesto.
- Paraje donde se encartucha.
- Pañol de pólvora y estantes a las bandas con los cartuchos de los distintos calibres.
- División de ladrillos entre el pañol de pólvora y la despensa.
- Despensa y colocación de los barriles de carne, tocino y queso.
- Caja de agua y caños de las bombas.
- Sobreplanes.
- Carlinga del palo mayor.
- Caja de balas.
- Arras o tablado levadizo para los cables.
- Pozo de la escotilla mayor.
- Bodega y aguada representando la última y 3ª tonga o andana de pipería.
- Pozo de la escotilla de proa y depósito de leña.
- Barriles de brea y alquitrán.
- Pañol del contramaestre y fogonadura del trinquete.
- Branque.
Segunda sección horizontal de la bodega
- Pala del timón y codaste.
- Pañol de pólvora y sitio para encartuchar.
- Barricas de pólvora.
- Despensa y pipas de vino.
- Lastre de piedra sobre la que está la tonelería.
- Sobreplanes.
- Caja de aguas y caños de las bombas.
- Carlinga del palo mayor.
- Caja de balas.
- Pozo de la escotilla mayor.
- Bodega y 1ª andana de toneles para aguada.
- Pozo de escotilla de popa y pies de carnero.
- Depósito de leña.
- Pañol del contramaestre en la bodega.
- Fogonadura del palo trinquete.
- Branque.
Primera sección horizontal de la bodega, representando la colocación del lastre de hierro en cañones viejos y lingotes

Primera sección de la bodega de un navío de línea español de dos puentes y 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Segunda sección horizontal de la bodega, que manifiesta la colocación de la aguada y primeras andanas de toneles

Segunda sección de la bodega de un navío de dos puentes y 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Primera sección horizontal de la bodega
- Pala del timón y codaste.
- División del pañón de pólvora y despensa hecha con ladrillos.
- Sobreplanes.
- Mamparo o división de despensa y bodega.
- Sobrequilla.
- Caja de aguas y caños de las bombas.
- Carlinga palo mayor.
- Caja de balas.
- Pies de carnero y pozo de la escotilla mayor.
- Cañones viejos de lastre y rellenos de piedra.
- Colocación de lingotes.
- Pies de carnero y pozo de la escotilla de proa.
- División del pañol del contramaestre.
- Carlinga del palo de trinquete.
- Roda.
- Cuadernas.
- Cuaderna maestra.
Navío a vista de pájaro
- Faroles de popa.
- Pescantes para suspender el botecillo.
- Camarotes de pilotos.
- Jardines.
- Camarotes para oficiales en la toldilla.
- Palo de mesana.
- Mesa de guarnición del palo de mesana.
- Propao de la toldilla y escala para bajar al alcázar.
- Alcázar.
- Propao del alcázar.
- Mesas de guarnición mayores.
- Enjaretado que da luz a la 2ª batería.
- Cañones en retirada.
- Cañones en batería.
- Palo mayor.
- Pasamanos y escalas.
- Combés abierto de la 2ª batería.
- Escotilla mayor y escala.
- Cabestrante del combés.
- Propao del castillo y campana de proa.
- Escalas para bajar al combés.
- Chimeneas de fogones.
- Cabestrante de proa.
- Palo de trinquete.
- Mesas de guarnición del palo de trinquete.
- Miras de proa.
- Bauprés.
- Pescantes para las amuras del trinquete.
- Beques.
- Serviolas.
- 1ª batería o del entrepuente.
- 2ª batería o del combés.
- Obuses o carronadas.
Navío a vista de pájaro desde el tope de mayor o en una dirección perpendicular a su plano

Navío a vista de pájaro desde el tope de mayor o en una dirección perpendicular a su plano
Vistas por popa y proa

1.- Timón. 2.- Portas de los cañones guardatimones. 3.- Balconada 4.- Espejo de popa. 5.- Coronamiento. 6.- Forro de planchas de cobre. 7.- Línea de flotación. (Por encima de ella se encuentra la obra muerta, por debajo la obra viva). 8.- Primera batería.1.- Primera batería. 2.- Segunda batería. 3.- Frontón de proa. 4.- Tajamar. 5.- Bauprés. 6.- Serviola. 7.- Forro de planchas de cobre. 8.- Línea de flotación.

1.- Primera batería. 2.- Segunda batería. 3.- Frontón de proa. 4.- Tajamar. 5.- Bauprés. 6.- Serviola. 7.- Forro de planchas de cobre. 8.- Línea de flotación.
Vista interior por una sección vertical de la cuaderna maestra

- Palo del trinquete.
- Frontón del castillo y cañones de mira a popa.
- Cabestrante del castillo y campana de proa.
- Batería del castillo y mesas de guarnición del trinquete.
- Cabestrante del combés.
- Fogón.
- Portas para salir a los beques de proa.
- Escalas de los pasamanos.
- Batería 2ª o del combés.
- La misma con los cañones en retirada.
- Cañones 1ª batería.
- Los mismos batiportados.
- Bitas y cables.
- Caja de escotilla de proa.
- Pañoles del carpintero, calafate, sangrador y farolero.
- Callejones de combate.
- Bodega y aguada.
- Pie de carnero para bajar a la bodega.
- Lastre.
- Sobreforro interior.
- Quilla.
- Cuaderna maestra.
- Sobreplanes.
- Cintas principales.
- Línea de flotación.
Vista de costado o en su mayor longitud en el sentido de la quilla

Costado de un navío de línea español de 74 cañones. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Vista de costado o en su mayor longitud
- Palo de mesana.
- Palo mayor.
- Palo de trinquete.
- Bauprés.
- Mascarón de proa.
- Brazales y curbas bandas para sujección del tajamar.
- Tajamar.
- Línea de flotación.
- 1ª batería.
- 2ª batería.
- Castillo de proa.
- Combés y pasamanos.
- Alcázar.
14. Toldilla.
15. Camarotes de oficiales.
16. Camarote de piloto y estantes para banderas, agujas de marear, correderas y cajones para faroles de señales.
17. Pescante para suspender el botecillo.
18. Portabandera.
19. Obuses o carronadas.
20. Jardines de popa.
21. Espejo de popa.
22. Pala del timón.
23. Forro de planchas de cobre.
24. Quilla.
25. Batayolas donde se estiban los coys.
Vista interior considerado por una sección vertical de proa a popa, en el sentido de la quilla

Interior de un navío de 74 cañones español. Imagen del Museo Naval de Madrid.
Vista interior considerado por una sección vertical de proa a popa
- Camarotes de pilotos.
- Camarotes para oficiales en la toldilla.
- Galeria.
- Cámara alta y alacenas para las armas.
- Camarote del comandante en la crujía.
- Capilla.
- Mamparos de camarotes de oficiales (desmontables en caso de combate).
- Rueda del timón y guardines.
- Bitácora.
- Escala y propao de la toldilla.
- Red para los petates (coys) alcázar y su batería.
- Pasamanos y red para los petates (coys).
- Propao del castillo y campana de proa.
- Cabestrante del castillo.
- Serviola y beques para oficiales de mar.
- Beques para la gente de mar.
- Pescantes para las amuras del trinquete.
- Tajamar.
- Horno.
- Fogones.
- Cabestrante del combés.
- Combés y 2ª batería.
- Chillera para balas.
- Escotilla mayor.
- Escotilla de la despensa.
- Cabestrante mayor.
- Escalas cámara baja y santabárbara.
- Repostería.
- Camarotes de oficiales en la crujía.
- Cámara baja.
- Caña del timón.
- Camarotes de capellanes.
- Yugo principal.
- Santabárbara.
- Rancho de guardamarinas.
- Carlinga del palo de mesana.
37. Bombas de achique.
38. Entrepuente y primera batería.
39. Escotilla de popa.
40. Bitas y cable.
41. Carlinga del palo bauprés.
42. Caja de aguas para los derrames.
43. Branque o roda.
44. Pañol del contramaestre y entrada a los callejones de combate.
45. Pañol de velas.
46. Pañol de carpintero, calafate, sangrador y farolero.
47. Sollado y callejones de combate.
48. Cajas de balas.
49. Pañoles para el pan.
50. Escotilla del pañol de pólvora.
51. Pañol de jarcia del condestable.
52. Codaste.
53. Timón.
54. Sitio del farol en el pañol de la pólvora.
55. Sitio para encartuchar.
56. Sitio y estantes para cartuchos de diferentes calibres.
57. Pañol de la pólvora.
58. Despensa separada por mamparo de ladrillos de la pólvora.
59. Pipas de vino.
60. Barricas de carne, queso y tocino.
61. Caja de aguas para las bombas.
62. Carlinga del palo mayor.
63. Tablado desmontable para los cables.
64. Bodega y aguada.
65. Lastre de piedra y lingotes.
66. Leña y barricas de brea y alquitrán.
67. Pañol del contramaestre.
68. Carlinga del palo trinquete.
69. Sobreplanos.
70. Cuaderna maestra.
71. Sobrequilla.
72. Quilla.
Vista del navío con todo su aparejo navegando con viento en la cuadra, cuya posición es la más propia para llevar mayor número de velas largas

Velamen de un navío de dos puentes y 74 cañones español. Imagen del Museo Naval de Madrid.
- Mesana cangreja o cangreja
- Sobremesana.
- Juanete de sobremesana o perico.
- Estay de mesana.
- Vela de estay de sobremesana.
- Vela de perico o periquito.
- Vela mayor.
- Gavia.
- Alas de gavia.
- Juanete mayor.
11. Alas de juanete mayor.
12. Sobrejuanete mayor.
13. Estay mayor.
14. Vela de estay de gavia.
15. Vela de estay volante.
16. Vela de juanete mayor.
17. Trinquete.
18. Rastrera de trinquete.
19. Botalón de la rastrera a estribor.
20. Velacho.
21. Ala de velacho.
22. Botalón para las alas.
23. Juanete de proa.
24. Ala del juanete de proa.
25. Sobrejuanete de proa.
26. Cebadera.
27. Sobrecebadera.
28. Contrafoque o trinquetilla.
29. Foque.
30. Petifoque o foque volante.
A finales del XVIII prácticamente no se construían navíos de 64 cañones, que habían perdido su particular «batalla» con el de 74 cañones. De todas maneras los que seguían en servicio eran todavía
ampliamente utilizados
, principalmente por la Royal Navy y la Real Armada. Los franceses hacía tiempo que los habían desechado en la organización de sus escuadras.

Cantidad de cañones
Los navíos de menos de 64 cañones, con portes variables que iban de los 60 a los 50, como hemos dicho no formaban parte de la amplia familia de los navíos de línea, y alguna vez fueron incluso rebajados a una sóla batería creando una gran fragata de más de 40 cañones .
Aunque esto se dió principalmente en la marina británica, que rebajó varios de sus buques de 64 cañones para construir grandes fragatas capaces de portar baterías de a 24 libras, lo cual las daba una gran superioridad frente a las mayores fragatas enemigas, que portaban cañones de a 18, y tenían mucho más andar que los navíos, de los que escapaban con gran facilidad.
El navío de línea claudicaría en el futuro en favor de las fragatas de este tipo, que cada vez se hacían más grandes y potentes , mucho mejor adaptadas a las nuevas formas de lucha en el mar, que los pesados buques de línea de combate.
Clasificación de los buques según su artillería y puentes
Al igual que en otras marinas de guerra, como la británica y la francesa, en España también se clasificó a los buques según el número de cañones que estos portaba. Los británicos los llamaron clases, los franceses rangos y en España se llamaron órdenes desde finales del siglo XVIII. Cada orden respondía a una necesidad de la Real Armada.
Sin embargo, clasificar a los buques según el número de cañones llamaba a equívoco muchas veces, incluso entre los entendidos.
El historiador Enrique Torralba en su obra sobre los navíos de línea dice:
"Todo ello revela un cierto confusionismo, que en efecto, alcanzó a los estamentos oficiales, como revela la carta de Retamosa a su amigo D. Juan Real, de la Secretaría de Marina, en la que se quejaba de los errores de clasficicación de los buques que aparecían en las listas para el Almanaque naútico, errores en clasificar a los buques por el número de cañones que montaban en cada momento y no, como quería Retamosa, por el número de portas por banda, pues al variar continuamente los artillados, los buques estarían también variando de clasificación".
Retamosa proponía la siguiente clasificación:
- Navíos de 3 baterías de 15 y 16 portas por banda con artillería en el alcázar: 100 cañones
- Idem con solas 3 baterías: 90 cañones.
- Idem con 2 baterías y media batería en el alcázar: 80 cañones.
- Idem con 2 baterías de 14 y 15 portas, con portas en el alcázar: 74 cañones.
- Idem con 2 baterías de 13 y 14 portas: 64 cañones.
- Idem con 2 de 12 y 13 portas: 58 cañones.
- Idem con 2 de 11 y 12 portas: 52 cañones.
Retamosa afirmaba que "este es el reglamento general de todos los príncipes que tienen marina real".
Así pues, durante todo el siglo XVIII se clasificó a los buques según el número de cañones, variando su número y composición con cada listado oficial que se realizaba. A continuación añadimos uno que categoriza por órdenes, de finales del XVIII y principios del XIX:

De primer orden
De 100 cañones.
Navíos de línea de tres puentes de cañones. En la Real Armada fueron los famosos 112 cañones de una serie de navíos muy potentes. Solían ser los buques insignias de cada escuadra. Armados con cañones de 36 libras en la 1ª batería, de 24 en la 2ª y de 12 en la 3ª.

De segundo orden
De 80 a 94 cañones
Navíos de línea de dos o tres puentes. Armaban cañones de a 36 libras en tiempo de guerra en la 1ª batería y de a 24 en la segunda. Los de 90 0 94 cañones en la Real Armada hubo muy pocos de este tipo. Los que hubo en España fueron navíos de 80 cañones remontados una batería más.

De tercer orden
De 64 a 74 cañones
Navíos de línea de dos puentes de cañones. Esta clase fue la más numerosa de navíos, siendo los célebres 74 cañones los más utilizados por todas las marinas de guerra del mundo. Armaban cañones de a 24 en la 1ª y de 18 en la 2ª. Aunque muchas veces sustituían los de a 24 por 36 libras, a costa del sufrimiento de la estructura del buque. Los de 64 cañones armaban la 1ª batería con cañones de 24 libras y de 12 la 2ª, aunque los hubo con batería de a 18 en vez de a 24 libras.

De cuarto orden o clase
De 50 a 60 cañones
Navíos de dos puentes. Eran los navíos menos artillados y se utilizaban como navíos rápidos para escolta, por tanto no eran llamados de línea, ya que tenían poco poder artillero respecto a clases superiores, aunque en alguna batalla si fueron empleados en la línea de batalla, aunque sólo por necesidad imperiosa. A partir de mediados del siglo XVIII empezaron a decaer su construcción en favor de los 74.

De quinto orden
De 20 a 40 cañones
Fragatas de un sólo puente, aunque hubo casos de dos. Estas unidades menos artilladas poseían como contrapartida más velocidad que los navíos. En España había pocas fragatas de más de 40 cañones, siendo lo normal de 34 a 38 cañones, mucho más recomendables para escolta y persecución de corsarios y piratas. Las fragatas de entre 20 y 28 cañones eran las unidades más rápidas de la Armada (sin contar las unidades menores que eran utilizadas como auxiliares, corso y guardacostas, no para combate). Siendo utilizadas también como Avisos o Correos Marítimos.

Plano de un navío español de 74 cañones. Original de 1797 en el que se aprecian las cuadernas de un navío de línea, con unas formas muy estudiadas para conseguir un buen velero sin perder sus cualidades como plataforma artillera.

Como hemos señalado anteriormente el tipo de patrón para pintar los navíos estaba ya regulado en la Real Armada desde 1776 y en sucesivas ordenanzas que no dejaban al arbitrio de cada comandante o ingeniero de arsenales pintar un buque fuera de las normas establecidas .
Pero estas normas no siempre se habían cumplido y muchas veces el pintado de los buques difería bastante a lo que tendría que ser una uniformidad deseada , siguiendo en muchos casos la moda reinante en las marinas de otros países.
También es cierto que estos casos se habían dado con más frecuencia antes de las regulaciones oficiales o en los primeros tiempos de las mismas.
Así tenemos la ilustración ( F ) de un navío de línea español de los primeros años del siglo XVIII.
Las baterías no están resaltadas con ningún color de fondo y la pintura negra se limita a una gruesa franja negra en la línea de flotación.
En aquella época aún no se forraba de cobre la obra viva, con lo cual se pintaba, normalmente de blanco, la misma.
Las ilustraciones (C,D y E) representan distintos patrones de pintura, adoptándose el casco negro en todos ellos y cambiando solo en el diseño de la línea amarilla de las baterías, que podía ir desde una delgada línea entre los puentes, solo una batería o las dos totalmente sin diferenciarlas.

Navío español de 74 cañones de finales del siglo XVIII. Imagen del Museo Naval de Madrid. Este navío muestra uno de los patrones más utilizados por todas las marinas de la época y que perduró hasta finales del siglo XVIII
Estos tipos de diseño están basados en las pinturas o grabados de la época, normalmente de los periódos anteriores a las ordenanzas de 1776 , que prescribían pintar el navío como muestra la ilustración ( B ), y que no fue cambiado, salvo alguna excepción sólo autorizada por el Rey ( véase Santísima Trinidad ), hasta 1810 aproximádamente en que se adoptó el color blanco en sustitución del amarillo que lucían las baterías, tal y como muestra la ilustración ( A ).
Por reglamentación había que repintar los buques cada dos años , pero esto estaba sujeto a numerosos imponderables, que hacían que los navíos no pudieran pintarse en un tiempo tan regular. Y de ese hermoso y lustroso color con el que salían de los arsenales podía llegar a convertirse, con el paso del tiempo y las duras condiciones marinas, en algo totalmente distinto .
El color amarillo de las baterías podía quedar simplemente en el recuerdo o en un color tan apagado que parecería de lejos que el navío no tenía sus líneas de las baterías marcadas. Así en tiempos de Trafalgar algunos espectadores británicos observaron que varios buques españoles lucían por completo el color negro en sus costados , siendo el Santa Ana y el San Justo dos de estos navíos, que bien pudiera ser la causa en que fueron de los últimos navíos aprestados a toda velocidad y que seguramente no dio tiempo siquiera a repintarlos, figurando sus bandas amarillas prácticamente invisibles en la distancia.
No obstante, también hubo en la misma época comandantes de navíos españoles que pagaron de su propio bolsillo el coste del pintado, para no desmerecer frente a los navíos franceses.
Embarcaciones auxiliares de los navíos de línea
En «El navío y las tareas a bordo» se explica más detalladamente el número de estas embarcaciones y sus diferentes funciones ( cañoneras ).
En la imagen superior tenemos, de arriba a abajo, la lancha, el bote y el serení. Ilustración de Todo a babor.
Ilustración de Todo a babor
Las dimensiones de las embarcaciones menores de un buque de línea eran las siguientes, en pies de Burgos:
- Lancha: 45 – 12 – 4 (unos 12 metros y medio de eslora).
- Bote: 38 – 8,7 – 3,4 (cerca de 10 metros de eslora).
- Serení: 30,2 – 8 – 3 (8 metros de eslora).
La estiba de las embarcaciones menores se realizaba normalmente como en el siguiente dibujo, metiendo dentro de la embarcación más grande a todas las demás y colocándo el conjunto en el combés.
Otra manera era
estibar los botes
en los pescantes en las aletas del navío, pero tal disposición se empezó a dar en los navíos españoles entrado el siglo XIX, cuando los británicos ya los llevaban así desde hacía unos años antes.
Ilustración de Todo a babor
En cambio, el botecillo en el pescante a popa sí era bastante común en nuestra marina y era utilizado normalmente por el comandante del buque.

Dotación de un navío de línea español de 74 cañones
La tripulación (gente de mar encargada del manejo del buque y su artillería) y guarnición (infantería de marina embarcada) correspondiente a un navío de 74 cañones según consta en el Reglamento General de las Guarniciones y Tripulaciones. 510 hombres, correspondientes a la dotación que sumados a los 29 oficiales de marina y oficiales mayores dan 539 de hombres totales embarcados.
Todos esos hombres estaban divididos de la siguiente manera:
Oficiales de Guerra:
1 Brigadier o 1 Capitán de Navío.
1 Capitán de Fragata.
3 Tenientes de Navío.
2 Tenientes de Fragata.
2 Alférez de Navío.
3 Alférez de Fragata.
Total: 12
Oficiales Mayores:
1 Contador.
2 Capellanes.
1 Cirujano de 1ª.
1 Cirujano de 2ª.
1 Piloto de 1ª.
1 Piloto de 2ª.
2 Pilotines.
Total: 9
Tropa de Infantería de marina
112
Tropa de Artillería
38
Oficiales de Mar
2 Primeros Contramaestres
2 Segundos Contramaestres
1 Primer Guardián
1 Segundos Guardianes
1 Primer Calafate
2 Segundos Calafates
1 Mozo
1 Primer Carpintero
2 Segundos Carpinteros
1 Tercer Carpintero
1 Cocinero de Equipage
1 Buzo
1 Armero
1 Farolero
2 Maestros de Velas
1 patrón de Bote
Total 21
Artilleros de Preferencia
15
Artilleros Ordinarios
80
Marineros
100
Grumetes
120
Pajes
2
Comparativa en medidas principales entre un navío español y otro británico del mismo porte, en el año de 1740
El navío español Princesa , de 70 cañones tenía las siguientes medidas (en metros):
- Eslora : 50,32
- Manga : 15,17
- Calado : 6,7
- Toneladas : 1.709
El navío británico Bedford , de 70 cañones tenía las siguientes medidas (en metros):
- Eslora : 45,75
- Manga : 13,31
- Calado : 5,2
- Toneladas : 1.230
Como se pude apreciar en la tabla, los navíos británicos eran más reducidos que un navío de línea español del mismo porte. Esto hacía que los buques británicos fueran, en general, de más andar, con menor número de tripulaciones y conservando la misma potencia de fuego que sus enemigos .
Los navíos de línea españoles solían tener más estabilidad , al ser más mangudos, y con más aguante al fuego enemigo . El Princesa fue un navío español capturado por tres navíos británicos del mismo porte en 1740.
Los británicos quedaron tan maravillados del aguante del navío español que adaptaron posteriormente los gálibos de este para la construcción de algunos poderosos buques británicos.
Navíos más famosos
Los navíos más famosos de la historia se construyeron luego de que la era de este barca venía en deceso, una característica importante de esta clase de embarcaciones es que contaban con un motor de propulsión a vapor, los pocos modelos que fueron construidos con este elemento se les conoció como navíos de hélice.
Sin embargo, con el paso del tiempo estos diseños fueron dejados de lado por las modificaciones que tenían las fragatas de hélice, y posteriormente por las fragatas blindadas y acorazadas. Algunos ejemplos de estos buques serían:
- HMS Victory (1859), un modelo británico con un peso de aproximadamente 6959 toneladas de desplazamiento, 79 metros de eslora y 104 cañones.
- Bretagne, un diseño francés de al menos 6875 toneladas de desplazamiento a plena carga y 81 metros de eslora.
- HMS Duke of Wellington (1852) un navío británico de 6071 toneladas de desplazamiento y 73 metros de eslora.
- Napoléon (1852) un buque francés con un peso de 5120 toneladas de desplazamiento y 77,8 metros de eslora.
- Valmy (1850) modelo francés de 5826 toneladas de desplazamiento y 64,05 metros de eslora.
Navío Santísima Trinidad
El navío la Santísima Trinidad fue un buque de guerra constituido por 120 cañones en un principio, con el paso de los años este número se incrementó a 140. En aquel entonces fue el navío más grande de la historia, por lo que recibió el nombre de El Escorial de los mares, y fue uno de los pocos navíos de línea de cuatro puentes que existieron.

La dotación artillera que conformaban sus baterías luego del ajuste de la reforma del año 1803 era de 136 piezas, luego se añadieron cuatro pizas adicionales dando un total de 140 poco antes de la batalla de Trafalgar con el embarque de cuatro obuses de a cuatro libras, de esta manera, se consolidó como el barco más armado y grande de la historia.
A raíz de este acontecimiento, la Armada de Estados Unidos diseñó su propio navío compuesto con 136 cañones, el Pennsylvania, en 1837. Mientras que la Marina Francesa también llevaba a cabo la elaboración de otro buque con 120 cañones, inicialmente de tres puentes, ampliado posteriormente a cuatro puentes, al que bautizaron como Valmy. Por último, la Marina Británica también tenía la idea de construir un navío de cuatro puentes armado con 170 cañones, destinado a recibir el nombre de Duke of Kent, pero nunca consolidaron el diseño.
Por otro lado, la misma Armada Española optó por la decisión de deshacerse de aproximadamente 237 navíos de línea en el transcurso de los 1687 y 1853. De todos esos buques, tan solo trece poseían tres puentes con artillería de 100 a 120 cañones (como el Santa Ana o el mismo Santísima Trinidad) el resto de ellos era de dos puentes y tenían entre 50 y 80 cañones.
En julio de 1779, España declaró la guerra a Gran Bretaña junto a Francia en apoyo a las colonias norteamericanas en su Guerra de la Independencia. Durante esta batalla, el navío Santísima Trinidad fue el buque insignia de la flota española y tomó parte en las operaciones en el canal de la Mancha a finales del verano de ese año. En año siguiente a la batalle este barco formó parte de la captura de un convoy inglés de 55 buques. Dos años luego de este suceso pasó a ser parte de la escuadra del Mediterráneo y participó en la batalla del cabo Espartel.

En el año 1797, mientras ocurría la batalla del Cabo de San Vicente, fue desarbolado, pero se pudo salvar al ser capturado cuando ya se había rendido, todo esto gracias a la intervención del navío Infante don Pelayo bajo el mando del capitán de navío Cayetano Valdés, que acudió en auxilio del Santísima Trinidad. En este sentido, logró salvar esta nave de un apresamiento por parte de las fuerzas británicas, que daban la amenaza de dispararle si no volvía a izar el pabellón.
El Pelayo se puso en medio de las líneas enemigas, lo que ayudo a dar tiempo para la llegada de otras naves españolas que habían acudido al lugar, con este evento se dio la retirada de todas las fuerzas británicas.
Por otro lado, en la historia solo se tiene memoria acerca del desafortunado final ocurrido en la batalla de Trafalgar (21 de octubre de 1805). En esta disputa estuvo al mando de la escuadra el capitán general Baltasar Hidalgo de Cisneros, junto con Francisco Javier de Uriarte y Borja como capitán de bandera.
Sin embargo, luego de una ardua batalla fue captura en terribles condiciones, dando como resultado 200 muertos y 100 heridos. En consecuencia, los ingleses pusieron todo de ellos para poder rescatarlo y llevarlo al puerto ingles Gibraltar, siendo remolcado por las fragatas HMS Naiad y HMS Phoebe. A pesar de sus intentos por rescatarlo, esta nave se hundiría el 24 de octubre a unas 25 o 28 millas al sur de Cádiz.
Como símbolo de todo el poder por parte de la Armada Española, permanece hundida en el mar una de las naves más poderosas de la historia. No obstante, las piezas de su artillería fueron rescatadas e instaladas en la entrada del Panteón de Marinos Ilustres situado en la Escuela de Suboficiales de la Armada, en San Fernando (Cádiz).
Tanta ha sido su fama entre los navíos de guerra, que en la actualidad se han llevado a cabo diversas replicas de esta nave. En el año 2006 se llevo a cabo la remodelación de un barco común con el propósito de otorgarle una apariencia similar al de la Santísima Trinidad, al menos en la parte externa. De una misma manera, se han escrito historias acerca de lo ocurrido en las diversas batallas en donde participo esta reconocida nave, entre las más destacadas esta la lucha de Trafalgar.