VI. Jarcia Naval (nudos marineros)

Falcaceados

Nudos de Falcaceados

"Los falcaceados sirven para evitar que se deshagan los chicotes de los cabos".

CORTAR EL CABO

Sin duda el primer punto para evitar que se deshilache un cabo es saber realizar un corte que minimice las posibilidades de deshilachado.

Con este objetivo, te recomendamos que cuando tengas que cortar un cabo, tengas en cuenta las siguientes precauciones:

  • Utiliza una hoja de corte caliente: antes de realizar el corte deberás calentar la hoja que vas a utilizar para cortar con una llama o cualquier otra fuente de calor o llama.
  • Utiliza, preferiblemente, una hoja serrada.
  • Mantén el cabo tengo antes de cortarlo.

Pero, aun tratándose del mejor cabo del mercado y aun habiendo respetado todas las precauciones, los cabos pueden deshilacharse.

Por eso, si observamos que un cabo empieza de deshilacharse, lo mejor es que nos pongamos cuanto antes manos a la obra para evitar que el problema vaya a más o que cause otras consecuencias.

Existen distintos tipos de falcaceado que podemos realizar; a continuación explicamos con detenimiento cada una de ellas:

FALCADEADO CLÁSICO

Sin duda es el más fácil de realizar, no se precisa de aguja ni de instrumento alguno, lo que supone que podremos hacerlo en cualquier momento en que observemos que un cabo comienza a deshilacharse.

Por tanto, es la solución de urgencia más adecuada.

Los pasos a realizar son los siguientes:

  • Tomamos la piola y con uno de los extremos hacemos un bucle sobre la zona del cabo a falcacear.
  • Damos vueltas con la piola alrededor del cabo, procurando que queden bien apretadas pero que no monten las unas sobre las otras.
  • Cuando lleguemos al final del cabo, donde deberá estar el seno del bucle realizado, pasamos la piola por este seno.
  • Tiramos con fuerza del otro extremo de la piola (el que queda por debajo de las vueltas de piola), hasta conseguir que el bucle quede por debajo de estas vueltas.

Si está bien hecho, no aumenta apenas el grosor del cabo, por lo que éste puede continuar pasando por el interior de las poleas, escoteros, etc. En general puede decirse que un propietario cuidadoso se preocupará, tanto por estética como por conservación de los cabos, de que los que lo necesiten tengan un buen falcaceado en sus extremos.

Elaboración: 

Con un cabito de poca mena se hace un bucle sobre la extremidad a falcacear, con el seno en la punta del chicote. Se dan vueltas sobre el cabo, por encima del bucle. Se siguen dando vueltas sobre el cabo, procurando que queden bien prietas y una a continuación de otra, sin montarse ni dejar separación. Cuando las vueltas lleguen ya a la extremidad del chicote, se pasa la piola por dentro del seno del bucle y se tira fuertemente de la otra extremidad de la piola, hasta que el seno del bucle quede más o menos por debajo de la mitad de las vueltas que se han dado. Se cortan ahora a ras de las vueltas dos extremidades que sobresalen de la piola. Si ésta es de nailon o material sintético, se puede hacer el corte con una navaja calentada al rojo, con lo que las fibras de la piola quedarán soldadas y la ligada será más difícil de deshacer.

 
 



FALCACEADO COSIDO, DE AGUJA, REMPUJE O DE VELERO 

Éste es otro de los muchos tipos de falcaceado, pero quizás el más seguro de los empleados, pero su ejecución requiere una cierta práctica, y en los cabos gruesos o duros, además de la aguja será necesario disponer de un rempujo para poder clavar la aguja en el cabo. Se le empleará en todos aquellos casos en que se prevea que va a tener que resistir mucho, bien por esfuerzo, por roce o por tiempo. Por lo general, toda la jarcia de labor que deba pasar por poleas y roldanas necesitará de este falcaceado para resistir el continuo trabajo a que se verán sometidos sus chicotes.

Sin duda es la opción más segura, aunque también la que implica una mayor complejidad.

Los pasos a seguir en este tipo de falcaceado son:

  • Colocamos la piola en la aguja, como si se tratara de hilo para coser, haciendo un nudo al final de uno de los extremos.
  • Clavamos la aguja en la parte baja del falcaceado.
  • Vamos dando vueltas alrededor del cabo, procurando que queden pegadas, no sobrepuestas y muy apretadas.
  • Cuando lleguemos al final,  clavamos la aguja por dentro de uno de los cordones del cabo. Sacamos la aguja y extendemos el hilo sobre las vueltas, siguiendo la línea hueca del cordón que se había clavado.
  • Cuando lleguemos a la parte baja de la ligada, clavamos la aguja arriba, siguiendo la línea del nuevo cordón.
  • En la parte superior de la ligada, clavamos de nuevo la aguja en el cordón siguiente y así sucesivamente.
  • Con ayuda de la aguja metemos la piola por debajo de las vueltas. 
Elaboración: 

Para comenzar, se clava la aguja en la parte baja (hacia el firme) del falcaceado, en uno de los cordones del cabo. A partir de ahí se van dando vueltas alrededor del cabo con el hilo. Llegados a la extremidad del cabo, se clava la aguja por dentro de uno de los cordones. Se saca la aguja y se extiende el hilo sobre las vueltas siguiendo la línea hueca del cordón que se había clavado. Llegados a la parte baja de la ligada, se clava la aguja arriba siguiendo la línea del nuevo cordón. En la parte superior de la ligada se clava de nuevo la aguja en el cordón siguiente, y así sucesivamente. Una vez terminadas las pasadas, con la aguja se mete el hilo por debajo de las vueltas, y al aparecer en la otra extremidad se corta a ras. Si el cabo sobre el que se hace el falcaceado no tiene cordones, las pasadas que cruzan las vueltas se harán en diagonal, como si se respetasen los cordones.

 
 



FALCACEADO DE GUIRNALDA 

Éste es, sin lugar a dudas, el rey de los falcaceados. Es probablemente el más trabajoso y también el más estético. Hay que cuidar de apretar bien las pasadas de ese falcaceado, y al hacer la guirnalda es preciso apretarla de un modo uniforme para que quede correcta. Es especialmente recomendable para los cabos de mucha mena, ya que es muy seguro; en cabos delgados será difícil Página 61 realizarlo. Este falcaceado puede adaptarse a una ligada; en este caso, en lugar de unir los cordones de un cabo servirá para unir dos cabos o dos partes del mismo. Por su laboriosidad y belleza, se procurará esté siempre en cabos visibles como pueden ser los chicotes de las escotas, que están siempre en la bañera y a simple vista.

Se trata de una combinación entre el cosido con aguja y sin aguja.

Los pasos a realizar son:

  • Comenzamos como si fuéramos a realizar un cosido con aguja, realizando vueltas hasta el extremo del cabo.
  • Pasamos la aguja a través del cabo y la sacamos por entre la penúltima y la última vuelta del falcaceado, dando una vuelta sobre la última y sacando la aguja por encima del hilo con el que se había atravesado el cabo.
  • Para hacer la guirnalda, rodeamos con la aguja la primera vuelta, de tal forma que el hilo que vendrá de la parte inferior quede debajo del que saldrá hacia ella.
  • Damos otra vuelta con la guirnalda en la última vuelta del falcaceado, y así sucesivamente.
  • Una vez terminada la guirnalda se debe acabar con dos cotes y meter la aguja a través del cabo. 
Elaboración: 

Una vez se hayan dado el número de vueltas necesario, igual que se ha hecho con el falcaceado cosido, se pasa la aguja a través del cabo y se saca por entre la penúltima y la última vuelta del falcaceado, dando una vuelta sobre la última y sacando la aguja por encima del hilo con el que se había atravesado el cabo. Se elabora ahora la guirnalda, rodeando con la aguja la primera vuelta, de tal forma que el hilo que vendrá de la parte inferior quede debajo del que saldrá hacia ella. Se da ahora otra vuelta con la guirnalda en la última vuelta del falcaceado, y así sucesivamente. Una vez terminada la guirnalda se debe acabar con dos cotes y meter la aguja a través del cabo. El falcaceado de guirnalda acabado resulta muy atractivo.