Tradiciones Marineras

Prendas Marineras

"El servicio en la marina es un negocio muy arriesgado, los marineros siempre han tratado de abordar cualquier proceso de manera muy completa y racional. Casi todas las reglas del barco estaban escritas con sangre y, por lo tanto, todo lo que rodea a una persona en un barco e incluso su ropa debe cumplir con ciertos objetivos prácticos".
Gandolas - Tapado - Uniformes -Botones de Mangas - Cuello de Marineros (Estrellas - cintas) - Tafetán - Sobregolas - Gandolas - Pantalones - Zapatos - Cremalleras - La coca o vuelta de Galón - Gorra Marinera o Gorro de Levanto - Gorra de Oficial - La Lanilla - Polainas

El uniforme del marinero presenta universalidad de color y corte que pretende generalizar el vestir de todos los hombres de mar, sin perder por eso sus características nacionales, sus arraigados espíritus patrióticos. Antes de recordar el origen de algunas piezas del uniforme, digamos lo que es la Marina, entendiéndose como tal la que se ocupa con sus barcos, en surcar las aguas del mundo, que cubren las dos terceras parte del globo. 

Es tan antigua en su origen que no falta en la Biblia, capítulo VI del Libro del Génesis, la noticia de que Dios, en persona, dio instrucciones precisas para construir el arca, en la cual se salvaron del diluvio universal el mismo Noé, su familia y un casal de animales de cada especie. "Viendo pues, Dios, que la Tierra estaba corrompida, dijo a Noé: 'Llego ya e! fin de todos los hombres, decretado por mí; llena está de iniquidades toda la Tierra por sus malas obras, pues, los exterminaré, juntamente con la Tierra. Haz para ti un arca de troncos de cedro bien cortados; en el arca colocarás separaciones y la calafatearás con brea por dentro y por fuera'". 

Continuó luego especificando las instrucciones de construcción naval, asegurando así su flotabilidad, estabilidad y condiciones marineras para resistir al diluvio. Como podemos ver nuestras embarcaciones, a pesar del avance de la técnica, tuvieron origen en las especificaciones que Dios diera para construcción de aquella arca, salvación de las especies humanas y animal.

 Tal vez sea por esos antecedentes que tenemos el privilegio de ser marineros, pretendemos vestir uniformes semejantes internacionalmente, con variaciones mínimas, como expresión de hermandad ante un origen común, bíblico y tan sublime.

Los primeros uniformes de la marinería aparecieron en Gran Bretaña como parte de los uniformes fijados entre los siglos XVIII y XIX.  Recordemos que, a fines de 1774, los oficiales ingleses desearon un uniforme que identificase su carácter de integrante de la Marina de Guerra y así lo hicieron saber al almirantazgo. Su Majestad Jorge II, atendiendo la solicitud hecha, reunió en la sala de audiencias, sus comandantes para escoger, entre sus vestimentas, o que sería el uniforme a usar. 

Varios fueron los colores y los cortes de los uniformes presentados por los hombres de mar, y su majestad seleccionó lo que más le agradó: era de color azul (desde entonces azul marino), con puños blancos y lo usaba la Duquesa de Bedford, esposa del primer lord del almirantazgo. Diversas fueron las mudanzas sufridas, pasando por la sobre casaca y llegando al actual chaquetón naval. 

Los aspirantes a oficiales tuvieron también su uniforme. En razón de su juventud, que no daba tiempo a una completa educación social, y en varias oportunidades, usaban sus puños como pañuelos, ya que sus uniformes no tenían bolsillos. Eso llevó, como medida correctiva, a colocarse tres botones en los puños, justamente por donde debería pasar la nariz, lo que hizo surgir los botones indicadores del curso escolar naval. 

En los Estados Unidos, el primer uniforme marítimo estándar data de 1817. En el caso del uniforme de verano, consistía de chaqueta de dril blanco, pantalones y chaleco, mientras que el uniforme de invierno era una chaqueta y pantalón azul, chaleco rojo con botones de color amarillo y un sombrero negro. Sólo en el siglo XIX, después de las  guerras napoleónicas , los gobiernos comenzaron a prescribir una norma uniforme de vestimenta marítima.

El peto, que en sí está mal interpretado, puesto que es un pañuelo (originariamente lo era) y no un peto, que es una protección pectoral, no espaldar. Este pañuelo originariamente era de hule, tela impermeable, ya que servía para proteger los hombros y espalda de los pelos largos engrasados del marinero en cuestión. 

Muchos de los marineros de aquella época no sabían nadar, y si caían al agua, era muy difícil rescatarlos, por lo que casi todos se dejaban el pelo largo o melena, para que se les pudiera agarrar fácilmente. 

Debido a que lo llevaban largo, eran nidos de piojos, por lo que lo llevaban siempre engrasado a modo de protección. Por esto, y para no estropear sus uniformes o prendas de trabajo, utilizaban una prenda de hule, u otra impermeable, que les cubría los hombros y espalda. 

Además unían un trozo de tela alargado, o pañuelo (tafetán o corbata, que es el lazo negro que va por debajo de la parte de atrás del peto y se anuda en el frente), para recogerse dicho pelo en una coleta, o trenza, para no molestarlo mientras faenaba. 

Este es el origen práctico de dichas prendas, que al ser usadas por todas las marinas, y estar siempre presentes incluso en ceremonias, se generalizó hasta nuestros días.

En invierno o cuando el frío lo hacen preciso, como ropa interior para el tronco, se emplea la bayeta, que es una camiseta sin mangas realizada en este tejido liviano de lana.

Otro detalle particular es que la bragueta se cierra tradicionalmente con botones en lugar de con cremalleras. Cuando las cremalleras se hacían de metal, este se oxidaba mucho más fácilmente en el ambiente marino y manchaba los uniformes. 

Gorro de Lepanto 

Para buscar el origen del lepanto hay que remontarse a 1808, cuando las Ordenanzas de la Armada de Escaño señalan, como condición para la prenda de cabeza, «… que con los vientos no se vaya al agua». Con esta única descripción y con el apoyo de algún documento gráfico coetáneo descubrimos una gorra que recuerda una parlota (gorra con la que imaginamos a los pintores) de la que puede ser una evolución. Esta es una boina grande sin visera, con el cuerpo caído a lo ancho sobre las alas, plisado para que se levante la  copa en la parte frontal. 

De ser esta la gorra a la que Escaño se refiriera podría ser el antecedente de la que se llevara en 1833, cuando se reglamentan: un sombrero y un gorro escocés. El sombrero era similar al que llevan los gondoleros venecianos. Del gorro escoces existen documentos gráficos que muestran una boina genuinamente escocesa con banda ajedrezada en el cinturón, coronada por un pompón colorado que recuerda al que llevan los marineros franceses.

El peto de gala 

Es, con el lepanto, la prenda más característica del marinero. En nuestra jerga el peto de gala determina para el marinero si va o no, de bonito. Una expresión por otra parte perseguida por nuestro contramaestre: 

—¡Se viste de gala, no de bonito! 

Su uso se generalizó en todas las marinas del mundo durante el siglo XIX, pero ya en el XVIII se halla en los dibujos sobre el equipo del marinero recogidos por el marqués de la Victoria en el Diccionario demostrativo con la configuración y anatomía de toda la arquitectura naval moderna. Véanse en la figura dos pañuelos y un corbatín. Un primer pañuelo, que se presume de lienzo blanco y para diario, lleva lazos o cordones en los extremos. 

Es muy posible que estos cabetes tuvieran como objeto hacer una bolsa donde recoger el pelo. El segundo pañuelo, identificado como pañuelo de seda doblado que le sirve de corbata, es de tamaño similar y se presenta doblado en diagonal, posiblemente porque esta sería la forma de vestirlo. Confeccionado en seda, era más exclusivo, por lo que se le puede relacionar con la uniformidad de gala. Obsérvese la peculiaridad de las dos líneas que recorren su borde, que se pueden identificar como tres cordoncillos cosidos, dos interiores y uno en el borde. Puede aventurarse que estos cordoncillos podrían servir a modo de  testigo para exigir la limpieza de los cuellos oscuros, o más bien un refuerzo de los vivos del pañuelo para que soportase mejor los rigores de los vientos en la mar. 

O tal vez fuera simplemente un adorno característico del gremio. Fuera como fuera, recuerdan a las tres trencillas blancas que llevarán los marineros en el cuello y posteriormente en el peto postizo desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días. De ser este su origen, quedaría descartada cualquier relación de las características líneas blancas del peto con la muerte de Nelson, como afirman algunos. Se observa además que el cordoncillo más exterior continúa en los extremos como lo hace en el otro pañuelo. La forma de vestirlo era a modo corbata en forma de triángulo, con uno de los vértices cayendo por la espalda y los otros dos unidos al frente con un lazo en los extremos o bien anudado. De esta forma preservaba el uniforme de los roces del cuello y de la coleta en la espalda. 

La coleta era especialmente sucia, pues el pelo se llevaba recogido y embadurnado en brea para evitar los parásitos. Este pañuelo derivaría en un cuello azul amplio del siglo XIX que cubría los hombros y espalda de las camisas blancas con un aspecto más cercano al actual peto. Este, tiene su origen en 1921, cuando se sustituyó por el llamado cuello postizos con peto y espalda de color azul con trencillas blancas, que se usa en la actualidad.

Pañuelos del Diccionario demostrativo... A la derecha, pañuelo de seda doblado que le sirve de corbata.

Posteriormente, en 1844, se adornó el sombrero «… con una cinta negra de más de pulgada de ancho, en que este escrito el nombre del buque con las letras amarillas». Esta cinta del sombrero es similar la que lleva el actual lepanto. Mientras, la boina escocesa perdió el pompón y la banda ajedrezada, evolucionando hacia el llamado gorro de fieltro para trabajo, antecesor de nuestro Lepanto y primo hermano de la boina que algunos conocimos. Llegados a 1865 hubo intentos de sustituir el sombrero por una gorra de plato de paño azul sin visera. 

La nueva prenda parecía una evolución de la boina. Para verano la gorra de plato disponía de una funda blanca de lienzo. La cinta con el nombre del buque debía de ir por encima. Este es el origen del color blanco de nuestro lepanto actual. Para probar el nuevo modelo de gorro se les proporcionó a los alumnos de la Escuela de Artillería y Torpedistas, que por entonces estaba embarcada en el crucero protegido Lepanto. 

Posteriormente se instauró definitivamente para toda la Armada, popularizándose con el nombre del buque donde había sido probada. Ya en 1870 se observa que el gorro de fieltro lepanto era de uso más común que el sombrero. Se le introduce entonces la primera modificación que lo acercaría al actual. Su plato se hace mayor que su antecesor en dos centímetros. A pesar de este aumento de vuelo, visualmente este modelo todavía estaba lejos del actual, siendo más ajustado a la cabeza. 

Avanzado 1885 se declaró de utilidad un nuevo modelo de gorro de paño, de un fabricante de Tolosa. Visualmente era parecido al que se llevaba, pero con la gran novedad de que interiormente se le introdujo un aro que armaba el ala. Este nuevo modelo era de igual vuelo en toda su circunferencia, más cerca del actual lepanto y más lejos de la boina original. 

Sin embargo, el aspecto cuando se le ponía la funda blanca para verano era muy diferente, ya que esta no se ajustaba y quedaba holgada. Mucho más cercano a nuestro lepanto es el instaurado en 1921, tipo inglés modelo Meso Green con su funda «... de pique de algodón blanco, tejido muy tupido y labrado en forma de rayadillos».

Me atrevo a insinuar que este lepanto fue el primero que se podría bailar. Luego la costumbre de hacer girar el lepanto sobre el índice puede tener casi un siglo. 

Imaginemos ahora a nuestro contramaestre de los de antes con su bigotón. 

—¡Al que vea bailar el lepanto me lo crujo! 

Durante la Segunda República hubo un intento de establecer el gorro tipo plátano. Este llevaba como distintivo de la Marinería las tres trencillas en blanco, borlón del mismo color y la cinta del nombre del buque o unidad.

Finalizada la guerra al lepanto se le dio más altura y se le redujo el plato. A partir de entonces hasta nuestros días el gorro ha mantenido su patrón, aunque ha ido empeorando su calidad en favor de una mayor resistencia.

En 1973 culmina el deterioro progresivo de la calidad con la inclusión de los materiales sintéticos. Por entonces, ya es el pedazo de plástico que conocemos compuesto por: 

«… por una pieza de plástico inyectado —esparterí—, de distinto tamaño para cada talla a la cual se coserá el tejido blanco plastificado que constituye  el plato. La cintura así mismo será de material sintético.»

Actualmente, el lepanto sigue siendo el responsable de marcar la frente de cuarteleros. Es una prenda que ha perdido toda su funcionalidad y no protege del sol en verano ni abriga en invierno. En contraposición la prenda de cabeza del personal femenino todavía es un sombrero al uso.

El tafetán 

El pañuelo como prenda de abrigo ha sido siempre una prenda de uso por la Marinería. En el mencionado Diccionario demostrativo se recoge un corbatín que consiste en una simple tira de tela, posiblemente de seda, que se utilizaría para proteger la garganta de los fríos. A diferencia de la corbata se llevaba con una sola vuelta al cuello y atada por detrás. Posteriormente en las Ordenanzas de 1808, entre los enseres del marinero recogidos se hallan también «… dos pañuelos negros de cuello...», que se vestían anudados en el cuello sobre la camisa o prenda de abrigo. 

En 1844 se regulan las camisas de lienzo blanco con grandes cuellos azules y ya se comienza a vestir de forma muy cercana a la marinera que se lleva en la actualidad (14). El pañuelo es de seda negra y va doblado en el sentido de su largo o ancho, nunca diagonal. Sus extremos se anudaban bajo el cuello y su seno al frente, a modo de corbata. Ya por entonces habían perdido completamente su funcionalidad para ser una prenda decorativa. Posteriormente este nudo desaparecería y sería trincado por dos cabetes de la lanilla.

Respecto a la distancia del seno del pañuelo al lazo de los cabetes… 
—¡Cuatro dedos! 
¡Cuatro dedos! 
—contramaestre. —¿En horizontal o en vertical? 
—marinero de segunda Rupérez. 
—¡Corre, por listo! 

En horizontal o en vertical, en ningún sitio escrito se ha hallado referencia al respecto. En 1870 se reglamenta que este pañuelo sea «de tafetán negro» (15). El tafetán es una tela confeccionada con seda, muy tupida, delgada y lisa, con el brillo característico de la seda en sus dos caras. El término procede del francés taffetaf o tafetas, que a su vez procede del persa taftah, con el significado de paño de seda o vestido de hilo. 

Con los años, el género de seda de tafetán dio nombre a la prenda. Lo curioso es que en la actualidad el tafetán es de poliéster. El nudo que iba bajo el peto desapareció en 1921, siendo sustituido por las actuales cintas negras. Con estas se amarra detrás del cuello, donde antes se anudaba. Consecuentemente el pañuelo puede ser más corto y se pierde la imagen del marinero en el que la vuelta tras el cuello era pronunciada por el abultamiento que producía el nudo.

La lanilla 

El patrón de la actual marinera, léase lanilla para los profanos, tiene su origen en la camisa reglamentada para la Marinería en 1833. Solo nombrada y no descrita, en la legislación del año siguiente se describe como camisa de lienzo con: «… una franja de mahón azul catalán en la abertura del pecho y bocamangas y el cuello ha de estar forrado de lo mismo por el lado que dobla hasta fuera, y adornado todo con tres listas de cinta blanca estrecha.» 

Era una camisa novedosa aunque similar a la que se usaba en el resto de Europa, sobre todo por llevar el característico cuello que lleva el actual uniforme de marinero. El cuello y los puños, las dos partes más sufridas de la camisa, estaban reforzadas de mahón azul, tejido fabricado a partir del algodón ampliamente utilizado por pescadores por su resistencia y economía. 

Marinas como la francesa solo forraban de azul el cuello, dejando la abertura del pecho sin forrar en su color blanco de lienzo. El color azul estaba justificado por ser más sufrido ante las manchas donde más se rozaba la camisa. Respecto a las tres listas blancas tan características del uniforme de marinero, a continuación veremos que es más remoto su origen.

El nombre de lanilla deriva del material con el que estaban hechas, de ser ahora la llamaríamos poliéster. Así, nuestro contramaestre de los de antes diría ahora: —Neno, te voy a meter un rebencazo como me traigas otra vez el poliéster sucio.

Gorro de la Marina republicana

Los cuellos de los marineros caen desde los hombros hacia la espalda, son de color azul y llevan tres franjas blancas a su alrededor y dos estrellas blancas. Las tres franjas blancas están asociadas con las victorias obtenidas por el  almirante Nelson  en  Aboukir  (1798),  Copenhague  (1801) y  Trafalgar  (1805). En  el siglo XIX, los marineros usaban una, dos o tres franjas, dependiendo si quien la usaba era grumete, marinero o cabo. En la Armada Paraguaya se instituye la cantidad de rayas según la categoría del marinero; estudiantes para oficiales o suboficiales (3), conscriptos (2) y aprendices de marinero (1). La sobregola usan solo los estudiantes en razón de que los conscriptos no usan gorra. A comienzos del siglo XX, fueron agregados en los vértices inferiores, dos estrellas blancas que simbolizan la captura de la  Reina María Isabel , acaecida el 28 de octubre de 1818, y la captura de la  Esmeralda , ocurrida el 5 de noviembre de 1820.

La sobregola también que sobresale del gorro sin visera del marino simbolizan el cabello largo de los antiguos hombres de mar y que junto con el tafetán o corbata servían para sujetar el cabello mientras el "cuello" era colocado sobre el hombro que soportaría el peso a estibar en los puertos.

El lienzo negro, que los marineros usan en sus gandolas acredita a la costumbre de los marineros y labradores de otrora de cubrir con lienzo sus gargantas, siendo negro el color usado para que la suciedad no aparezca con tanta facilidad. Dichas gandolas fueron utilizadas en las batallas terribles en trafalgar y ella atribuye a luto usado por el fallecimiento del almirante inglés. Así como la misma gandola que cubría el dolor del trabajo duro y ese dolor recordaba la muerte del sacrificio del Almirante Nelson, la misma está presente al costado de los pantalones negros de gala de los Sres. Oficiales.

Otro registro histórico atribuye su origen en los artilleros de los tiempos antiguos de la Marinas a vela. Los marineros usaban un lienzo en la cabeza, durante los combates, amarrándolos atrás, casi sobre la nuca. Este sistema evitaba que la transpiración, mezclada con los residuos de la pólvora de los cañones que disparaban, les cayese sobre los ojos, dificultando sus movimientos. 

Después del combate, el lienzo era retirado de la cabeza y descendido hasta el busto, quedando las puntas atadas sobre el pecho. Esto es el origen de la corbata marinera que es modelo único y su color negro. Estos lienzos eran de varios colores, pero, en el funeral del Almirante Nelson, los marineros del buque inglés "Warmick" desfilaron con lienzos negros, lo que fue adoptado por la Marina británica y por prácticamente todas las marinas del mundo.  


El olvidado motivo
por el que las chaquetas
tienen botones en las mangas

Muchos creen que son decorativos, pero originalmente tenían una función concreta


Si eres de los que usa trajes con chaqueta con cierta frecuencia, es muy probable que la pregunta haya cruzado tu mente en alguna ocasión. 

¿Para qué sirven los botones que solemos encontrar en el puño de las mangas? 

¿Tienen realmente una función o sólo están ahí porque a alguien consideró que aportaban un toque elegante? 

Puede que nunca los hayas utilizado, pero tal como explica el blog Real Men Real Style, en el momento de su creación sí resolvían una necesidad importante.

Para comprender las razones por las que aparecieron estos botones debemos remontarnos a la era victoriana del Imperio Británico, el largo reinado de Victoria I que se extendió entre 1837 y 1901. Las normas protocolarias de la época dictaban que un hombre, por lo general, no debía desprenderse de su chaqueta fuera de los muros de su casa, especialmente si había damas presentes.

No podía hacerlo ni siquiera si estaba trabajando y la prenda le resultaba molesta. Quitarse la chaqueta era una grave falta de educación.

Esto suponía un considerable contratiempo para aquellos que necesitaban utilizar las manos con cierta libertad. Por eso algún sastre ingenioso tuvo la idea de incluir unas pequeñas aberturas en el extremo de las mangas. Como habrás podido imaginar, los botones servían para abrirlas y cerrarlas. Si la situación lo exigía, los caballeros podían desabrochar los botones y remangarse de una forma discreta, ganando en comodidad y sin perder un ápice de elegancia.

Existe otra versión, quizá menos creíble aunque igual de curiosa, sobre el origen de estos botones. Algunas fuentes la atribuyen a Napoleón Bonaparte, otras aseguran que la ocurrencia fue cosa de Federico II El Grande, rey de Prusia entre 1740 y 1786. Fuese quien fuese, cuenta la leyenda que su objetivo era evitar que los soldados utilizasen los puños de las mangas para limpiarse la nariz. Los botones metálicos provocaban que la sensación al hacerlo no fuese ni mucho menos agradable.

De cualquier modo, con el paso de los años y la evolución de la moda los botones han perdido su función en la mayor parte de las chaquetas. En algunas épocas han vuelto a aparecer las aberturas de la era victoriana, aunque obviamente con fines puramente estéticos.  Según la tradición fue el Almirante Nelson el que ordenó la medida correctiva.


"Sus pantalones, con amplias bocas, permitían ser remangados, para cumplir las faenas marineras a bordo, dejándoles las piernas desnudas".


¿Por qué los marineros usaban pantalones de campana? Pantalones acampanados en la marina: 

la historia de su apariencia. Historia y aplicación de los pantalones acampanados

Todo empezó en el siglo XIX.

Definitivamente es cierto que los pantalones de campana aparecieron en la marina y están indisolublemente ligados a las tradiciones marítimas. Los pantalones, extendidos en chanclos hasta el fondo, se usaban incluso en los días de los barcos de vela. También se sabe que el nombre de la prenda proviene de la palabra francesa “cloche” (“campana”). Curiosamente, a pesar de sus raíces francesas, Estados Unidos fue el primero en adoptar oficialmente esta forma en 1810. Las bengalas llegaron a Rusia un poco más tarde.

Gracias a esta forma, los pantalones son fáciles de quitar. Se eligió una forma similar de los pantalones debido a la comodidad del corte. Estos pantalones no restringen el movimiento y facilitan las tareas diarias en el barco. Igualmente importante, se enrollan fácilmente cuando es necesario. También son muy útiles cuando se trata de trepar por el patio. Finalmente, los pantalones se pueden quitar fácilmente incluso sobre las botas. Esto es muy importante ya que los navegantes siempre corren el riesgo de caer al agua. En tal situación, es posible que deba deshacerse rápidamente del exceso de ropa para no ir al fondo. Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que, por la misma razón, todas las chaquetas náuticas tienen un escote ancho: se pueden quitar fácilmente por la cabeza.

Gracias a esta forma, los pantalones son fáciles de quitar. Se eligió una forma similar de los pantalones debido a la comodidad del corte. Estos pantalones no restringen el movimiento y facilitan las tareas diarias en el barco. Igualmente importante, se enrollan fácilmente cuando es necesario. También son muy útiles cuando se trata de trepar por el patio. Finalmente, los pantalones se pueden quitar fácilmente incluso sobre los zapatos.  Esto es muy importante ya que los navegantes siempre corren el riesgo de caer al agua. En tal situación, es posible que deba deshacerse rápidamente del exceso de ropa para no ir al fondo.

Los pantalones acampanados se han utilizado en Rusia desde el siglo XIX. Poco a poco, también entraron en el entorno civil. Muchos consideraban que este tipo de ropa estaba increíblemente de moda y tenían razón. Sin embargo, con la partida de la flota de vela, los detalles del trabajo del marinero comenzaron a cambiar y, con él, los pantalones acampanados comenzaron a dejar de usarse.

La próxima ronda de moda nos devuelve a los pantalones acampanados: vuelven triunfalmente como los más  estilo de moda

El pantalón, una de las prendas más características del marinero es el pantalón. Hasta llegar al actual se han sucedido numerosos modelos. Sus orígenes más remotos se remontan a los tiempos en los que todavía el marinero no tenía una uniformidad claramente definida y vestía como las gentes de su gremio. Por entonces usaba calzones, zaragüelles y pantalones a rayas. 

Ya en 1826, una vez superado el caos del cambio de siglo con sus estrecheces económicas y la resaca de la Guerra de Independencia, se reglamentaron los uniformes para verano e invierno de los marineros. La normativa recogió los detalles del primer pantalón moderno cuya novedad era ser de los llamados de cintura. Pensemos que con anterioridad los pantalones eran de talla y cintura estándar y necesitaban de faja o tirantes para mantenerse en la cintura. 

En vez de bragueta llevaba una portañuela, mandil a modo de tapa delantera cerrada por botones, similar a la que usan los bebes. Bajo esta tapa el marinero metía las manos, incluso podía tener unos saquitos de tela interiores para guardar pertenencias a modo de bolsillos. 

—¡Quita las manos de ahí, neno! —me parece escuchar en boca de contramaestres de los de antes. 

Unos años más tarde se determinó que serían «… largos de modo que caigan sobre el zapato». 

No se hace referencia alguna a que fueran acampanados o que el corte fuera recto. Aunque siempre fueron y son de pierna ancha. Su razón tiene su origen en facilitar que se pudieran remangar para que no se mojasen en los baldeos y las varadas de botes. Hay que tener en cuenta que este uniforme era usado para todo servicio, no únicamente para gala como ahora. 

En 1865 se describieron dos pantalones según su ocasión de uso que solo se diferencian en el género de confección:  «Serán dos, uno de paño igual al de la chaqueta, para gala, y otro de paño igual… Uno y otro serán seguidos con, piernas anchas, de tapa alta, con bolsillos dentro de ella, y tendrán por la espalda una abertura con tres ojetes y cinta para ceñirlo a la cintura.» 

Se reglamentó además una correa para sujetar los pantalones y del cual colgaría el cuchillo (3). En 1935 se moderniza el pantalón, incluyendo el cierre de la bragueta con botones, como los Levi’s 501, suprimiéndose el mandril o peto y su bolsillo interior. Como sustitución de este, incorpora los dos horizontales que llevan los actuales pantalones. No hay ninguna referencia a que la disposición horizontal y no lateral de los bolsillos tenga que ver con evitar que el marinero ande con las manos en los bolsillos, aunque no es una observación disparatada.

La historia de las bengalas comenzó en 1813, cuando se convirtieron en el uniforme oficial de los marineros estadounidenses. A los jóvenes que ingresaron al servicio en la marina se les entregaron pantalones que se ensanchaban desde la cadera y tenían una cremallera no como todos los pantalones en la parte delantera, sino en el costado; esto se hizo para quitarse la ropa fácilmente si un marinero va a ser. al agua. Y cuando los marineros bajaban del barco para pasar el día libre en tierra, cosían pequeños trozos de plomo en los bordes de sus pantalones para que al caminar estas "campanas" se agitaran de un lado a otro, esto se consideraba una elegancia especial entre los marineros. . En aquellos días, la "moda" de la marina por alguna razón no se instaló entre las masas. Pasó casi siglo y medio para que esto se arraigara en el vestuario de las fashionistas.

La aparición de los pantalones acampanados a finales de los 60 y principios de los 70 debe atribuirse a los hijos hippies de las flores. Es este período el que puede considerarse la mejor hora de las bengalas. Entonces nadie sabe por qué esta subcultura eligió pantalones de este corte. Fueron estos muchachos quienes dieron el atributo de la forma marina unisexualidad, elementos adicionales, estampados y nuevas formas; ahora los pantalones no se ensancharon desde la cadera, como los marineros, sino desde la rodilla: el ancho de los pantalones debajo de la rodilla era 21 centímetros, y el tobillo debería haber sido 23. Un poco más tarde, los amantes de la moda "crearon" un nuevo formato de modelos de moda: 23 por 25 centímetros, y algunos tipos salieron de algún lugar con un ancho de llamarada inimaginable: ¡27 por 32 centímetros! Las fashionistas que querían destacarse entre la multitud con el ancho de sus pantalones acudieron al taller, pero fueron rechazadas, ¡explicando que tal formato no estaba permitido! Por lo tanto, muchos experimentaron con el diseño por su cuenta.

La principal diferencia entre los pantalones acampanados y los pantalones normales era la ubicación de los bolsillos: los habituales tenían bolsillos a los lados y los acampanados en la parte exterior del muslo. 

"El cuchillo y/o la navaja fueron un clásico complemento del uniforme de marinero".

¿Sabes cómo distinguir a una fashionista? 

Los hombres-fashionistas metían constantemente las manos en los pantalones (por cierto, la expresión "manos en pantalones" nos vino precisamente de esa época), doblaban la espalda en un signo de interrogación, picaban en pequeños pasos y se balanceaban un poco al caminar hacia el derecha y luego a la izquierda. Además, un cinturón ancho de 6 centímetros sirvió como accesorio adicional a los fondos de campana, y para algunas modificaciones el ancho del cinturón alcanzó los 10 centímetros.

1974 año

Después de los brillantes años 70, la moda de las bengalas por alguna razón retrocedió, pero regresó a los locos años 90, cuando los tiempos de la discoteca estaban marcados por pantalones acampanados no solo en las pasarelas mundiales, sino que también entraron ampliamente en las masas. Pero perdieron su unisexualidad original, tales pantalones comenzaron a considerarse un elemento exclusivamente femenino del vestuario.

Los diseñadores del siglo XXI tampoco quieren olvidarse de este elemento interesante y de moda del vestuario femenino, pero ya no son sofisticados con el diseño de bengalas, como hacían los hippies. Hoy, puedes usarlos tanto en una fiesta como en el mundo, dependiendo de las adiciones a tu imagen.

Los marineros no tienen mosca en pantalones navales (también es una coraza para el mar). Los pantalones tienen el llamado frente. solapa y abrochado con botones en los laterales. Y los oficiales tienen un braguero.

Recuerdo que en séptimo grado llegué a clase y todos miraron con interés mis pantalones nuevos, ¡tenían una llamarada! - y cuando dijo y demostró que los marineros no tenían mosca y yo tampoco tenía en el pantalón, todos se rieron. No me atraía ...

Y luego se le ocurrió. Dicho con orgullo: la válvula es lo más hermoso para el sexo rápido))) sí en lugares públicos))). Y todos los chicos miraron con respeto)) ... Bluff en el momento adecuado es algo maravilloso))

Omitamos las versiones que todos repiten --sobre Pedro el Grande y el sexo, sobre Catalina la Grande y el miembro desnudo del marinero-- y hablemos de dos versiones principales.

Primero. Para quitarse rápidamente los pantalones en el agua. Y una bengala para esto, para quitarte los pantalones sin quitarte los zapatos. Ésta es la versión más común. Pero el Segundo es más querido para mí.

Por alguna razón se olvidaron de la verdadera versión de la solapa del pantalón: el uniforme militar es la prenda más pensada, sin duda también la naval. Y todo en él está subordinado a la practicidad. El origen de este corte de solapa proviene de la indumentaria marinera de los marineros holandeses. Esto es para que cuando desciendas del patio por la cuerda, no te pille una babosa, para no rasgarte la ropa ... Y eso es todo.

No, una cosa más. Si tienes un frac y un frac, ¡tampoco tienes bragueta o bragueta en tus pantalones! Una extraña relación: un marinero y sus pantalones, un aristócrata y sus pantalones ...

¡No, no es fácil!

Cuando miramos fotografías o dibujos antiguos que representan a marineros, el principal rasgo distintivo son siempre los pantalones anchos de campana. Hay algún tipo de encanto y romance. Y si agrega un chaleco y una gorra sin pico al conjunto general, entonces comienza a comprender por qué las chicas simplemente se secan sobre los chicos vestidos de una manera tan elegante. 

Y, de hecho, los pantalones acampanados aparecieron por primera vez en la Marina, y esto fue en los días de los barcos de vela. Los pantalones que se expanden desde la cadera deben su nombre a la palabra francesa - cloche, que significa "campana". Pero aunque el nombre era francés, los primeros marineros que usaron esos pantalones en 1810 fueron estadounidenses. Por cierto, los estadounidenses prefirieron llamarlos pipas. Antes de esto, los marineros usaban pantalones anchos, de lona o de algodón.

Esta forma de pantalón no apareció por casualidad; tal corte resolvió varios problemas prácticos. En primer lugar, era fácil trabajar con ellos y moverlos por los mástiles. En segundo lugar, era fácil enrollarlos más alto si era necesario limpiar la cubierta o saltar desde el bote cerca de la orilla directamente al agua. Y, en tercer lugar, el marinero podría simplemente caerse por la borda. Fue aquí donde comenzó la lucha por la vida. Era vital que el marinero, una vez en el agua, se quitara la ropa rápidamente. Y los pantalones anchos, convenientemente desabrochados a los lados, se quitaban fácilmente, además, a través de las botas. Por cierto, no solo se quitaron fácilmente los pantalones de marinero, sino también una chaqueta con un escote ancho.

Los marineros eran auténticos mods. Al bajar a tierra, algunos cosieron trozos de plomo en la parte inferior de las perneras de sus pantalones. Dichos pantalones estaban inflados con aire, lo que le dio importancia al marinero.

Pero después de la transición de la navegación a la flota de vapor, a fines del siglo XIX, los pantalones acampanados fueron abandonados en Rusia. Después de un tiempo, los pantalones acampanados todavía regresaron a la flota, pero ahora se han convertido en el privilegio de los oficiales. Ocurrió en 1909. En ese momento, a los marineros se les prohibió usar tales pantalones.

Después de la revolución, los marineros ofendidos volvieron a apresurarse a ponerse pantalones de campana, considerando esto una victoria sobre el antiguo régimen.

La llamarada tradicional ya no está en la marina moderna. Hoy en día, los barcos están resolviendo otras tareas y  progreso técnico  hizo la vida de un marinero más fácil y segura. Por lo tanto, los marineros de hoy usan uniformes modernos más convencionales.

"Normalmente un Pantalón marinero tiene de 6 a 9 botones".

Todo tiene un porqué en esta vida. Y en este caso, en la Marina, la campaña era cuestión de vida o muerte

Sin un marinero cae al agua en caso de accidente o naufragio las “campanas” de los pantalones retienen el aire y ayudan en los primeros segundos tras el grito de :¡¡¡“hombre al agua”!!! Además, al ser anchos y ya mojados se pueden quitar con facilidad con las botas puestas y así no entorpecen al marinero a la hora de nadar hacia una chalupa o bote salvavidas.

También este tipo de pantalones era muy útil porque permitía enrollar los perniles fácilmente y baldear y limpiar las cubiertas sin que los marineros tuvieran que quitárselos. 

También es bueno observar que los marinos (que se desempeñan en la navegación) no utilizan botas como parte del uniforme, Solamente zapatos, ya que si entran al agua y existe una emergencia de hundimiento o se debe de saltar al agua es mas fácil quitarse los zapatos y no hundirse en el proceso. Ayudan que los pantalones sean campana para que no se junten agua en la botamanga.


LA COCA O VUELTA DE GALÓN

La coca o vuelta de galón superior de los puños de los uniformes de oficiales de muchas Armadas del mundo, como tantas tradiciones que hemos visto, tiene su origen posible en la vida del Almirante Nelson. 

Al firmarse la paz de Basilea, entre Francia y España, en 1796, Inglaterra pasó automáticamente en estado de guerra contra España. El Almirante inglés Jervis estableció su base en Lisboa. Hubo en esa ocasión la Batalla del Cabo de San Vicente, cuando Jervis velejó para impedir el pasaje de la Escuadra española, comandada por el General Córdoba y Ramos, que buscaba el Atlántico. 

En el combate trabado, el genio naval de Nelson se manifestó una vez más. Gracias a su talento, fue promovido a contralmirante. El 3 de julio de 1797 quedó consolidado el bloqueo de Cádiz, teniendo Nelson la comandancia. De allí navegó, con previa autorización, contra Tenerife, efectuando una primera y malograda tentativa de desembarque; aunque se haya seguida otra con más éxito, tuvo que reembarcar sus fuerzas siendo herido en la acción, en el brazo derecho. 

Para protegerlo, el almirante descosió uno de los galones de su puño y prendió en el botón derecho superior de su casaca, formando así una coca (o vuelta), que desde entonces se tornó tradicional en muchas Marinas. Por eso, en el chaquetón, el último superior de la derecha no se abotona y el primer galón presenta una vuelta o coca, que recuerda el registro histórico citado.

La Gorra y el Escudo de la Gorra

El ancla del escudo que llevan los marinos en sus gorras, es el símbolo de la profesión naval a la que dedican sus existencias; el calabrote que la circunda y la abraza, hecho firme en su arganeo, representa sus vidas y significa que todas sus palpitaciones y todos sus pensamientos le están completamente subordinadas; el oro, el metal más puro y más preciado, representa que la pureza en el obrar y en el sentir, deben guiar sus actos; el laurel, desde larga data es la expresión de la fortaleza y carácter del vencedor y simboliza victoria imperecedera; en el escudo significa, que su espíritu, dedicado a la profesión que ha elegido debe ser el vencedor en la lucha sobre la materia, que busca la molicie y el abandono; el sol. 

Es, por lo tanto, el escudo el símbolo que define los altos ideales a que dedican sus vidas. Es el penacho de los Oficiales de Marina, "Caballeros del mar", que hay que mantener erguido, enhiesto y triunfante en las justas que tienen por campo de lidia, a sus conciencias y en las que el premio al triunfador no es otro que la satisfacción del deber cumplido con lealtad, honradez, sinceridad y abnegación. 

Cordón militar

El Cordón del Ayudante y del Oficial de Guardia

El cordón (o cordones) son un atributo o distintivo 1 de ciertas funciones o una distinción que suele usarse en las fuerzas armadas de la mayoría de los países. Estos cordones son un trabajo de pasamanería, trenzados, generalmente dorados, pero los hay también plateados o de otros colores o aún de varios colores entrelazados. El cordón se usa generalmente pasando por debajo de la paleta o charretera, rodeando el hombro y uniéndose junto a los botones, sea esto tanto del lado derecho como del lado izquierdo del uniforme.

Los cordones como distintivo de función

De modo típico el cordón -al que no es raro que los militares se refieran en plural, como "los cordones"- es distintivo de un  edecán . Este cargo fue creado por el emperador  Napoleón I  e implicaba (como implica hoy) asistir a un superior, lo que usualmente supone tomar notas. Por esta razón, contemporáneamente, de los cordones militares penden muchas veces en lugar próximo a los botones un par de pequeños y delgados cilindros metálicos que evocan elementos de escritura. En las fuerzas armadas de  Francia  y los países de la  francofonía  se denomina a este tipo específico de cordón "aiguillettes" (es decir, agujetas) por extensión del nombre de las terminaciones metálicas mencionadas.

Los cordones como distinción

Una variante especial de cordón o cordones militares puede o no llevar las mencionadas terminaciones metálicas y puede no pasar por los botones; simplemente rodea al hombro pasando bajo la paleta, pala o "épaulette". Esta variante, es tradicional del ejército francés (pero no exclusiva de él) y recibe en francés el nombre de "fourragères" (literalmente "forrajeras" por extensión del nombre del cordón usado sobre el hombro para transportar los bultos de plantas forrajeras). Estas "forrajeras" se usan como distinción para las banderas de determinadas unidades militares que se han hecho acreedoras de condecoraciones importantes, pero también pasan a ser atributo de los uniformes individuales de los integrantes de las unidades así distinguidas.

En Argentina, cordones rojos son utilizados por los "Encargados de Tropas" y se los denomina "Cordones de Tuyutí" Esta distinción tiene su origen en el año 1872, cuando el Congreso de la Nación los otorgó a los Encargados del Ejército que combatió y triunfó en la batalla de Tuyutí, la batalla más sangrienta librada hasta nuestros días en América y formó parte de la  Guerra de la Triple Alianza  en la que el Imperio de Brasil, la República Argentina, el Estado Oriental del Uruguay libraron contra fuerzas paraguayas.

En las antiguas galeras el remo no era un acto voluntario. Más bien era tarea de esclavos o prisioneros. Se denominaban galeotes a los remeros forzados. Estos eran dirigidos por un verdugo que los vigilaba y los azotaba. 

Este era el Cómitre. Estaba dotado con un látigo que llevaba al hombro. El oficial de guardia es el responsable del funcionamiento normal de un buque. Es por ello que cumple de alguna manera también el papel de verdugo y que recuerda con el símbolo del látigo, el cordón. 

El ayudante del comandante es un oficial que puede considerarse, siempre esta de servicio. Es por ello que también lleva cordón y además, como era que tomaba los apuntes de las órdenes que el comandante emitía siempre estaba munido de un lápiz para su uso y otro para reserva o para proveer al comandante, dado el caso. Las dos clavijas que lleva el cordón del ayudante representa a los lápices que antes llevaba el ayudante.

Normalmente se distinguen algunos tipos de Cordones:

- El amarillo, utilizado por cadetes (1eros Alumnos) en el lado izquierdo.
- El de color dorado para Oficiales de Guardia, en el lado izquierdo.
- Edecán Naval del Presidente de la República y Comandante en Jefe.
- Agregados Navales en países extranjeros.
- Ayudante del Ministro de Defensa Nacional, del Comandante de las Fuerzas Militares, del Comandante de la Armada, del Jefe de Estado Mayor de la Armada, de los Comandantes de Grandes Unidades y Directores de Servicio.
- Oficiales designados como Ayudantes de Oficiales Extranjeros en visita oficial al país.
- Oficiales Diplomados en el Instituto de Altos Estudios Estratégicos.
- Oficiales Diplomados de Estado Mayor.
Se usará con los Uniformes1A-2A-2B-3A-3B-3C-4A-4B y 4C.f.
Los Oficiales Superiores sin Curso de Estado Mayor deberán usar en el hombro izquierdo.
- Los cordones (excepto el cordón de Ayudante Nº 2) irán prendidos los chicotes en los: Uniformes con dos hileras de botones: en el botón superior derecho.
- Los Sub Oficiales utilizan un cordón del color gris del lado izquierdo.

popularidad de un uniforme Terminado el recorrido por las principales prendas que componen el actual uniforme sucede que, igual que con el uniforme de guardiamarina, el uniforme de marinero representa una muestra viva de nuestra historia. 

Tiene muchos elementos comunes con los de otras marinas, con las que compartimos tradición. Debería gustar al que lo viste, vestirse con orgullo y contribuir a la buena imagen externa de la Armada. 

Sin embargo, el hecho de que no goce de excesiva popularidad entre la Marinería tal vez sea fruto del desconocimiento de sus orígenes. Cabe preguntarse si sería conveniente un nuevo uniforme más atractivo para la Marinería. 

Algunas alternativas son extender el uso del uniforme de trabajo común a la vez que se restringe el uso del uniforme de paseo. O vestir a la Marinería con un uniforme similar al resto de los cuerpos de suboficiales y oficiales. Ambas opciones significarían abandonar la tradición histórica y alejarnos del vestir de las marinas del mundo. Orden de 9 de junio de 1870. 

Maestre. Uniforme 1915.

HISTORIA DE LA CAMISETA MARINERA

En 1858, el boletín oficial de la armada francesa estableció que el uniforme de los marinos debía ser un Jersey de rayas.

Las rayas eran el distintivo que permitía ver a los marineros si caían al mar. La camiseta debía tener veintiún rayas, una por cada victoria de Napoleón Bonaparte. 21 franjas blancas que tenían un grosor de 20 mm y sus 21 franjas azules medían 10mm .

La primeros en confeccionar camisetas marineras fueron los integrantes de la familia Llegallai, quienes iniciaron con la marca Saint James Depairs en 1889. Abriendo una pequeña tienda en la baja Normandia a la que un día llegó Coco Chanel y quedó fascinada con esta prenda.



¿Que son las polainas y cuál es su origen? 

La polaina es una prenda de abrigo que protege la pierna desde el tobillo hasta la rodilla - polaina larga o desde el tobillo hasta el empeine del pie -polaina corta. Se colocan en el exterior de la bota y del pantalón, tienen forma tubular y se enganchan al pie con una cinta, cuerda o correa. 

Según para qué se utilicen existen diferentes tipos de cierres: cremalleras, botones. En la actualidad se ajustan por elasticidad. Las polainas antiguas tenían una prolongación que cubría parte del talón del zapato y del empeine. Se ajustaban por debajo de la rodilla con un cordón de lana. Históricamente, las  polainas  fueron una prenda de labradores y pastores. 

Las polainas de cuero formaron parte de diferentes uniformes militares como complemento de la bota y se ajustaban mediante botones, enganches o trenzados. En los países mediterráneos de la antigüedad, los hombres llevaban faldas ceñidas al cuerpo y como el clima era cálido no necesitaban protección adicional para las piernas. 

Cuando Roma empezó a expandirse hacia el norte, hacia la Europa septentrional, cuyo clima es mucho más frío, las tribus germánicas vestían pantalones holgados que les llegaban desde la cintura hasta la pantorrilla. Para procurarse más calor, la tela solía reforzarse cubriéndose con cuerda delgada desde la pantorrilla hasta la rodilla para evitar el paso del aire o haciéndolas más ajustadas las llamadas feminae por las tropas romanas. 


Hoplitas griegos representados en vasija. Se aprecia el uso de las polainas

Cuando Julio César conquistó la Galia, en el siglo 1 a.C., las piernas de los soldados se resguardaban del frío y de las espinas y zarzas de los bosques por las hosa, unas protecciones de tela o cuero que se llevaban debajo de la corta túnica militar. La palabra hosa se convertiría en hose en inglés, que durante siglos ha significado unas polainas protectoras que llegaban hasta las pantorrillas. 

En España hay referencias de polainas en el Siglo XIX, en el Museo del Bandolero en Ronda donde se puede visitar la sala “Armas y testimonios escritos”, donde encontramos una amplia colección de armamento y complementos propios de los bandoleros como pistolas, navajas o polainas. 

Era común ver a los campesinos, labradores y pastores tejiendo sus propias polainas con agujas de madera y madejas de hilo. Para elaborarlas usaban un punto sencillo, variando solamente el adorno de la unión. El color crudo de lana era el más utilizado, pero también se usaba el matizado mezcla de lana blanca y negra, el negro, el azul oscuro y el gris azulado de pura lana tintada. 

Las   polainas de montaña   son unas fundas de material impermeable que se colocan en las piernas por encima de las botas. Su función es la de evitar que entre en la bota nieve, agua o pequeñas piedras. Muchos soldadores también llevan polainas de cuero para la protección, así como otros oficios, en que pueden peligrar las piernas, por ejemplo los operadores de motosierras. Las polainas se utilizan también para condiciones climáticas extremas y por lo general están hechas de materiales como el Gore tex.

Puede apreciarse en la vestimenta marinera el uso actual de las polainas

Pero, ¿es posible modernizar el actual uniforme de Marinería sin romper la tradición? 

o, bastaría con idear un uniforme renovado a partir de elementos usados en el pasado para evitar su desaparición. Algunas propuestas que podrían ennoblecer la apariencia de un uniforme, ya de por si noble, son mejorar las calidades, actualizar los patrones, incrementar el número de distintivos, e incluir prendas rescatadas del ayer, como la chaqueta corta con botones cruzados. 

A modo de conclusión 

El uniforme de paseo de Marinería tiene unos orígenes enraizados en la misma historia de la Armada. Es una prenda universal, común a todas las Marinas del mundo y resultado de una historia con grandes influencias foráneas. Desde una visión nacional, su evolución ha sido singular como se desprende de este breve estudio sobre el origen de los elementos que lo componen. En definitiva, se trata de un uniforme histórico tan querido como denostado, con tantos defensores como detractores entre los que no faltan los propios marineros.